Hasta pronto

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—¿Qué tal me veo con este? —Preguntó Ramón al terminar de vestirse con un esmoquin azul oscuro.

—Te ves bien con todos Ramitas—Le respondió la rosada, ganándose una sonrisa de su parte.

—No alimentes su ego Poppeñaja—Dijo Barb, leyendo un libro muy de cerca, habían pasado unas semanas, Poppy había mejorado, Barb y Ramón seguían sin hablarse mucho, y en cuanto a ellos, estaban bien, seguían sin saber exactamente lo que eran ahora, solo eran felices juntos, ahora estaban en la habitación de Ramón, Poppy estaba sentada en su cama y Barb en su escritorio, estudiando para su próximo examen, esa noche el azulado debía salir por trabajo a una junta con los reyes de Trollstopia, Quincy y Esencia, esta vez iría solo y estaría unos días fuera.

—Bueno, lo meteré en la maleta, mi tren sale en unas horas—Dijo sacando un pequeño reloj de bolsillo para ver la hora.

—Te extrañare un montón—confesó Poppy mientras se levantaba de su sitio y abrazaba a Ramón, dándole también un beso en la mejilla.

Oigan...—Ambos se pusieron tensos al recordar de que aun tenían la compañía de su hermana, no es que les avergonzara, aun no estaban seguros de si eran pareja o no, además de lo mal que podría verse para algunos, y sabiendo lo chismosa que es Barb...—No sé qué es "arteriosclerosis", ¿ustedes saben?

—B-busca en el diccionario hermana—Contestó mientras la peli-rosa se apartaba lentamente de él.

—Buena idea—La granate se levantó, cerró su libro y se fue a la biblioteca de la mansión, los dos suspiraron aliviados, Ramón se quitó el saco y Poppy se metió al su gran closet con curiosidad.

—Eso estuvo cerca—Susurró a lo alto, se volteó y se dio cuenta de que su amada no estaba, entro al armario y la vio dentro del perchero, escondida en sus atuendos, pero con la cabeza aun sobresaliendo, no pudo evitar reírse por lo infantil que se veía—¿Qué haces linda?

—Tu ropa es muy suave, podría dormir en ella—Tomo la manga de uno de sus sacos y la paso por su mejilla brillante como si fuera una manta.

—Jaja, eres tan adorable—Río y se inclinó para besarla, ella no tardo en corresponder, abrazándolo también del cuello, después de unos segundos se separaron, pero permanecieron abrazados—Admito que me preocupa un poco dejarte, casi no nos hemos separado desde que llegaste aquí.

—Estaré bien, aunque te echare mucho de menos.

—Descuida, Wani y Zuki te cuidaran muy bien, pueden aprovechar para hablar, no las he visto muy unidas últimamente—Poso una mano en su mejilla con cariño.

—La he pasado más contigo, será raro volver a hablarles, ellas eran las que siempre me fastidiaban respecto a ti—Comentó—Bueno...al final no estaban taaaan equivocadas—Se sonrojo un poco de vergüenza.

—Jaja

—¡Señor, el tren saldrá pronto! —Llamó alguien, sonaba como Riff.

El señor Timberlake suspiro—Ya debo ir a la estación—Beso su frente amorosamente—No hagas nada torpe hasta que vuelva—Bromeó.

—Jajaja, tratare, mándale mis saludos a los reyes Quincy y Esencia ¿sí? —Se dieron un beso corto y finalmente él se fue, Poppy se quedó escondida en las prendas todavía, agarro una de ellas y se la puso sobre sus hombros, ya lo extrañaba, las últimas semanas habían estado más unidos que nunca, dormían en la misma cama de vez en cuando, no habían vuelto a pasar a más, pero sin duda echaría de menos sus cálidos brazos, no entendía como había vivido tanto tiempo sin ellos, se dejo caer en la cama nuevamente y cerro los ojos para estar más tranquila.

—Psss...Poppy

—¿Ah? —Abrió sus ojos extrañada y se levanto para ver de quien se trataba—¿Zuki?

—Poppy, hace tiempo que no te veía sola, parece que las cosas entre el señor Timberlake y tú se están volviendo...intimas—Eso hizo que sus mejillas se pusieran más que rojas, esa palabra la hizo recordar a ese suceso de hace tiempo, ese momento tan "intimo" que compartía con él ya mencionado, que, a pesar de su mala experiencia, había sido maravilloso—Oye...estaba bromeando—Dijo al verla tan seria y pensativa.

—Oh, sí, sí, sí, sí, lo sé, pues...no hay mucho que contar...

—¡Lo descubrí! ¡AL FIN SE EL SIGNIFICADO DE ESA MALDITA PALABRA A LA V*RGA! —Exclamó Barb entrando de nuevo en la habitación con dos libros en su brazo mientras que alzaba el otro como señal de celebración—¿Me perdí de algo?

—Para nada Barb—La rosada sonrió nerviosa.

—Bien, por qué quería hacerte unas preguntas Poppeñaja

—Genial...—Susurró sarcástica.

—No le has dicho a mi hermano de...ya sabes, lo de la habitación...

—Descuida, no le he contado nada.

—Esperen, ¿la habitación secreta del señor Timberlake? ¿¡Entraron!? —Preguntó la peli-naranja sorprendida, desde que empezó a trabajar ahí, una de las reglas principales era nunca entrar, ni siquiera para limpiar—¿Y que hay ahí? —Hubo un silencio, la grisácea bajo las orejas decaída.

—No es i-importante, volvamos a lo de antes, así que...mi hermano y tú, duermen en el mismo cuarto—Habló con una sonrisa burlona.

—Pues...

—¿Y también duermen en la misma cama? —Cuestiono Wani llegando del pasillo.

—¿Pero de donde salis...?

—¿Y se han besado?

—¿Duermen abrazados?

—Se ve muuuy inti...

—¡Ya! ¡Ok, me acosté con Ramón! —Confeso finalmente con las mejillas color carmesí de la vergüenza.

—¿¡QUÉ!? —Exclamaron las 3 al unisonó.

—오 하느님 (Oh Dios)

—Lo veía venir

—¿Con mi hermano?

—¡Basta! Miren me están abrumando y no me conviene tener un ataque de pánico ahora, con Ramón lejos yo...no sabría que hacer—Pidió la peli-rosa respirando algo agitada por tantas preguntas.

—Wow, por más que lo haya dicho, no me los imagino teniendo sexo

—¡Barb! —Volvió a gritarle.

—Bueno...lo siento, estoy feliz por ustedes.

—Aún no somos pareja, pero por favor no le digan a nadie, no me gustaría meterlo en problemas...

AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora