Aries caminaba por los pasillos mientras se dirigía a su destino. Como era de esperarse, todos lo veían como una persona de gran autoridad. Si bien aparentaba ser rudo, todos sabían que era lo contrario. Amable y defensor de aquellos que no podían pelear por sí mismos, se encargaba de darle su merecido a los seres insensibles que se creían mejores que los demás.
Era el chico perfecto, salvo por un pequeño detalle.
No soportaba a las clases bajas.
No era que los odiara con todo su ser, pero no los soportaba. Prefería mantenerse alejado de ellos sin importar qué. Tampoco era fanático de armar peleas, aunque no negaba que amaba presenciarlas.
Al llegar a la Zona del Ying y Yang, buscó con la mirada a su compañero demoníaco. No fue difícil localizarlo, era llamativo sin siquiera intentarlo.
Se detuvo frente a él, y lo miró fijamente. El chico de tatuajes lo ignoraba como de costumbre, y mantenía su mirada fija en el libro negro que sostenía en sus manos.
Luego de unos minutos, se atrevió a hablar.
— Hey, ya deja de ignorarme— se quejó el lobo con voz gruesa.
— ¿Acabas de despertarte? Buenas noches— lo saludó el azabache.
— Igualmente— murmuró el rubio con cierta ironía—, ¿qué haces? Debemos ir a clases pronto.
— No iré, me las saltaré. No ando de buen humor.
— ¿Sucedió algo?
— Al parecer el angelito conversó con los demás demonios y, según lo que me contaron, no es tan desagradable como parece— hizo una mueca el demonio.
— ¿O sea que...?
— Les lavó el cerebro y ahora se hicieron "amigos"— escupió asqueado Géminis.
— ¿Y por eso vas a deprimirte? Deberías ir y recuperar a tus chicos— lo alentó el lobo.
— Son muy fáciles de manipular, y esto es una prueba de ello. Me traicionaron por un asqueroso ángel que seguramente es doble cara, como todos— expresó con enojo el signo de los gemelos.
— Considero que lo estás tomando demasiado a la ligera. Eres el hijo de los directores, el próximo rey del infierno. No deberías dejar de te traten así— se quejó el lobo en voz alta.
— ¿Qué quieres que haga? ¿Devoro su alma y escondo su cadáver?— preguntó con ironía el demonio.
— Ve y pelea, ¡enfréntate al ser de luz que te ha arrebatado tus fieles secuaces!
— Tan fieles no son— murmuró Géminis con enojo.
— Sí, tienes razón. Error mío— Aries acomodó su camisa—. ¡Enfréntate al ser de luz que te ha arrebatado tus secuaces demoníacos!.
— Mucho mejor, ya me estás inspirando a vengarme— una sonrisa de oreja a oreja se apareció en el rostro del pelinegro.
— Hey, no. Lo que sea que estés pensando que incluya peleas, la respuesta es no. Tus padres te mandarán a detención por el resto de lo que dure tu patética vida demoníaca.
— ¿Entonces por qué me das tantos ánimos? Si ya sabes como soy— refunfuñó el chico de tatuajes.
Antes de que Aries pudiera responder, la gran puerta de la zona se abrió de par en par. Cancer atravesaba la sala junto a los demás miembros del clan demoníaco, riendo y hablando más fuerte de lo normal.
Géminis parecía estar normal, aparentaba que no le importaba en lo absoluto, cuando era todo lo contrario. Estaba controlándose para evitar cometer un asesinato que podría causarle un castigo eterno.
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Magical School of the Night ━ ( Zodiac )
FantasíaCuando la noche cae, solo queda la oscuridad y sus tinieblas. Se abren las puertas de la escuela mágica que reina, misteriosa y compleja, dueña de múltiples rumores. Todos ansían asistir, pero se dice que solo aquellos a los que les envían una carta...