Hermano... (Parte 1)

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Narra Barb:

¡Hola! Si, sí, se lo que piensan de esto, "¿Qué hace un personaje secundario y de relleno narrando?" "¡QUEREMOS VER MÁS BROPPY >:v!", y déjenme decirles que lo tendrán, pero antes de regresar con mi hermano y sus bobadas, quiero que este capítulo se centre en mí.

Empezare por donde se debe empezar, él principio.

Fui concebida un 3 de abril de no me acuerdo que año, mi madre era una interesada y mi padre un millonario, ¡la pareja perfecta!, pero al parecer yo no era su única hija, estaba mi medio hermano Ramón, hijo de su matrimonio anterior; la verdad, no hay mucho que decir de mi infancia, mi madre estaba más interesada en sus joyas que en mí y mi padre trabaja todo el día, fui criada por muchas sirvientas y por algunos borrachos del bar al que fui a los 14, me enseñaron el fino arte de romperle un objeto a alguien en la cabeza.

Era una chica muy poco convencional para mi época, pero eso nunca le importo a mis padres, y en cuanto a Ramón pues...no sé qué decir, mi madre me mantenía alejada de él, debido a que mi padre los dejo, él y su madre tenían poco dinero, pero siempre fue un buen chico, las pocas veces que nos veíamos se portaba muy amable y protector, yo hacía locuras y él se aseguraba de que no me lastimara, era genial, sin embargo, las cosas no duran para siempre, se volvió frío y dejamos de llevarnos bien, fue cuando...

—¿Señorita Barbara?

—¡Carajo! —Grite sobresaltándose, mierda, a quien se le ocurre interrumpir una historia de origen así.

—Lamento espantarla, pero el desayuno está listo—Dijo la chica esa de pelo celeste, nunca me aprendí bien su nombre.

—Gracias...¿Wendy?

—Wani

—Oh, claro—Me levanto y bajo las escaleras hasta el comedor, ahí también veo a mi hermano y Poppeñaja, la cual comía su avena bien a gusto, admito que si me preocupe con ella cuando desapareció, puede que sea algo rara y frágil, pero me cae bien, aunque no pierdo el detalle de como ambos se ven de vez en cuando y luego apartan la mirada nerviosos, a mí no me engañan...sus ganas de aparearse se ven desde aquí.

Sinceramente, he tratado de evitarlos desde lo de la habitación secreta, Dios...cuanto odio recordar eso.

Flash back:

—¿Padre? —Preguntó una pequeña Barb de 5 años asomándose por la puerta, esta tenía un vestido y el cabello largo.

—Pide ayuda rápido—Dijo el señor Timberlake de ese entonces, el padre de Barb y Ramón, a uno de sus empleados, acababan de entrar a la casa de la madre de Ramón y él, Barb no entendía que pasaba, debido a su altura le fue fácil escabullarse entre los adultos presentes y ver lo que pasaba, se congelo por completo al ver a su hermano tendido en el suelo lleno de moretones, cortes, marcas de correa, y una herida en el labio de la cual salía una abrumadora cantidad de sangre, la niñita de inmediato entro en pánico.

—¡RAMÓN! —Grito asustada y trato de acercarse más a él, pero de inmediato fue agarrado por su padre.

—¡Barbara, mantente alejada! —Su madre la regaño y se la dio a una de las empleadas para que no la dejaran volver a entrar.

—¡Ramón! ¿¡Que le hicieron!?

Fin del flash back.

Uff...luego de eso lo llevaron al médico y de ahí en adelante vivió con nosotros, en casa no me dejaron preguntar o hablar del tema, así que no lo volví a tocar, pero jamás olvidare ese día.

Narrador:

Volviendo con la pareja, esta se encontraba en la habitación del señor Timberlake, que técnicamente ya era habitación de ambos.

—Sabes, es un alivio poder quitarse estos chalecos, son apretados—Comentó el azul quitándose su camisa luego de usarla todo el día.

—Lo mismo pensé de los corsés al principio—Poppy dijo desde la cama, descansando un poco, hasta que se dio cuenta de que su amado se quedó quieto un momento mirando sus brazos marcados, esto angustio a la rosada, que se levantó, camino hasta él y lo abrazo por la espalda—Oye, está bien, ambos tenemos cicatrices, ¿puedo preguntar cómo te las hiciste?

—Es...complicado—Respondió aun mirándolas, hasta que la contraria le dio un beso en su mejilla que le quito por completo la tristeza e hizo que se sonrojara—Sabes cómo animarme no es ¿así?

—Jajaja, anímate, iré a los establos a saludar a Sol, vuelvo enseguida—Poppy se separó y se fue por la puerta a visitar a su querido amigo caballo, Ramón solo la vio irse y regreso su mirada hacia sus brazos aún pensativo.

—M-madre, ¿Qué haces con ese cuchillo?

—¡Fue tu culpa que él se fuera!

El mayor tembló al escuchar esos gritos en su mente que no lo dejaban en paz, inhalo y exhalo intentando mantener la calma y apartar esos recuerdos de su cabeza.

Continuará...

AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora