Capítulo 10

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KAIA

-Y lo último que recuerdo es que estábamos buscando sobrevivientes hasta que Klauss señaló mi brazo y ya no supe más hasta el día de ayer.- En ese momento recordé lo que creo haber soñado >>¿Debería decírselo? <<.

-¿Algo más que agregar, soldado?- preguntó el capitán.

Lo pensé por un momento, el sueño de Zeke queriéndome matar, aquel lugar tan extraño con tantas personas, la mujer que me observaba mientras caía."-Antes de que regreses debes prometer que no le hablarás a nadie sobre este lugar" recordé la voz que me tomó la mano y me dijo que no hablara de aquel lugar del cual caí. No sabía lo que significaba, >>De seguro son sueños y nada más <<. La mente puede llegar a crear cosas que no creíamos capaces de imaginar o si quiera pensar así que decidí no hacerlo.

-No, capitán, sólo eso.- No podía ver a nadie a los ojos, me sentía fatal, si no hubiera enfrentado a la Ackerman probablemente Gabi y Falco seguirían aquí, al recordar a los dos dirigí mi mirada a los presentes, a mi derecha sentado, con los puños cerrados sobre la mesa y con una mirada de ira dirigida hacia mí se encontraba Colt. Al cruzar miradas bajé la mía, aunque no dijera nada sabía que pensaba. A su derecha Porco miraba hacia la mesa, cabizbajo. A mi izquierda estaba Reiner con una mirada decidida, ya había hablado lo suficiente para saber su posición ante este problema "–Zeke debe tener algo en mente y debemos preparar una emboscada a la isla Paradis". Seguro estaba más alterado que nadie en esta sala pero se mantenía calmado y con la mirada baja. Pieck también se veía atormentada pero mantenía esa compostura tan calmada de siempre.

-Entonces está claro que la teoría de Pieck es correcta, él junto con los restauradores idearon este plan, al tener contacto con los eldianos de la Isla, aunque no sabemos cómo los convenció. Estamos seguros de algo: debemos prepararnos y atacar.- Tenía aún una pizca de esperanza de que las cosas eran al revés, pero ya estaba cansada, no sé si por las medicinas o el cansancio emocional de toda la situación pero las palabras del comandante sólo decían una cosa: Zeke es parte del enemigo y no vamos a descansar hasta ganar.- Considerando que tenemos en nuestras manos las armas de los enemigos, podremos saber cómo contraatacar, Scheck, el puesto de jefe de mecánica ahora es tuyo, no hay tiempo para formalidades, ahora tu misión es idear nuevo armamento para contrarrestar el del enemigo y también es necesario que nos ayudes a entender cómo funciona para estar preparados. Por lo visto tuviste un encuentro cercano con la forma en que funcionan, tú eres la indicada, las circunstancias lo ameritan pero recuerda tu lugar guerrera, no aceptaré ningún tipo de insubordinación ¿Queda claro? –

-S-si.- Me cayó como balde de agua fría, sabía cómo funcionaba el equipo y recuerdo que algunos de los enemigos traían consigo cuchillas y otras armas de fuego pero sentía que algo faltaba. ¿Con qué causaban aquellas explosiones? En la mesa sólo estaba el tanque, el tambor para el cable, la pistola y los arneses para amarrarlos al cuerpo. Claro que existen las granadas pero recuerdo haber visto un tubo metálico antes de que llegara la explosión después de bajar de la camioneta. Además estoy segura de que la explosiones eran principalmente dirigidas hacia los titanes, con balas es imposible penetrar la piel de los titanes presentes. Explosivos que se puedan clavar en la piel del titán pero que den el suficiente tiempo para que no detonen tan rápido como para dañar al portador. Unas lanzas que se activen después de clavarse en el objetivo y una explosión los suficientemente fuerte para dañar la piel de un titán. Era una tarea difícil pero no imposible, lo que me preocupaba era el tiempo.

-¿Si, qué soldado? –

-Sí, señor, sólo tengo una pregunta- Asintió dándome a entender que siguiera.- ¿De cuánto tiempo dispongo?- Lo pensó por un momento antes de darme la respuesta.

Unsere Pflicht  | Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora