cap XV ¿Alguna vez me quisiste?

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J: hola?!, ya llegue, ma?, Derek, Gere? -dije al abrir la puerta de mi casa pensando si habria alguien alli-.

Busque en la cocina, la Sala, las habitaciones y no había nadie, solo un incómodo silenció, pero vi una pequeña luz en aquel cuarto con tantos letreros de "alejate" "Largo" "Stop" Y una que otra ofensa.

J: hola, quien les permitió entrar a mi... Bosque? -estaba en el bosque?, ese mismo bosque al que fui ayer, mismo bosque que me prohibieron ir-.

Camine viendo como aquella casa estaba tan pérdida, como si los años le hubiesen golpeado fuertemente, y poco a poco comezó a desmoronarse lo cual logró asustarme.

J: h-hola? , si quieren jugarme un juego pues ya está!, solo, déjenme en paz.

Camine hacia atrás hasta sentir aquel vacío y ruidoso acantilado que terminaba en una alborotada corriente de agua.

De un momento a otro entre esos frondosos arbustos, esos frondosos árboles, salieron personas, personas las cuales conocía a la perfección.

J: o-oigan, Derek!, mamá, Gere, frank, N-Nia, Andrew, que hacen aquí ustedes están haciendo todo esto? -mis manos temblaban, sentía que moriría en cualquier momento, sus ojos se volvieron completamente blancos al igual que el bosque fue desapareciendo, todo menos aquel acantilado-.

Andrew fue el primero en caminar hacia mi, el cual comenzo a votar sangre por su boca, tanta sangre que sentí mi cuerpo helarse al ver tanta, Derek se acerco por igual pero a diferencia tenía un agujero en su pecho mientras lágrimas gruesas caian de sus ojos tortuosos.

Mi madre solo se dio la vuelta dándome la espalda al igual que frank, pero Gere fue la única que se quedó en su lugar, Nia se acercó hasta quedar frente a mi, la cual solo puso su dedo índice en mi pecho.

N: nos lastimaste, ahora estamos muertos, no te necesitamos más, ALEJATE!! -grito fuertemente logrando que cayera en aquel acantilado

A pesar de estar cayendo cada uno comenzo a desvanecerse, mi desesperación creció mucho más al ver que me hacercaba a aquel alborotado río que rujia por comerme de un bocado y tomar mi cuerpo para hacerlo irreconocible.

Al caer a el susodicho río no sucedio nada, solo atravesé todo eso como si de un fantasma se tratase y logre caer en un frío suelo, tan oscuro que no lograba ver más allá, quería despertar, esto solo era una de esas miles de pesadillas que tenía, debía serlo, era obvio que lo era, pero por que no podía despertar.

Una, dos, tres mariposas blancas se acercaron brillando, sentí un horrible frío atravesar mi cuerpo, me sentía muerto, sentí un fuerte dolor en el pecho el cual me hizo sentir ahogado, como si quisiera sacar todo de mi y grite, grite con todas mis fuerzas, pero de aquel grito salieron miles de mariposas de mi, generando un tornado de las mismas.

Lágrimas gruesas que luchaban por salir moraban mis mejillas, ver todo ello, sentir que todo eso era mío.

Las mariposas se reunieron en el suelo de golpe formando a una persona frente a mi, yo, yo era quien estaba en ese momento frente a frente.

J: valla, quien diría que asi terminarias, acéptalo, no tienes más tiempo, los has matado a todos

J: n-no, no es cierto, yo los protegi, m-mis papas, ellos, están bien, solo dame más tiempo, solo un poco más

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J: SOLO UN POCO MÁS!! -grite exaltado viendo como el sol se colaba por mi ventana y mi sudor empapaba las sabanas- malditas pesadillas, debería dejar de tenerlas.

Tome mi teléfono y lo desconecte, mirando la hora, tenía 30 minutos para llegar a la escuela, me mataría el Comité si llegó tarde.

Tome mi toalla y quité mi ropa rápidamente abriendo la llave para dejar caer el agua helada sobre mi cuerpo el cual se tenso al chocar con mi piel, pero poco a poco comenzo a caletarse dando una sensación más relajante.

UNA VIDA NO TAN COTIDIANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora