Los fosos están llenos.
No solo de espectadores, si no de una incontable cantidad de guerreros vastaya, noxianos y humanos jonios... todos llegados al mismo sitio para masacrarse y conseguir una jugosa recompensa.Y el honor de la victoria en batalla.
-Desde que termino esta ultima invasión, los pozos se han llenado de gente Sett, vas a ganar una fortuna con toda esta sangre, miralos, miralos, como aulla en dirección a los nuevos allegados- le hablaba estrepitosamente e incansablemente una emocionada luchadora que anteriormente había conseguido soprender a Sett en un duelo y no solo le había perdonado la vida, la hizo uno de sus centinelas.
-¿Parece que habrá buenos combates este mismo día... no crees Sarai?- habló el fornido hombre girando sus muñecas como estiramiento.
-Y que lo digas, mira esos cabrones noxianos como vienen recibir palizas.
Sarai era una luchadora digna, no usaba armas, era ágil y sorprendentemente fuerte por su constitución fornida y ligera.
Era una humana shurimana que sin embargo había crecido en medio de todo el terrible mundo de los juegos, los bajos fondos y la lucha. Tenía una extraña particularidad, una enorme cictriz alrededor del ojo derecho.Una puerta se habrió en el foso, y Sett y Sarai miraron intrigados.
Como siempre, Sett esperaba encontrar rivales a su altura, por eso, estaba planeando desde hacía algún tiempo viajar a Valorant en busca de su padre y retarlo a un duelo, y retar a otros muchos grandes guerreros.Sarai siempre estaba emocionada, al final de los preliminares tocaba enfrentarse a todos los que habían pasado la ronda, a veces a la vez.
Su frenesí en batalla la hacía impredecible y infinitamente más fuerte de lo que parecía.
Admiraba a Sett y trataba de ser la que dentro de un tiempo consiguiera el titulo de señora del foso.De la puerta abierta no salió nadie.
Entonces se habrió otra puerta.
De esa apareció una extraña mujer tatuada y vestida de verde ostentando cuchillos por doquier.
De la puerta que no había mostrado a nadie, salió un hombre con un aura azulada que portaba consigo una guadaña de lo más aterradora.
Akali y Kayn entraron en el foso.
La asesina se soltó los kunai que calleron al suelo y se crujió los nudillos.
-Parecen fuertes Sett, dejame quitarles ese pavoneo de una buena crujida de vertebras- exclamó Sarai.
-Espera, no vaya a ser que te decepciones... vamos a probar con algo más... sencillo para ellos- contestó Sett observando la guadaña de Kayn.
Se abrieron cuatro puertas de las qué salieron.
Una vastaya con pintas de leona que lucía multiples cicatrices en la cara y le faltaba un colmillo.
Portaba consigo una red.Una red.
Ya sabrían para que serviría.
Dos noxianos, uno portaba una espada corta y un puñal y el otro iba a mano desnuda y tenía unas piernas mecanicas que relucían con un tono azulado claro.
El ultimo era... una shakkal shurimana. Con su gracil forma de asesinos veloces.
-Buen comienzo- coincidió Sarai.
-Será entretenido- declaró Sett.
En la arena reinó el silencio.
Entonces, sonó un golpe grave que mandó las vibraciones por todas las gradas.
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Legado
AdventureLa segunda invasión noxiana a llegado a su fin... un fin muy insatisfactorio para ambos bandos... otra vez. Noxus a conseguido invadir Jonia, pero a pagado un alto precio, miles de soldados. Decenas de miles de noxianos han caido bajo las artes joni...