Capítulo 10

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A la mañana siguiente, Harry se despertó perezosamente. La noche anterior se había ido bastante tarde a dormir, pero si quería que nadie sospechara de él debía aparecer en el desayuno a la vez que los demás. Teniendo en cuenta cual era su situación en esos momentos, no podía permitirse obtener un castigo y perder puntos de su casa.

Se levantó y se dirigió al baño con una muda de ropa, una túnica y unos zapatos. Quince minutos después volvió a la habitación, que era ocupada únicamente por Neville. Su amigo estaba terminando de ponerse los zapatos y vigilaba como su rana comía unas moscas muertas.

- Buenos días Harry - lo saludó - ¿Bajamos a desayunar? Me muero de hambre.

Harry asintió y los dos Gryffindors salieron de la habitación. Caminaron hacia el Gran Comedor hablando de temas insustanciales, como harían dos adolescentes de catorce años: sobre que equipo apoyarían en el Campeonato Nacional de Quidditch, sobre qué preferían para desayunar, sobre cómo llevaban el trabajo de Pociones y la redacción de Transformaciones...

Pero cuando llegaron al Gran Comedor esa atmósfera de normalidad se rompió de golpe, como si hubieran clavado una aguja a una burbuja de jabón gigante. Todos los alumnos que estaban desayunando, que eran una gran mayoría del alumnado, se giraron para verlo. Muchos lo miraban con agresividad, con miradas que no denotaban ningún sentimiento aparte de la ira. Los demás lo miraban con una mezcla de apoyo y compasión. En todas las mesas de los alumnos de Hogwarts se notaban los diferentes criterios de los alumnos, pues todos los que parecían apoyarlo se encontraban agrupados y había un ancho espacio entre ellos y aquellos que le dirigían miradas hostiles. Y por supuesto, en todas las mesas había algún grupo de alumnos que parecían indiferentes.

En la mesa de Slytherin predominaban las miradas amenazantes, todas dirigidas de alumnos agrupados alrededor de Malfoy y su habitual séquito. Aproximadamente dos tercios de la mesa estaban lo más cerca posible de él, en el extremo de la mesa más próximo a la entrada del Gran Comedor. A pesar de que Harry no era muy hábil recordando el curso de los estudiantes, le pareció que la mayoría eran de primer año, de su propio curso y de sexto y séptimo año. A continuación había un espacio vacío en el que en otras circunstancias habría cinco alumnos sentados, y tras éste un reducido grupo de alumnos, a los que parecía no afectarles en absoluto su presencia. En este grupo la mayoría de estudiantes Harry los asoció con alumnos de segundo año, aunque en él también reconoció a la Heredera Catermelay, a la joven Davis, aunque no se veía muy segura de estar en esa zona de la mesa; y a la hermana de Greengrass. "De esperar" pensó Harry. Era lógico que los alumnos de las Casas más importantes intentaran mantenerse neutrales para posibles situaciones futuras. Lo que no era tan normal era que tanto Greengrass como Nott estuvieran en el grupo más cercano a la mesa de los profesores. La mayor parte de él estaba formado por alumnos de tercer y quinto curso, aunque había alguna excepción. Éste era el grupo que parecía apoyarle, aunque siempre al estilo Slytherin: desde las sombras y sin arriesgarse. Únicamente le dirigían algún leve asentimiento de cabeza y algún gesto hostil o desdeñoso pero disimulado al grupo de Malfoy.

A su derecha, en la mesa de Ravenclaw, la situación era bastante más diferente. El grupo que lo miraba con furia era una mínima parte de los alumnos de Ravenclaw y se encontraba al fondo del Gran Comedor, cerca de la mesa de los profesores. En él, Harry sólo reconoció a Michel Corner, todos los demás alumnos no le sonaban. El grupo neutral se encontraba en centro de la mesa, y era el grupo más grande casi con tres cuartas partes del alumnado de Ravenclaw en él. Entre ellos Harry vio a la Heredera Thabel y a Padma Patil, la hermana gemela de Parvati Patil. Por último, otro grupo reducido, aunque no tanto como el primero, le mandaba gestos de apoyo. En este grupo Harry sólo volvió a reconocer a Cho Chang. Este hecho le hizo reflexionar por un segundo: únicamente había reconocido a cuatro alumnos entre todos los estudiantes de Ravenclaw. Sin duda tenía que hacer más amistades con los alumnos de otras casas.

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