Magical School of the Night ━ ( Zodiac )

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Las mentiras, las verdades, y el descubrimiento, todo eso es parte de la vida. Uno puede estar viviendo una mentira, que encubre una verdad, para evadir un descubrimiento, y jamás lo sabríamos.

Mentir es malo, pero no siempre se recurre a este acto para herir a otra persona. A veces es para ahorrarle dolor, sufrimiento, desesperación, pánico y hasta agonía al otro. No se descarta que, tal vez, se utilice para lastimar. Nunca se sabe. Mentir es un arma de doble filo, donde a veces, es probable que el que salga más herido, sea el que la lleve a cabo.

Decir verdades es catalogado por todos como algo bueno, sin embargo no siempre es lo correcto. ¿Y si en ese caso, la mentira hubiera sido por un buen motivo? ¿Para proteger y sanar a una persona, en lugar de traerle sufrimiento? ¿Estaría bien romper la magia y ensoñación, solo por hacer lo que uno considera lo correcto?

El descubrimiento es la mayor consecuencia de una curiosidad comprimida, y eso nadie lo puede debatir. Tarde o temprano, uno caerá en las tentaciones que el mundo real le presenta, y por más que lo intente, no podrá evitar adentrarse en las oportunidades que tiene delante.

Cuando se trata del auto descubrimiento, posiblemente se habla del comienzo de la más grande aventura que uno vivirá, donde sentirá nuevas emociones y florecerán mágicos sentimientos que causarán diferentes tipos de reacciones. Y eso es, sin duda alguna, algo nuevo que vale la pena explorar.

Las mentiras, verdades y los descubrimientos a veces manejan la vida de uno mismo, y no solo se aplica a los humanos. También aplica a los monstruos.

— ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? Me aburro— comentó Piscis apoyada en el hombro de la peliblanca a su lado.

— No mucho más. Virgo estaba indeciso sobre qué ponerse esta noche, ya sabes por qué— Leo señaló con la mirada a la sirena distraída.

— ¿En serio tenían que invitarlos?— preguntó a regañadientes Aries.

— Capricornio lo sugirió, dijo que sería una buena oportunidad para entendernos mejor— respondió Libra, vacilando—. Dudo que eso ocurra, pero satisfacerla no nos hará mal.

El lobo bufó, riéndose.

— Aries, deja de reírte en mi oído, es molesto— se quejó Tauro, dándole un codazo.

— A propósito, ¿qué harán al final con los MonsterGame? ¿Participarán?— interrogó Cancer, quien estaba sentado en la hierba.

— Pff, por supuesto. No nos lo perderemos por nada— aseguró Aries confiado.

— No tenemos problemas entre nosotros. Ya los solucionamos, estamos en paz— sonrió Capricornio.

— O bueno, casi— murmuró Libra dirigiendo la mirada a la bruja y el demonio.

— ¡Momia, por fin! Ya empezaba a hacerme viejo— comentó burlón Escorpio.

— Virgo, sí que te arreglaste— comentó Sagitario.

— Gracias, y perdón por la demora. Juro que no volverá a pasar— dio un largo suspiro, mientras sus ojos recorrían los aspectos de sus nuevos y viejos amigos—. ¿Vamos?

— Sí, por favor— Acuario se levantó de golpe del suelo.

Los doce se adentraron en el oscuro y tenebroso bosque Neverland. Intercambiaban una que otra palabra, intentando ignorar el aspecto siniestro a su alrededor, pero era casi imposible apartar los ojos. Los árboles raquíticos, que con sus hojas rotas se asemejaban a un monstruo desconocido, o la niebla espesa que había esa noche, y que causaba cierta incertidumbre en los viajeros que la atravesaban, haciéndoles preguntarse qué había sucedido tiempo atrás en ese bosque como para que terminara de tal forma.