Escucho un ruido en la sala y abro los ojos lentamente. Me siento y agarro mi celular para ver la hora. ¿Las dos de la tarde? ¿Cómo he podido dormir tanto? Y es ahí donde recuerdo... ¡Daniel! Lo mataré por dejarme dormir. Debería prender el Wifi para comunicarles a las chicas que todo fue una falsa alarma. Talves una casi falsa alarma, de esa bitch si me vengaría. Pero antes debo bajar a desayu-almorzar algo ya que mi estómago no para de rugir.
Voy al baño para asearme y sujetar bien mi cabello enredado. No tengo ganas de peinarme. Así que vuelvo a improvisar un moño.
-Listo, perfecta -doy un besito a mi imagen en el espejo y salgo de allí.
Tal y como me lo esperaba, el idiota viendo televisión. Con razón se olvido de mí. Bajo las escaleras y camino donde proviene el ruido que interrumpió mi sueño.
-Atrapado con las manos en la masa, señor infantil.
Daniel se voltea y al verme casi cae al suelo. Agarra el control y cambia rápidamente de canal. Es demasiado tarde para aquella reacción. Ya sé lo que estaba viendo. No puedo evitar reír. Es un maldito infantil.
-Te juro que hay una explicación lógica -me dice Daniel avergonzado, sus mejillas se han vuelto rosadas.
-Claro, claro. Seguramente -. Contesto pero no puedo evitar reír a carcajadas esta vez.
-No es gracioso.
Daniel me mira y sonríe al verme disfrutar de su bochorno. Pero sinceramente no puedo parar. Es como si la risa me hubiera poseído. Lo peor es el dolor en mi estómago. Me duele horrores pero la risa no para. Y en breves segundo me hallo tirada en el piso riendo mientras Daniel me observa con confusión. Se levanta y se acerca a mí. Oh oh, esto no es bueno pero jajajaja no lo supero jajaja debería dejar de reír pero... jajajajajajajaja. Me agarra ambas muñecas de tal modo que me encuentro como su prisionera. Y continuo en el suelo. Sin corpiño. Y con un camisón que se me ha subido ligeramente por el muslo.
Paro de reír.
-Eso no fue gracioso -sentencia pegando su frente a la mía.
-Para mi lo fue, y mucho.
Sonrío y él también me devuelve una sonrisita sobradora. A continuación se da vuelta y se echa encima de mí.
-¡Hey! Me estás aplastando -me quejo.
-Es mi venganza.
-Pero...
-Pero nada, señora burlona.
-Habla el fan number one de Discovery Kids.
Al decir aquello vuelvo a reír. Y el dolor en mi estómago se intensifica al tenerlo encima. Daniel se levanta y suelto un supiro de alivio.
-No debiste decir eso.
Que miedo jajaja
Ok. Talves si tendría que tener miedo. Se pone en su antigua posición donde me tenía prisionera y me muerde el cuello. Yo no puedo moverme. Suelto un gemido al sentir sus dientes sobre mi piel. El cuello era mi debilidad y él lo sabía. Intento safarme como sea. Daniel comienza a reír y se aparta no sin antes darle un beso a esa zona que seguro ya estaba roja.
-No... debiste... hacer... eso -consigo decir en susurros.
-Lo sé. Ví tu cara de exitación -me suelta explotando en carcajadas.
-Si serás... ¡idiota! -gritó presa del enojo.
Daniel se aparta y comienza a rodar sin poder contener la risa. Me levanto y voy hacia él. Se metió con mi debilidad. Me las pagará.
Me sientó en sus piernas y agarro sus manos. Sus risas se van apagando. Su sonrisa se esfuma. Sus ojos de abren más. Su boca se curva en una o. Comienza a saltar y moverse para poder salvarse. No lo lograra.
-Así que... ¿quieres jugar verdad? -le suelto una mano y le tocó rápidamente la panza. Su zona débil. Ya no puede moverse. Solo me lanza una mirada desesperada suplicandome piedad.
-No, por favor.
-Debiste pensarlo antes.
Le levanto la remera. Y rozó con la punta de mis dedos sus boxers rojos. Lindo color. Sé que podría detenerme. Pero no lo hace. Con mi mano empiezo a hacerle cosquillas en la panza. Daniel no para de reír y suplicarme que pare. Mientras tanto nuestras manos continuan entrelazadas. Eso me jugó en contra. Con un rápido movimiento él vuelve a tener el poder y yo vuelvo a ser su prisionera.
-Yo no quería jugar pero... ya empezaste el juego.
Sonríe con picardía. Eso no es bueno.
¡MIERDA!Gracias a todos por leer *-*