Aurah [Rauw Alejandro] [COMPLETA]

Capitulo 5

1:45AM

Dormirme se me estaba haciendo, imposible ya que mi mente no logra calmarse. Todo lo que ha estado pasando estos últimos días me tiene mal. Esa pesadilla que tuve el otro día me desconcertó tanto, que todavía no he podido ni siquiera intentar terminar el coro de el tema. Y la discusión que tuve con Rauw en la tarde empeoro el desastre que tengo en la mente.

Malvina empezó a ladrar, cuando el sonido de el timbre retumbó por toda la casa. Me levante de mi cama y baje las escaleras para ver quien está tocando la puerta a esta hora. Cuando llegue a la puerta me asomé por la mirilla, y rode los ojos al ver que la persona tocando la puerta era Raul.

—¿Que quieres?.—le pregunté de mala gana, al abrir la puerta.

—¿A ti que te pasa?.—entro a la casa.

—Lo mismo te pregunto yo a ti hace unas horas me formaste un lío y ahora vienes a hacerte el bueno, ¿acaso eres bipolar?.

—Si alguien es bipolar aquí eres tú.—rio sarcástico.

—Si tu lo dice.—lo mire seria.—¿Te puedes ir por favor?.

—No.

—Raul hablo en serio, a tu novia no le va a gustar que estés aquí y yo no necesito que se moleste, porque capaz y te viene con sus cuentos otra vez.

—Aurah chica, no seas así.

—¿Que no sea como?.—le pregunto.—Me encojona que la gente no me crea, y mas aun tu, que me conoces prácticamente desde que nací, vienes y me dices que no me crees para después venir para acá y actuar como la santa paloma.

—Perdóname.

—No tengo nada que perdonarte, es solo que no quiero más problemas. Y por más estúpido que suene, hagámosle caso a tu novia y mantengámonos alejados.

—¿Estas hablando en serio?.

—Si, no necesito más gente reclamándome cosas, para eso están Hueso, Vicky, la tía Caro, y a veces tu mamá.

—¿Por que no estoy yo en esa lista?.

—Porque tu nunca me reclamas nada, siempre me has apoyado en todo por más que sea la cosa más estúpida de el mundo.

—Bueno va a ser la primera vez que no te apoye en algo, eso sería demasiado. Aurah tú no puedes vivir sin mi y yo tampoco puedo vivir sin ti.

—Está bien. Pero igual vete, es demasiado tarde y intento dormir.

—Pero no estabas dormida.—soltó una risita.—Dale Auri, déjame quedarme.—suspire.

—Te puedes quedar pero no vas a dormir aquí.—me senté a su lado en el sofa.

—Ajá como digas, ahora cuéntame, ¿por que no estabas dormida?.—me miró interesado.

De verdad que a este hombre le fascina un chisme.

—No podía dormir, no se me estrese, y mi mente no se quedaba quieta.

—Lo siento.

—¿Por que?.

—Porque probablemente fui yo el que te estreso con mis idioteces.

—No es tu culpa, bueno si lo es, pero no es solo tu culpa ósea la pesadilla que tuve el otro día, también el coro insoportable ese que no se deja escribir ya me tenia mal, lo tuyo fue como la gota que derramo el vaso.

—Enséñame la canción para ver si por fin te ayudo y sales de eso.

—No ahorita no, es tardísimo y me da pena contigo ponerte a trabajar ahora.

—Aurah nena yo he trabajado hasta aun más tarde, no me cuesta nada ayudarte.

—Está bien, voy a buscar mi laptop.—me levante y fui a mi habitación.