Agridulce

La habitación secreta

Narra Poppy:

Desde todo el incidente con señor Bargson, he estado muy metida en mi cuarto, la verdad, nunca me había puesto a pensar en que en esta mansión hay muchísimos empleados y que no a todos les caeré bien, eso también es muy preocupante, pero Ramón me aseguro que no dejaría que nadie más me lastimara, y espero9o que así sea, no lo he visto en un tiempo, está lidiando con un escándalo que se armó luego de que Gordon fuera despedido, ese maldito obviamente se lo conto a todos, y ahora hay todo un lio de que el señor Timberlake defendiera a "una esclava prostituida", y también se está empezando a decir que él está enamorado de mí, lo que no puso muy feliz a nadie, así que entiendo que este demasiado ocupado controlando a los medios y con su trabajo, pero siendo sincera lo echo de menos, aunque no negare que ahora hasta me da miedo salir de mi propia habitación, este lugar se empieza a sentir como un campo minado.

Narrador:

—Señorita Kendrick, le traje su desayuno, ¿Cómo está hoy? —Le dijo Wani entrando en la habitación con una bandeja de comida—El Chef Corden le preparo panqueques de morabrosas, para levantarle un poco el animo

Oh sí, Grandulón es muy amable, al menos a él si le caigo bien—Abrazó mis piernas por debajo de las sabanas, algo decaída.

—Trate de mantener la calma, el incidente con el señor Bargson no se repetirá otra vez—afirmo mientras dejaba la comida en una mesa cercana—Llámeme si vuelve a necesitar algo.

—Gracias Wani—la plateada salió y cerró la puerta, dejándola sola nuevamente, soltó un suspiro y se levanto hasta donde estaba la bandeja.

—¡Poppy! —grito la peli-roja interrumpiendo en la habitación.

—¡Barb, no puedes entrar así de la nada! ¡ESTOY AL BORDE DEL INFARTO!

—Oh, claro, lo siento, problemas de ansiedad ¿no? jaja—se disculpó nerviosamente— Perdón, vengo a recordarte algo.

—¿Qué pasa? —la grisácea se acerca a la cama donde seguía descansando y saco de su cabello la una llave—Oooww

—No habías olvidado la habitación secreta ¿o sí? —Pregunto sarcásticamente mientras arqueaba una ceja y sonreía maliciosamente.

—De hecho, sí, lo había olvidado, no se si sea buena idea, comienzo a creer que no deberíamos violar la privacidad de Ramón.

—Vamos poppeñaja, mi hermano esta todo ocupado con los medios, es nuestra oportunidad para que esta vez no nos descubra ni te haga sangrar por la nariz otra vez—bromeó, haciendo que la el tono rosado de Poppy cambiara a rojo al recordar eso.

—S-sí a-ahmmm...creo q-que ya pa-pasamos por eso...—Trato de calmar sus mejillas y no mirar a la rockera, la cual no también contenía la risa—Además no quiero que sea buena idea salir tan pronto, las cosas aún siguen tensas desde lo...

—Tranquila, nadie se dará cuenta, ¿no quieres saber lo que Ramón guarda ahí, quizás dinero, o aún mejor...secretos, mira, yo sí iré, si quieres acompáñame, si quieres no lo hagas, adiós—Aclaró para luego retirarse, Poppy iba a seguir desayunando, pero termino ganándole la curiosidad y la siguió—Sabía que no resistirías.

—Ahg, solo vamos ok—Ambas continuaron hasta llegar a la dicha habitación, observando la puerta, sin atreverse a entrar todavía—¿Crees que Ramon nos odie por esto?

—Nah, es demasiado puro como para odiar a alguien, excepto quizás a los que te hagan daño—La rosada se sonrojo al oír lo último—Contrólate, te tiene una gran estima, no vayas a sangrar de nuevo.

—¡Barb!, solo ábrela y acabemos con esto ¿sí?

La de cabello rojizo le dio una última ojeada a la llave, abrió la cerradura y empujo la puerta, se escucho un crujido, todo estaba oscuro, pero había una pequeña lamparita que prendimos, no parecía la gran cosa, era un pequeño cuarto lleno de libros polvorientos, cosas, juguetes de niños, y parecían haber álbumes de fotos y pinturas.

—Wow, pero que tremenda decepción, ¿Por qué tendría toda esta basura? —Preguntó arqueando una ceja, tomando uno de esos libros—¿Qué es esto?

—Ohh, es Oliver Twist, un libro que salió hace, Ramón me conto, es la historia de un huérfano cuya madre falleció y fue torturado y maltratado en un orfanato, pasando hambre, y lo engañaron para que empezara a robar, metiéndose en más problemas—Comento Poppy con algo de tristeza, observando la portada.

—Suena a que al niño lo persigue la desgracia, ¿¿y estos?

—Oww, es "Orgullo y prejuicio" era mi libro favorito de niña, también esta Romeo y Julieta, y Hamlet, muchos clásicos—Sonrió al ver tanta literatura, tal vez no sabía leer, pero recordó nostálgica todas las historias que le leía su madre de pequeña, si, a ella le encantaba leer.

—Suena a que mi hermano es un sentimental, AWWW—exclamo de la nada al fijarse en un peluche de cocodrilo en un estante—¡ES CROCO! MI HERMANO SOLIA PASAR HORAS CON ÉL, Y ME LO HABIA DEJADO CUANDO ME ENFERME, PERO YO LO PERDI Y LO VOLVIO A ENCONTRAR.

—Claro, Ramon es el sentimental—se ríe sarcásticamente al ver lo apegada que estaba Barb al juguete, voltea hacia más cajas, encontrándose con un libro en particular, lo abrió lentamente, encontrándose con una foto a blanco y negro de una familia, no se veían bien—¿Quién es este muchachito triste?

—Oh...es Ramón, una foto de la familia—respondió la granate algo nostálgica, mientras su sonrisa lentamente se borraba—Ese es nuestro padre, ella es mi madre, y esa soy yo, la de ahí es la mamá de Ramón y esa es su abuela.

—¿Por qué no se ven felices? Que yo sepa las familias se aman ¿no? —La oyó soltar un suspiro.

—Antes los padres de Ramón vivían junto a él y su abuela, pero cuando papá empezó a tener éxito en su negocio y políticamente, los abandono y se casó con mi madre, luego me tuvieron a mí, y nunca nos llevamos demasiado bien, no nos veíamos muy seguido, la mamá de Ramón siempre nos guardo rencor, y él se mostraba cada vez más frio, sobre todo luego de la muerte de su abuela...—Poppy se mostró sorprendida, parece que Ramón mintió—No se que paso exactamente, pero el día que volvimos a verlos, su madre no estaba, y él...—Era raro, Barb estaba, ¿llorando?

—¿Barb? —la rosada pone una mano en el hombro de su amiga, la cual se limpió rápidamente las lágrimas, tratando de recobrar la compostura.

—É-el no estaba...bien, tenia todos l-los brazos marcados y llenos de rasguños y quemaduras...y-y su carita estaba llena de golpes, traía marcas de cinturonasos en todas partes—Dijo como pudo, parecía ser un tema sensible para todos, la ex-esclava abrió los ojos como platos, estaba más que confundida, tenía muchas preguntas, pero la rojiza no se veía en condiciones de responderlas, simplemente se calmaron, salieron del cuarto y volvieron cerrarla con llave, tenia razón, no debieron abrirla nunca.