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Lo primero que me llamó la atención fue un nuevo montoncito de cristales lilas como la primera vez, delante de mi puerta. Esta vez creí que Rob lo había puesto para hacerse notar, pero cuando Stare lo vio, empalideció. Se agachó observándolos con detalle, y se guardó un par en el bolsillo sin decir nada, guiándome hasta el comedor.

Aún llovía, era temprano para cenar, aunque solo estábamos allí para olvidarnos de nosotros mismos y fijarnos en otros temas. Veíamos a la gente con pequeños aparatos hechos por FATE para facilitar la vida de quienes lo necesitaban y para aquellos que querían presumir, era un tanto enorgullecedor ver nuestros productos en uso del pueblo.

Algo iba mal, se notaba en el aire, en la mirada de la gente... O me estaba volviendo loca, o unas diez personas en el interior de aquél restaurante planeaban algo. Estaba entrenada para no fiarme de nadie, para estudiar cada uno de los movimientos de las personas a mi alrededor, analizar los detalles, y aquello me parecía extraño.

- Tú también lo has notado, ¿verdad? -Stare continuaba mirando a su alrededor con atención.

- Sí, creo que no deberíamos quedarnos aquí, almenos no tan cerca del centro.

- Tienes razón, vamos. -me llevó hacia la puerta que daba al pasillo del hotel.

Vi que el hombre escribía a toda prisa en su teléfono para avisar a alguien, supongo. Al cabo de un rato espiando cada acción de los allí presentes, pudimos entrever que se iban pasando información entre ellos. ¿Eran los DEAD? Todo apuntaba a que sí, eran los únicos que actuarían de forma tan estúpida delante de todo el mundo. ¿Pero qué estaban planeando?

- Ya estoy aquí, ¿qué ocurre? -Rob llegó al poco rato.

- Ahora te explico, joven. Cassie, ¿podrías ir a por tus cosas? Nos iremos antes de que esto empeore.

Le hice caso solo porque no quería volver a cruzar una palabra con el chico, aunque me di prisa en recoger lo que tenía... ¿Es que acaso me había traído algo conmigo a parte de las dos maletas? No, pero daba igual, cuanto más tiempo pasara alejada de aquél individuo, mejor. Al volver, Rob ya estaba enterado del tema, era el momento de irnos, el reloj marcó las nueve de la noche, y nos dirigimos hacia la salida en silencio.

- Señoras y señores -comenzó a hablar una voz femenina desde un micrófono mal sincronizado -, estamos aquí para presentaros nuestro nuevo proyecto, una respuesta a FATE, pero al contrario de ellos y su secretismo caradura, nosotros lo enseñaremos a nuestros clientes reales, ¡ustedes, los ciudadanos!

Se escuchaba de lejos el anuncio, aquella mujer se mostraba orgullosa de hablar en aquél lugar y soltar cualquier mala reseña a nuestra empresa. Nos quedamos para escuchar mejor, ambos varones se colocaron ante mí protegiéndome, me ofendía. Aparté a Stare hacia un lado para observar aquella joven, sabíamos perfectamente quien era, Carel, la mismísima Presidenta de DEAD. Estaba ante nosotros, en el mismo hotel, y no la habíamos visto hasta entonces. Entonces, Stare me volvió a apartar a mí, Rob hizo un gesto de entrar al restaurante de nuevo, pero el supervisor lo agarró con fuerza. Al lado de la mujer había otra persona, un individuo alto, con cara de pocos amigos.

- Este tipo estaba en nuestra reunión. -dijo con voz amenazadora. -¿Verdad, KC?

- Sí, lo recuerdo porque era el que más pregunta nos hacía, me pareció un poco raro aunque creí que era por ser un nuevo representante recién contratado. Me llamó la atención su mirada curiosa, pero ¿qué diantres está haciendo allí?

Nos miró, dirigiéndonos una fría sonrisa que recordaba más a un demonio que un humano. No me gustaba aquello, a ninguno de los tres, y fue justo en aquél momento cuando supimos que DEAD acababa de ganar la primera ronda.

Carel continuó hablando sobre un misterioso proyecto que aún estaban por desarrollar, no habían diapositivas de guía, ni material sobre ninguna mesa, todo eran palabras y promesas de un mundo mejor, una explicación de un producto invisible y capaz de cambiar el mundo... Sin pruebas de ello.

- Vale, dejadme contactar con el Presidente, esto se nos está yendo de las manos.

Stare nos dejó a solas escuchando el diálogo entre Carel y el supuesto representante de alguna empresa filial de FATE, cuya tapadera acababa de tirar por la borda ante nosotros. Explicó todo lo que había visto en nuestra reunión, detalles, funcionamiento, nombre de nuestra máquina que aún tardaría unas semanas en ponerse a la venta. No entendíamos nada aún tenerlo ante nosotros, era como si hablaran en código, pero los ciudadanos del público no lo entenderían, ¿entonces a quiénes les estaban hablando?

Unos pasos detrás nuestro nos alertaron de la presencia de alguien más, Rob y yo esperábamos que fuera Stare, pero en vez de él solo pudimos ver un par de siluetas oscuras golpeándonos en la cabeza con algún objeto.

Unos pasos detrás nuestro nos alertaron de la presencia de alguien más, Rob y yo esperábamos que fuera Stare, pero en vez de él solo pudimos ver un par de siluetas oscuras golpeándonos en la cabeza con algún objeto

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Hiding On Land of DEAD, FATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora