"Son dos mentiras, dos mentirijillas destinadas a tranquilizarse mutuamente.
Pero asi empiezan algunas mentiras. Simples mentirijillas. Bienintencionadas. Hasta que se vuelven demasiado gordas y ya no hay modo de manejarlas."
-Jane Corry
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Paso una semana luego de lo ocurrido, ___ había pasado su cumpleaños junto a sus amigos. Lamentablemente no recibió ese saludo que tanto había anhelado, pero he de admitir que por un momento se olvidó de todos sus problemas y supo disfrutar el momento.
Ahora se encontraba en su casa, sentada en una mesita frente al tocador, mientras una de las sirvientas de la casa le hacia un peinado discreto pero bonito.
-Ya ha llegado el dia pequeña ___, ¿Como te sientes al respecto? Veo que has practicado mucho últimamente- Le dijo la castaña.
-Me siento... Rara, el tiempo paso muy rápido, no se si estoy lista- Respondió cabizbaja la pelinegra.
-Usted es una jovencita muy talentosa, se esforzó mucho para que la sonata sonara perfecta, usted es increíble- Volvió a hablar la mujer, la cual había terminado de peinarla -Ya estas lista linda, ya puedes irte-
-Gracias Gabi, deseame suerte- La ojicarmesí se paro para luego agarrar su mochila, donde se encontraba el vestido rojo que le había regalado Cherry, entre otras cosas.
Se dirigió a la salida de su casa, donde la esperaba su hermano y Tadashi dentro del auto.
Entro rápidamente y cerro la puerta.
-Ya era hora de que llegaras, Tadashi, vamos- Dijo el peliazul al ver que la menor ya se encontraba dentro del vehículo.
-Si Ainosuke-sama-
El azabache se encontraba en el restaurante de Joe, mientras veía como el hielo se derretía en su bebida, pensaba en todo lo que había sucedido últimamente.
-En que piensas niño- Hablo el peliverde mientras secaba los platos.
-En todo...- Soltó el ojiverde sin pensar.
-¿La extrañas?- Preguntó.
-Mucho, de verdad-
-¿Que te impide estar con ella? Tu mismo construyes las murallas que evitan que estén juntos- El ojimiel dejo los platos para acercarse al menor.
-No quiero seguir dañandonos, los dos la pasamos mal, creo que es mejor estar lejos unos del otro, aunque duela-
-Mira Miya... Este es mi mejor y último consejo. Aprende a perdonar, porque tu también te equivocas- El ojimiel miro atentamente al ojiverde.
-¡Ustedes se ven muy bien juntos! Tal vez se hayan equivocado y no hayan tomado las mejores decisiones, pero lo que importa es que se quieren, y mucho- Dijo el pelirrojo entrando al lugar y metiéndose en la conversación.
