El suave beso que compartían fue adquiriendo brusquedad y profundidad con el tiempo, él paso sus cálidas azuladas manos por su espalda algo desnuda y el cabello de Poppy, deshaciendo el moño que lo amarraba, dejando su hermoso cabello suelto y desordenado, se tomaron un momento para respirar, y lo aprovecho para verla, su rostro, su cabello, sus hermosos ojos fucsias, todo de ella le encantaba.
En menos de 2 segundos ya se dirigían a la gigantesca cama del mayor, seguían besándose con pasión y cariño, él la levanto levemente y la sentó en la parte inferior de la cama, mientras ella retrocedía para que el hiciera lo mismo, sus manos rosadas comenzaron a pasar por sus brazos y espalda por encima de la ropa, no era necesario hablar, no era necesario pensar, ambos sabían que se deseaban con locura, se concentraron en cada sensación, sus labios suaves, la lengua del otro en la comisura de sus bocas, pidiendo permiso para entrar y explorarse mutuamente, Ramón fue el que paso al siguiente nivel y empezó a bajar con cuidado su vestido, ya de por si desabrochado, dejándola solo con su ropa interior de cuerpo completo, pero que dejaba ver más la silueta de su delgada figura y sus pezones firmes, bajo sus besos a su cuello, suave, podría decirse "como el de un bebé", intercalo besos, lamidas, y leves mordidas que le arrancaban dulces y agudos jadeos, la vista de Poppy se perdió en otro lugar, algo avergonzada de los sonidos que emitía, su mente no reaccionaba, siempre sintió atracción por él, era más que obvio, pero estar frente a él, entregarse de esa manera, la asustaba y a la vez la emocionaba, no tenía experiencia en este tipo de cosas, al menos no agradables, solo siguió sus instintos al empezar a quitar su bivirí por arriba, y finalmente sacándolo por su cabeza, se quedó muda al ver su pecho descubierto, muy bien formado a pesar de tener un trabajo de oficina—P-poppy...¿estas segu...?—Fue callado automáticamente por sus labios rosados, si, estaba segura, Ramón continua besando y mordiendo su sensible cuello y hombro, mientras una de sus manos se colaba por debajo de su camisón, yendo directo a sus suaves y pequeños pechos, apretó uno con cuidado y acaricio su pezón con su pulgar, ganándose un fuerte gemido de ella, sonrió al ver que de verdad le gustaba, así que siguió haciéndolo.
La peli-rosada tapo su boca, y sus ojos se fueron para tras quedando casi blancos del placer, él mismo empezó a quitarse el pantalón para quedar solo en ropa interior como ella, dejando clara su erección, las caricias continuaron por un buen tiempo, Poppy movía sus caderas desesperadamente contra el pequeño short delgado del contrario, sintiendo su necesitad del otro lado de esa fina tela, se sentía drogada, su cabeza no bajaba de las nubes, pero tuvo que hacerlo al sentir como este empezaba a bajar su camisón lentamente, entre besos, se puso algo nerviosa, ella bien sabía que no tenía el mejor cuerpo de todos, recién había comenzado a adquirir peso, y sinceramente no tenía mucho que mostrar, sentía miedo de disgustarle, se quedaron callados e inmóviles un momento cuando chica quedo completamente desnuda, era hermosa, sus senos eran pequeños, redondos y estaban cubiertos de lindas pecas brillantes, tenía unas lindas curvas y unas piernas delgadas pero bonitas, lo único que podría considerarse un problema es que había ciertas heridas, zonas moradas, en general parecía que su cuerpo había sido muy maltratado, pero lejos de ser repulsivo para el azulado, lo motivo más, si de verdad estaba tan lastimada él se aseguraría de cuidarla muy bien esa noche, se acercó de nuevo a su rostro, al punto en que sentían sus calientes respiraciones, perdidos en los ojos del otro, la distrajo lo suficiente como para que no notara la mano de grisácea que se aproximaba a su intimidad, era una suerte que la puerta estuviera cerrada, porque Poppy acababa de soltar un grito de placer ensordecedor, que el azul, disfruto al máximo, empezó a acariciar suavemente su clítoris, hasta que metió un dedo dentro de ella, su cabeza cayo hacia atrás, y se agarró más a su cuello, y él bajo más sus besos hasta sus pechos, y comenzó a lamerlos y jugar con sus pezones nuevamente, se sentía en el cielo por completo, ella era bastante consciente de sus dedos moviéndose y de su lengua acariciándola, y le encantaba, jamás pensó que algo así se sentiría tan bien—A-ah..Oh, mierda—No pudo evitar maldecir, completamente perdida, con la cordura a segundos de acabarse, sintió la boca de su amado bajar más, lamiendo su vientre ahora, y siguió bajando...—¡Ah Ramón! —Fue lo único que dijo, su respiración se aceleró, las gotas de sudor empezaron a hacer brillar su piel con cada que el sol se ocultaba más, su expresión facial solo podía representar una cosa, "éxtasis", cuando sintió su lengua en su zona húmeda, acariciando su clítoris mientras su dedo se seguía moviendo, ahora más rápido, y lo perdió, dejo que sus fluidos se derramaran, manchando su mano y rostro, lejos de enojarlo, el señor Timberlake disfrutó el hecho de que podía hacerla correrse con tan solo su mano y su lengua.
Volvió a su vieja posición, frente a frente, y se acomodó más entre sus muslos, con su miembro erecto apuntando a su entrada—¿L-lista? —Preguntó algo preocupado.
—Lista—Susurró con la voz ronca, las palabras apenas se formaban en su boca, el de cabello oscuro entro de una sola estocada, ambos gimieron complacidos, le sorprendió un poco que la dama no fuera virgen, pero eso era en lo que menos pensaba, maldita sea, sí que se sentía bien, sus paredes apretadas, húmedas y resbaladizas, eran un verdadero paraíso para él, era el cielo pero de otra forma, la escucho gemir con suavidad, y él lo tomo como señal para empezar a moverse, balanceando sus caderas a un ritmo perfecto, empezando con las embestidas suaves y lentas, continuando con su beso francés, saboreando el momento.
Te amo—Dijo el azul al separar mientras cerraba los ojos con fuerza y seguía moviéndose, la rosada solo gimió en respuesta, totalmente hipnotizada y embriagada, abrió un poco más las piernas, dándole más espacio, permitiéndole ir más profundo.
—A-ah...Mng, Ramón, m-más...más rápido—Casi al instante este se movió más frenéticamente, y los gemidos de ambos también fueron en aumento, él se movía lo más rápido y fuerte que podía, y con el tiempo hasta levanto sus piernas rosadas para poder penetrarla con más rudeza, Poppy llego al punto de tener que tapar su boca con su mano para que no se oyeron sus gritos y gemidos, sintiendo como llegaba a u dulce núcleo—¡Mmm! —exclamo aun cubriendo su boca, el clímax se estaba formando, no pudo evitar soltar más fluidos, haciendo sentir mejor al billonario, que sentía como si estuviera nadando dentro de su caliente y mojado interior, ella rápidamente lo tomo de los hombros y se levanto junto a él para volver a unirse en un beso mientras caían juntos hacía la felicidad, ahogando sus gritos de placer con los labios del otro, manchándose.
Se rindieron en su gran cama destendida, Ramón salió de ella y se dejo caer a su lado, suspirando cansado, la de cabello largo y rosa estaba felizmente entumecida, se giro para recostarse sobre su pecho formado, mirándolo enamorada—Y-yo también te amo—Le susurró con la sonrisa más amplia y sincera de todas, este sonrió de vuelta con alegría al escucharla, se volteo para abrazarla y darle un beso en la frente, luego agarro las sabanas y los cubrió a ambos del frío de la noche, acurrucados y agotados, con los parpados bastante perezosos, los dos quedaron dormidos.
Uff, LO LOGRE, no me jusguen, es el primer lemon broppy que escribo, fue raro, pero espero me haya quedado bien y les gustara, *toce* cochinos *toce* *toce* uy, ya me dio covid.
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Agridulce
FanfictionPoppy a sido una esclava toda su vida, y es comprada por Ramón, un billonario cuya intensión es ayudar a poppy, pero tal vez exista algo más entre ellos, ¿no creen?