Aurah [Rauw Alejandro] [COMPLETA]

Capitulo 7

Narra Rauw.
10:54PM

—¡Raúl!, ¿cómo está Aurah?.—me pregunto Carolina, quien estaba entrando a la sala de espera con Francis, Paola y mi mamá detrás.

—No se, no me han dicho nada.—solté con frustración, llevo más de dos horas aquí y no me dicen absolutamente nada yo solo quiero saber cómo está y porque le paso esto.—Solo se que la están operando, más nada.

—¿Como estaba ella antes de desmayarse?.—me preguntó Hueso. 

—Yo no se, yo me baje de el carro para ver que había pasado con el caucho y le dije que se quedara adentro pero cuando se bajo estaba muy acelerada y hasta pálida.

—¿Como era la carretera donde se quedaron parados?.— preguntó la tía Carolina.

—No se, estaba muy oscura y no pasaban muchos carros.—ellos se miraron entre sí.—¿Por que?.

—Eso es algo que te tiene que explicar ella.

—Francis porque no solo me pueden decir ustedes, siento que todos aquí saben que le pasa menos yo.

—Yo no se.— soltó Paola.

—Yo tampoco— dijo mi Mamá.

—Eso es algo muy personal de ella, si alguien va a decir algo sobre eso va a ser Aurah, nadie más.

—Francis, no crees que deberíamos decirles?. Eso era un secreto porque nunca había pasado nada pero ahora qué pasó esto tienen que saberlo.

—No mamá, cuando Aurah esté consciente que les diga ella. La única persona que puede decidir quien sabe y quien no es ella, no le vamos a quitar eso.

—Paola acompáñame a buscar café.— dijo mami levantándose de la silla donde estaba.

—¿Familiares de Aurah Berry Spear?.— Carolina se acercó a el doctor.

—¿Ella esta bien?.— pregunto preocupada.

—Ya salió de la cirugía, está estable y consiente.

—¿La podemos ver?.—pregunté.

—Si pero tienen que tener mucho cuidado con ella y que no sienta emociones fuertes por el momento, puede ser peligroso para ella. Esta en la habitación 304.

—Gracias.

—Raúl, anda a verla tú.—me pidió Hueso.—Se que le alegraría verte a ti primero.

—Esta bien.—camine hacia su habitación.—Hey.

—Hola.

—¿Como te sientes?.

—Bien ¿y tu?, de seguro te metí tremendo susto.

—Estoy mejor ahora que ya despertaste y se que estás bien.

—Creo que te debo una explicación.

—Si, pero dejemos eso para después acabas de salir de una cirugía no te quiero presionar.

—Ale estoy bien no te preocupes, prefiero salir de esto ahora.

—Okay.—agarre una silla y me senté al lado de la camilla.

—Desde que nací he tenido problemas en el corazón y lo teníamos controlado, pero el día que mataron a mis papás me dispararon en el corazón. Esa vez, lograron salvarme pero mi condición se volvió más delicada. Desde ese día he tenido ataques de pánico, por el trauma que me causo esa situación; con el paso de los años he logrado controlarlos. Hay ciertas situaciones, lugares o sonidos que los desencadenan y el lugar en el que estuvimos hoy se parecía muchísimo a el lugar donde pasó todo y que fuera de noche me asusto aun más de lo que ya me había asustado lo sola que estaba la calle. Todo lo que vi me causó un ataque de pánico que no pude controlar y me termino causando un infarto. Gracias a Dios salí bien de esta situación pero no puedo arriesgarme a que algo así me vuelva a pasar, ya que pues, puedo perder la vida.

—Auri, ¿por que nunca me dijiste nada?.

—Porque se suponía que lo tenía controlado y no tenía sentido preocuparte con mis estupideces, ya era suficiente con tener a mi tía y a Hueso encima mío siempre preguntándome si ya me tome mis pastillas, si estoy bien, si me siento mal. No necesito a alguien más preocupándose por mi. Por favor no vayas a pensar que no confío en ti solo porque no te dije nada, nadie sabía solo las personas que han vivido conmigo saben porque no había manera de ocultárselo a ellos.—ella soltó un par de lágrimas.

—Aurah no pienses jamás que tus cosas son estupideces, me importas mucho y no se que haría sin ti.—pase la yema de mi pulgar por su mejilla, en un intento de secarle las lagrimas.

—Discúlpame por no contarte, tal vez pudimos haber evitado esto.

—No te tienes que disculpar, no pasa nada, no te preocupes por lo que pudo ser, ahorita lo importante es que te mejores.

—Te quiero.

—Yo más mi niña, yo más—deposite un beso en su frente.