Año nuevo

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Willy se sentía la persona más tonta del universo ¿Cómo era posible que fuera tan torpe como para soltar una confesión de esa forma?

Eran unos días antes de Navidad, sus amigos habían hecho una fiesta para celebrar dicha fecha y todos habían terminado borrachos, unos más que otros.

Willy era de los que más consiente estaba, así que se ofreció para llevar a sus amigos a casa, claro que ninguno se quería mover de donde estaban y el anfitrión se había ido a dormir un rato atrás por lo que nadie les podía decir nada si se quedaban.

Rubius fue el único que quiso regresar a su hogar, podría estar borracho, pero se preocupaba por sus mascotas, así que en cuanto escuchó a Willy ofrecerse para llevarlos a casa, no dudó en aceptarlo.

Se habían quedado sentandos en la entrada durante un rato, hacía algo de frío, pero el cielo se veía tan hermoso que ninguno quería moverse de allí.

– Rub, Debo decirte algo.- dijo nervioso el de ojos achinados volteando a verlo.

El castaño estaba aún algo borracho por lo que solo ladeó la cabeza prestando atención a lo que su amigo diría.

– Me gustas, desde hace tiempo que me gustas y sé que...- no pudo terminar de hablar pues Rub de encontraba vomitando en sus zapatos.

Después de eso lo llevo a su habitación para cambiarlo de ropa y acostarlo a dormir, una vez estuvo seguro de que no volvería a vomitar se fue de allí y ese mismo día, pero un poco más tarde salió del pueblo para visitar a sus padres, no tenía el coraje de ver a su amigo a la cara, incluso si este no recordaba nada.

¿Cómo había sido tan torpe para decirle eso? Además Rub salía con Vegetta... Era un mal amigo, no había dudas de eso.

Regreso a Karmaland el día de año nuevo, al parecer Fargan había hecho su fiesta anual por esa fecha, la hacia desde hace un par de años pues fue en esa fiesta en la que consiguió hacerse novio de Alexby, así que era su forma de celebrarlo.

Por desgracia o quizá suerte llegó ya muy tarde a la fiesta, además se sentía cansado y hambriento por lo que fue directo a la cocina para asaltar el refrigerador.

– ¡Rata! Pensé que no venías.- escuchó una voz a su espalda, no hizo falta voltear para saber de quién se trataba.

– Apenas regrese, no creí que se me hiciera tan tarde.- abrazo a su amigo mientras le daba una mordida al sandwich que se había hecho provocando una risa divertida en el contrario.

Se adentro un poco más a la fiesta platicando de vez en cuando con alguno de sus amigos, no veía por ningún lado al híbrido de oso, ni a su amigo de ojos amatistas.

Intentaba no sentirse mal al respecto, pero le costaba un poco.

Una hora después de su llegada, ambos aparecieron por fin, intento acercarse a Rub para hablar de lo que había sucedido, pero apenas cruzaron miradas este tomo la mano del de cabello negro y lo llevo a otro lado alejándose del albino.

De acuerdo, eso de verdad le había dolido, se quedó el resto del tiempo en la esquina de un sofá, comiendo y bebiendo mientras veía a todos platicar e incluso bailar.

En algún momento Fargan apagó la música para comenzar a gritar, casi era año nuevo.

¡Diez!

Pudo ver a los que faltaban aparecer en la sala, reuniéndose para celebrarlo todos juntos.

¡Nueve!

Algunos incluso buscaban a otras personas, pues se había hecho una especie de tradición besar a la persona que te gustaba a la media noche.

¡Ocho!

Rubius y Vege estaban tomados de la mano, parecía que buscaban a alguien, pero estaba tan centrado en ver sus manos juntas que no prestó mucha atención a lo demás.

¡Siete!

No, se engaña a ver como todos besaban a su persona especial. Se sentía un poco celoso al respecto.

¡Seis!

Se levantó de su lugar y camino hasta la salida.

¡Cinco!

Salió de la casa metiendo las manos en sus bolsillos para cubrirlos del frío.

¡Cuatro!

Volteó hacia el cielo suspirando, le recordaba a esa mañana en la que se declaró tan impulsivamente.

¡Tres!

Escuchó la puerta abrirse a su espalda, pero no le prestó atención, quizá alguien más quería evitar el ambiente tan feliz de adentro.

¡Dos!

–  Willy- escuchó un par de voces detrás de él, volteó confundido para encontrar a sus amigos caminando hacia él. ¿Que hacían allí? Deberían estar dentro listos para dar inicio al año, no afuera con él y ese horrible frío.

¡Uno!

– ¿Qué pasa?- no obtuvo respuesta, al menos no una verbal pues sin darse cuenta en que momento había sucedido, ambos chicos se habían acercado lo suficiente para dejar de tener frío, los tres se encontraban demásiado juntos ¿Y como no estarlo cuando compartían un beso?

Rubius tenía sujetos de la ropa a ambos, mientras que Vegeta tenía una mano en la cintura del castaño y la otra en la nuca del albino y Willy... Willy apenas y respondia el beso de los sorprendido que estaba.

–¿Qué fue eso?- pregunto aún muy confundido después de separarse del beso.

– Pensé en lo que dijiste y lo hablé con Veg.- responde el más bajo abrazando el cuerpo de su novio.– Me gustas... pero también me gusta Vege y estaba confundido porque no pensé que sintieras eso, así que lo hablé con él.

– A mí no me gusta, bueno no cómo le gustas a Rub, pero no me molesta la idea de salir contigo.- dice el de ojos amatistas alzando los hombros como quitándole importancia al asunto.

– ¿Qué?- seguía confundido, estaba seguro de que trataban de decirle algo, pero su mente seguía pérdida en el beso y la sensación que le dejo.

Rubius comenzó a reír divertido por la cara que tenía el albino, se acercó a él y lo tomó por las mejillas para poder besarlo.– ¿Quieres ser nuestro novio?

– ¿De los dos? ¿Cómo... Cómo na relación los tres?- mira hacia el mayor el cual asiente a lo que dice y después baja la mirada al chico que aún lo tenía sujeto de las mejillas.– Si... Si, me encantaría.

Vegetta se acercó a ambos para rodear los con sus brazos.

Se sentía feliz, no había esperado empezar de esa forma el año, pero en definitiva era el mejor año nuevo que jamás había tenido.



Ruwigetta- One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora