One Shots Aralas

Devil In Disguise +18

Con esto no pretendo romantizar, apoyar o plasmar como algo bueno ninguna de las acciones narradas ya que esta solo es una idea que cruzó por mi mente y quise escribirla. De nuevo recalco que no se escribir acciones eróticas.

Todo había comenzado como un viaje mochila al hombro para conocer el mundo, aquel gran mundo que se abría pasó fuera de las cuatro paredes de su cuarto, lejos de la excesiva atención de su padre y lejos de la gran casa cerca del frío bosque de Mirkwood town, el pequeño pueblo que era su hogar. Afortunadamente su Padre estuvo de acuerdo en permitirle viajar a donde el quisiera como un obsequio por haber logrado graduarse de la universidad. Legolas decidió que quería explorar las grandes ciudades, las hermosas playas, por lo que su recorrido le entusiasmaba en demasía.
Lamentablemente el mundo no era la maravilla que el pensaba, a penas había recorrido una parte y se dió cuenta que afuera de esas cuatro paredes las personas parecían ser presas de su monotonía, había locura y violencia en las calles, hambre, frío y tristeza, el mundo estaba mal y eso lo decepcionaba. Después de algunos largos viajes de carretera en autos de desconocidos donde muchos de ellos finalizaban con alcohol en su sistema y sexo en la parte trasera del auto; prefería caminar durante toda la noche y con suerte dormir durante el día en cualquier hostal o motel que no alterara su presupuesto para escapar del inevitable y desagradable círculo vicioso en el que se habían convertido sus viajes en carretera. El entusiasmo inicial estaba mas que sepultado, sepultado muy muy dentro de su confundida mente.

A sus veinte años de edad se encontraba apoyado en el frío borde metálico del balcón de un motel de dos estrellas, nada lujoso, nada sofisticado, a penas una cama, una vieja televisión, ducha y una ventana tapizada con periódico viejo.
Decidió que no quería más dinero de su padre para completar ese viaje, ni siquiera sabía si quería terminarlo o tan solo llamar desde la estación de servicio mas cercana suplicandole a su padre que lo llevara a casa.
Aquella tarde en que terminó su recorrido por las calles de Los Ángeles, se encontraba tan física y mentalmente agotado que sus piernas se movían como controladas por un mecanismo independiente al resto de su cuerpo, se detuvo apenas vió el gran letrero neón en el cual se leía la palabra "Motel". Después de una ducha había salido al pasillo a fumar un cigarrillo, jamás se había interesado por esos vicios pero demonios, se sentía corrompido.

Así que allí se encontraba, sólo, cansado, vistiendo únicamente una camisa blanca abierta que dejaba al descubierto su torso y unos boxers negros ajustados, sus pies descalzos sobre el dudosamente limpio y frío suelo mientras estaba inclinado hacia el frente apoyando sus ante brazos en el barandal metálico. La "maravillosa" vista daba al estacionamiento del lugar en el cual podía ver a un grupo de chicos alcoholizados sobre un auto escuchando "Rock you like a hurricane" y cantando demasiado alto para su gusto, se preguntó porque el no podía hacer aquello, porque se sentía tan decepcionado del mundo, talvez esa vida aislado de la multitud en un pequeño pueblo en medio del bosque y bajo la protección de su padre lo habían hecho crearse una idea errónea, su propia fantasía.

Bufando y sin molestarse en apagar el cigarrillo simplemente lo dejó caer y se dió la vuelta para entrar a su habitación cerrando la puerta sin poner el seguro, justo en ese momento la musica afuera cambió y en un volumen demasiado alto para su gusto se escuchaba "People are strange" de The Doors.
Caminó hacia el pequeño baño y se apoyó en el viejo lavamanos mientras se miraba en el espejo, su torso descubierto se veía un poco más delgado que antes, su rostro era el de una persona cansada y su largo cabello se encontraba despeinado cayendo sobre sus hombros, se sentía demasiado cansado. Dobló las mangas de su camisa hasta los codos y ató su cabello en una media coleta, se dispuso a salir del baño con el único fin de lanzarse a la cama, no se molestó en encender la luz del cuarto así que al apagar la luz del baño y salir a la habitación se encontró a oscuras, a penas una tenue luz colandose por los huecos de la ventana tapizada.