Capitulo 22 (Final)

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Meses después...

Ya no falta casi nada para tener a mi bebé en mis brazos, estoy muy emocionada por todo lo que está pasando. He estado pensado mucho estos últimos días y solo tengo que decir que estoy muy agradecida por todas las cosas que tengo en mi vida, tengo salud una familia que me quiere y me adora, pero sobretodo felicidad.

Desde chiquita he considerado que la felicidad es una de las cosas más importantes en la vida, cuando uno está feliz todo sale mejor. Si, hay muchas situaciones que no dejan que uno sea feliz, hasta la cosa más estúpida puede lograr cambiar el humor de una persona, lo importante es no dejar que eso te cambie el humor o tu manera de querer vivir la vida.

Ahora mismo estaba sentada en nuestro patio tomándome un té mientras veía a Rauw jugar con Taro y Malvina, se me había vuelto costumbre desde que me entere que estaba embarazada tomarme un té todas las mañanas sentía que me calmaba y me ayudaba a llevar mi día con más tranquilidad, también me ayudaba a combatir el no poder tomar café.

Cuando termine de tomármelo me levante dispuesta a lavar la taza, pero al levantarme sentí como un líquido corrió por mis piernas hasta llegar al suelo creando un pozo.

—Raúl.— grite llamándolo, cuando llegó a donde estaba me miró preocupado y yo solo señalé el suelo como respuesta.

—Ay Dios mío.— agarro mi mano y me ayudo a caminar hacia adentro de la casa.—Taro, Malvina vengan.— los llamo y cerro la puerta de el patio con seguro cuando el entro. Subió las escaleras y camino hacia nuestra habitación y regreso con la maleta que habíamos echo para el hospital.—¿Estás bien? ¿Necesitas algo?— me pregunto acelerado y preocupado.

—Amor cálmate, todo esta bien, yo estoy bien.

—Okay.— respiro y saco su teléfono de su bolsillo.—Vamos para el hospital, se le rompió la fuente a Aurah.—le hablo al teléfono.

—¿A quien le mandaste eso?— le pregunté respirando intentando calmarme y soportar los dolores. Taro y Malvina se acercaron a mi y yo pase mi mano por sus cabezas.

—Lo mande al grupo que hicimos el otro día.— acaricio las cabezas de nuestros perritos como despedida, agarro la maleta y luego se acercó a mi tomando mi mano ayudándome a salir de la casa y subirme en el auto.

(...)

Narra Rauw.

Hace alrededor de una hora llegamos al hospital, ya Aurah estaba acostada en la camilla en una bata de hospital y un poco de cables conectados a ella. Por su cara se notaba que ya no aguantaba el dolor, quería sacar a la nena de una vez por todas pero todavía no se podía. Yo estaba sentado a su lado acariciándole la mano "intentando calmarla", pero todos sabemos que el que necesita calmarse soy yo, estoy casi seguro de que en la cara se me nota lo nervioso que estoy.

Hueso, Victoria, la tía Caro, y mi mamá llegaron hace un rato y están sentados juntos en el sofá qué hay en la sala de espera que esta afuera de la habitación. Paola está en un vuelo en camino hacia acá, ya que estaba en Miami con una amiga haciendo unas diligencias.

—Solo respira.— le digo a mi jeva mirándola y pasando una servilleta por su frente secándole el sudor. —Se que duele pero piensa en que vamos a estar juntos los tres después de todo esto. Te prometo que va a ser más fácil de lo que parece.

—Raúl tengo que pedirte algo.— la mire.—Por favor hazme caso en lo que te voy a pedir.

—Dime amor, me estás asustando.

—Si llega a pasar algo en el parto la vida de nuestra bebé primero. ¿Okay?

Odio que hable de estas cosas, todo su embarazo fue perfecto y no tiene porque preocuparse por estas cosas. Los mismos doctores han dicho que todo va a salir bien.

Aurah [Rauw Alejandro] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora