Capitulo 7. Una larga travesía / Primera parte.

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Primero deberían llegar a la isla de Fae'lor.

Y desde uno de sus puertos, totalmente controlados por incontables guardias noxianas, preparadas con sus mejores hombres y mujeres, armados hasta los dientes.

-¿En serio tenemos que ir en estas cajas?- se quejó Rakan mirando a Sett y acercandose a Xayah -Me agobian... me hacen recordar como se llevaron a algunos compañeros Vastaya de esta forma... mi espiritu ibre no puede aceptarlo.

-No hay otro modo, solo puedo deciros que es lo más seguro si no queréis que os desplumen a cuchilladas en medio del puerto- contestó Sett -A mi me conocen porque les doy lo que quieren ver. Si os hago pasar por mi mercancía no tendréis tan cruel destino.

Rakan miró a Xayah.

Intercambiaron una mirada. Ella le asintió debilmente con la cabeza.

-Esperamos no cometer un error confiando en ti- habló con tono severo.

-Una promesa es una promesa, esos ninjas me han dado un gran combate, la multitud estaba eufórica. Ahora me toca pagar mi parte del trato. Además, que mi discipula haya ganado un combate tan intenso a conseguido que pueda dejarle el cargo de la arena mientras estoy en Valorant- explicó Sett.

Kayn y Akali llegaron junto a los tres, vestidos de soldados noxianos, otra vez.

-Estamos listos- dijeron ambos ninjas.

-Bien- contestó solamente el jefe.

-Ya me meto en la caja...- dijo Rakan desanimado.

.

-¿Que traes hoy Sett? ¿Algo tan valioso como para que te acompañen unos soldados?- le dijo uno de los multiples soldados que estaban en los controles de aduanas de exportación e importación de mercancias.

-Pues la verdad es que me voy de viaje a Valorant, por primera vez- dijo con una sonrisa enseñando todos los dientes y levantando un pulgar.

-¿Es tu guardia personal?

-De momento

-A bueno, pues nada... solo hará falta que me enseñes que llevas en las cajas y todo correcto- dijo señalando las cinco cajas que iban seguidas en una larga carretilla.

-Pues mira, las dos primeras puedes mirar pero no te recomiendo abrir las tres ultimas, llevan criaturas peligrosas de Shurima para vender en Noxus- dijo Sett muy seguro de si mismo.

-Sett, sabes que tenemos que mirar en las mercancias antes de que subas a tu barco... ¿Que pasa, llevas algo sospechoso?- preguntó el guardia cada ve más extrañado.

-En absoluto, por favor mira en las cajas... si te atreves- le contestó con una media sonrisa.

El soldado orden a su compañera que abriera las cajas, en la primera había provisiones y cofrecillos con monedas noxianas. En el segundo había armas envueltas en grandes pieles.

-¿De donde has sacado estas armas Sett?- pregunto la mujer que le registraa la mercancía.

-Unos Kinkou... o bueno, creo que lo eran, que me los encontré cerca de mi poblado natal y me dieron ganas de comprarles las armas- dijo el con tono ironico.

-¿Y te las vendieron?- preguto el soldado más alejado -No suena como algo que harían de buen grado.

-Claro que no, tuvimos que hacer un trato más... turbulento.

-Ya me lo imagino.

La chica fue a abrir la tercera caja.

Xayah y Rakan estaban escuchando sus pasos, muy cerca, muy cerca.

Contenían la respiracion.

La mujer abrió la caja y entonces...

-¡RAW RAGH!- rugió un ente azul y repleto de proteciones organicas, con unas fauces increibles.

-¡JODER!- gritaron los dos soldados a la vez.

-¿¡Tienes tres puñeteros XER'SAI?!- exclamó la chica.

-Me los regalaron en un combate... ¿pero sabéis? son dificiles de alimentar, o sea que ahora que ya están crecidos, voy a venderlos en Noxus donde seguramente encontraré algún buen comprador de criaturas exóticas.

-Será lo mejor- dijo el soldado de atrás.

-No voy a mirar dentro de los otros dos, casi me atrapa la cara, suficiente susto por hoy, tira para tu barco.

-Muchas gracias- dijo el jefe de la arena.

.

-Que gilipollas son de verdad... como se nota que necesitan un ejercito diez veces más extenso que el nuestro para invadirnos- dijo Rakan saliendo de la caja en la bodega del barco.

-No te preocupes- dijo Kayn que acababa de aparecer de entre la osuridad todavía con la armadura puesta -Pronto se les pasará esa jeta de victoria indiscutible cuando vean que solo cuatro individuos han conseguido burlar su seguridad de aduanas, han devastado casi diez campamentos de exploradores en navori y han provocado su destrucción.

-Eso espero- dijo Xayah comprobando que sus plumas aún conservaran su filo tras el incomodo pasaje.

Alguién abrió la puerta de la oscura bodega que apenas tenía un par de agujeros rectangulares por los que pasaba la luz.

-Ya hemos pasado los barcos maritimos, podéis subir a la borda- dijo Akali asomando la cabeza boca abajo por el cuadrado de luz de la escotilla abierta.
Acto seguido subieron todos para mirar por la popa de la embarcación de considerable tamaño.

Dejando atrás la flota noxiana.

-Es lo más lejos que he estado de mi hogar- confesó Rakan mientras se acicalaba las plumas, que había perdido parte de su brillo.

-Y sin embargo... nos estamos acercando al mio, en origen- musitó el acólito de las sombras.

-¿Eres de origen noxiano?- preguntó Xayah en un tono escéptico.

-Ojala pudiera dejar de tener esta sangre noxiana putrefacta corriendo por mis venas... Soy tan Jonio como lo era Zed... como lo sois vosotros- terminó dandose la media vuelta y sentandose en un barril mientras sacaba a... ¿como llamaría ahora a su guadaña? ¿Rhaast? No... el ya estaba muerto y tenía que superarlo. Lo había matado él mismo, había acabado con su vida al absorber su poder, que era lo que siempre había querido.
Y sin embargo siempre notaba... la falta, la falta de los estupidos y violentos sermones del demonio. No le agradaban, pero los hechaba de menos por alguna razón.

Se quedó mirando el ahora, azulado y muerto ojo de la guadaña. Dirigió después su vista hacia el mar.

-La volveré roja otra vez- dijo levantando su arma.

-¿Vas a revivir al oscuro?- pregunto Akali tranquilamente mirando al horizonte.

-No... lo que está hecho no puede deshacerse- el asesino recuerda las palabras de su maestro cuando la guerra era algo más complicado que dos naciones masacrandose en el campo de batalla. Se yergue y pasa la mano por el filo de su arma -Mataré a tantos noxianos que jamás volverá a verse azul- dijo amenazadoramente -Será la ultima voluntad que corte definitivamente mi vinculo con Rhaast.

Y entonces guardó la guadaña.

.

Otro capitulo de "Legado".

El viaje no ha hecho más que empezar. Las intrigas, las muertes, la ingentes cantidades de sangre que se vertirán en Valorant serán algo para recordar.

LegadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora