13 años

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Tenía 17 años y su vida era perfecta. Tenía una hermoso novio de ojos verdes y cabello castaño, lo amaba con locura e incluso a su corta edad ya habían planeado toda una vida juntos. También tenía al mejor amigo de todos, sabía que podría confiarle su vida entera a Vegetta. Lo que era mejor, los tres se llevaban de maravilla, nunca había sido incómodo estar juntos. Su vida era simplemente perfecta.

Hasta que sus padres le anunciaron que se mudarian, ese día su vida se arruinó, jamás quisieron decirle la razón de esto y por más que les pidio que le permitieran quedarse, no consiguió nada pues igual tuvo que empacar sus cosas.

Le juro a Rubén que volvería, volvería lo más pronto posible y le pidió que no lo olvidará, pues él jamás lo olvidaría.

Le pidió a Vegetta cuidara del castaño y que no dejara que le pasara nada. Un último abrazo, un último beso y un "no te olvidaré, regresa pronto" fue lo último que recuerda de ellos.

Su intención era regresar esas mismas vacaciones, pero no pudo hacerlo, en realidano no pudo regresar hasta muchos años después.

Su padre fue asesinado un par de meses después de haberse mudado, fue horrible, su madre se encerró en su tristeza, sabía bien cuánto se amaban e imaginaba lo duro que era perder a su amado esposo de esa forma. Sin embargo gracias a eso tuvo que trabajar a medio tiempo, de alguna manera debía conseguir comida y lograr pagar la luz o el agua, además de que no podía descuidar sus estudios.

Fue difícil y muchas veces quiso rendirse, no tenía a nadie que le ayudará de ninguna forma pues había perdido contacto con Rub y Veg al tener que vender su celular. Su madre jamás mejoro, solo se encerró hasta que su tristeza acabo con su vida.

Pero tampoco sucedió en unos meses, la tristeza terminó por matarla 5 años después, la verdad es que duro más tiempo de lo que pudo haber pensado.

Sin embargo fueron unos años muy duros, no supo cómo consiguió sobre llevar año tras año. Agradeció inmensamente que al menos se quedará con él hasta cumplir la mayoría de edad o no sabría lo que habria sucedido. Enterró a su madre justo a un lado de su padre, fue algo muy sencillo pues no tenía demasiado dinero y tuvo que gastar todos su ahorros en eso.

Ya nada lo ataba a esa ciudad, sin embargo no se atrevió a regresar a Karmaland, se sentía destruido, no podía regresar ahora ¿Qué haría? ¿Llegar y pedirle a Vegetta o a Rubius que le dejarán vivir en su casa? Por Dios no sabía nada de ellos, no podía hacer eso y aunque pudiera, no lo haría, no cómo se veía ahora. Esos años habían sido muy duros, no quería que lo vieran de esa forma.

Se centró en conseguir una beca para la universidad y lo consiguió, por suerte había muchos lugares cerca que contrataban estudiantes, además había dormitorios por lo que no tuvo que preocuparse más por seguir pagando el pequeño departamento que compartía con su madre, se llevó lo poco que valía la pena guardar y vendió todo lo que pudo, necesitaba dinero, los libros no eran exactamente baratos, además quería volver a ahorrar para regresar a casa, su verdadera casa.

Al final consiguió terminar su carrera con una buena nota, pero seguía sin tener dinero suficiente para ir y quedarse en algún lugar en lo que conseguía trabajo. Creyó que sería rápido el conseguir trabajo, pero se dio cuenta que era más fácil tener trabajos pequeños a que lo contratarán por su falta de experiencia.

Una noche harto de todo ese año fue a un bar, nunca había disfrutado de tomar alcohol, pero por alguna razón sentía que debía ir allí y tenía razón. En el bar se encontró a uno de sus ex compañeros, conversaron un buen rato de banalidades hasta que se tocó el tema del empleo, el otro chico al saber que no había encontrado nada aún le dio una tarjeta indicándole que llamase pronto.

Ruwigetta- One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora