"Son dos mentiras, dos mentirijillas destinadas a tranquilizarse mutuamente.
Pero asi empiezan algunas mentiras. Simples mentirijillas. Bienintencionadas. Hasta que se vuelven demasiado gordas y ya no hay modo de manejarlas."
-Jane Corry
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—Llegué. —Dijo ___ al entrar a su casa. Su hermano ya se encontraba en la sala de música, esperando a la llegada de la pelinegra.
La joven subió las escaleras hacia donde se encontraba Adam, estaba ansiosa. Tocar todo tipo de instrumentos siempre fue uno de sus pasatiempos favoritos, pero cuando Adam interfirió empezó a instruirla diariamente, y lo que antes le daba felicidad, ahora solo lo hace para complacer a su hermano.
—Por fin llegaste. —Dijo el peliazul al ver a su hermanita pasando por la puerta. —Vamos ___, quiero ver si las hora de sueño restantes ayudaron a que mejores tu técnica.
La joven no hizo más que dejar su mochila bajo el piano, sentarse, y cerrar los ojos para poder concentrarse. Recordar cada nota no me resultó nada difícil. Y así sin más, comenzó a tocar.
La sonata "Claro de Luna" fue escrita por Beethoven en 1801, y publicada en 1802, la historia atrás de esta es emocionante.
Cuentan que Ludwig van Beethoven estaba pasando por una depresión después de haber sufrido grandes complicaciones. El compositor no levantaba cabeza y estaba tan desesperado que se planteó acabar con su vida.
En plena mala racha, un día se encontró con una chica ciega. Abriéndose a ella le explicó sus problemas y sus ideas de desaparecer. Ella le contesto que si bien él deseaba quitarse la vida; ella, por otro lado, daría su vida por poder ver una sola noche más la luna.
Las palabras de la joven se clavaron en la mente de Beethoven. No podía parar de pensar en que al lado de lo que ella contaba. Su problema se había minimizado y comenzó a valorar todo lo bueno que tenía en su vida.
Conmovido por la historia de la chica, se animó a componer la sonata "Claro de Luna". De esta manera, aunque la chica no pudiera ver la luna, podría oírla.
Terminada la pieza, se escucharon aplausos en la habitación.
—Eso fue... Perfecto. —Dijo Adam mientras se acercaba a la chica. —Sabia que dándote un empujoncito podrías mejorar, hermanita. —Finalizó inclinándose a la a la altura de la menor y tocando levemente la punta de su nariz con la yema de su dedo. —Ve a descansar, seguramente debes tener sueño.
—Si... Adam. —Dijo ___ levantándose y yendo a su habitación.
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