Capítulo 1

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Harry se despertó agitado, había vuelto a tener una pesadilla. Se incorporó en su cama tratando de tranquilizar su respiración, sintiendo toda la espalda empapada en sudor.

Había estado teniendo esa pesadilla y otra todas las noches desde que había vuelto a la casa de sus tíos para pasar el verano.

En la pesadilla escuchaba un grito mientras veía un resplandor verde. Sabía perfectamente cuando ocurrió y que pasó aquel día. El grito era de su madre el mismo día que murió, tratando de evitar que lo mataran a él.

Esta sin duda era la que más le molestaba, no por miedo, al fin de cuentas el pasado era pasado y no podía hacer nada para evitarlo. No, lo que le alteraba era el dolor que sentía cada vez que la soñaba. Dolor por saber que su madre murió por protegerlo, por saber que tuvo una madre que lo quiso tanto como para morir por él y que ahora sólo tenía una tía que únicamente lo veía como a un esclavo, como los sangre pura extremistas veían a los elfos doméstico.

La otra pesadilla sin embargo era la que más lo preocupaba, no por lo que se veía, sino por cómo se veía. Era demasiado real, como si estuviera pasando de verdad. Y lo peor, en ella aparecía el causante de su otra pesadilla,Lord Vodemort.

Se veía como daba órdenes, como mataba, como preparaba un asesinato, concretamente su asesinato.

Con esos pensamientos trató de volver a dormirse, pero no pudo así que se levantó de la cama dos horas más tarde para empezar todas las tareas que sus tíos le obligaban a hacer antes de desayunar: recoger el correo, barrer el cuarto de estar, fregar la cocina y los baños...

Según sus tíos era para que apreciará más la comida. Pero él sabía la verdad, era para recordarle que el tenía que trabajar para conseguir la comida, mientras que a su primo le daban sin hacer nada el doble de comida. "Hipócritas" pensó Harry, mientras comenzaba a preparar el desayuno.

Mientras preparaba el desayuno, su primo Dudley apareció, empujandolo sólo por diversión, haciéndolo caer. Detrás de Dudley, entraron su tía Petunia y su tío Vernon.

- Fenómeno, traeme el períodico y termina de una vez el desayuno - le dijo su tío Vernon, sin siquiera mirarlo.

Harry tenía ganas de contestarle que el periódico se lo metiera por donde le cupiese, y que el desayuno se lo hiciera el solo.

Era extraño, desde que había vuelto ese verano de Hogwarts, cada vez que sus tíos o primo le ordenaban que hiciera algo, tenía el impulso de responderles, y no hacer ni bajo crucio lo que le hubieran dicho que hiciera.

Sin embargo, sabiendo lo que pasaría si contestaba, reprimió como siempre el impulso y solo hizo lo que le ordenó mientras mentalmente deseaba que se atragantase con el desayuno.

Justo cuando se iba a sentar escuchó a su primo hablarle.

- ¡Ey fenómeno! Hay muchos pajarracos de esos que usan los que son como tú en tu ventana.

Harry, sabiendo que a continuación vendría un discurso de su tío sobre lo estúpido que era que los magos usarán lechuzas y que acabaría siendo un discurso simplemente de lo estúpidos que eran los magos, decidió subir a su habitación. Sabía que no aguantaría el discurso de su tío sin responderle lo estúpido que se veía él sintiéndose importante solo por trabajar en una empresa que hacía taladros cundo los magos, tan estúpidos a los ojos del tío Vernon, con un solo hechizo habrían hecho todos los agujeros que quisieran sin necesidad de un taladro.

Al llegar a su cuarto, vio que había cinco lechuzas de diferentes colores y tamaños en la repisa de su ventana. Rápidamente, abrió la ventana para que las lechuzas entrarán, mientras pensaba porque podía tener tanto correo en un solo día.

La Noble y Antigua Casa de los Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora