Capítulo 5

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A la mañana siguiente, nada más despertarse, Harry miró como estaba su cabello. Por suerte, su pelo volvía a ser el mismo cabello desordenado e indomable azabache de siempre. Se levantó y comprobó que Neville ya se estaba terminando de preparar para el día. Su pelo había recuperado el tono castaño que tenía antes de sufrir la broma.

Cuando ambos estuvieron listos, bajaron y fueron al Gran Comedor. Mientras desayunaban, Harry se fijo en que algunos alumnos habían recuperado su color y tamaño de pelo que llevaban antes. Aunque la mayoría seguía teniendo un cabello largo de un color que no era el suyo. Y muchos de estos miraban mal a los que habían recuperado su cabello, como si ellos tuvieran la culpa. Aunque los que miraban a los gemelos, que eran un gran parte, sí que estaban mirando a los culpables. O al menos a una parte de los culpables. Pero los gemelos, que habían recuperado su pelo, miraban burlonamente a quienes les miraban.

Después de desayunar, la profesora McGonagall se acercó a los alumnos y comenzó a repartir los horarios. Cuando a Harry le dieron el suyo, miró que asignaturas tenía ese día.

- Bueno, podría ser peor. A primera Transformaciones con Hufflepuff, luego... Oh, retiro lo dicho. Luego tenemos Pociones con Slytherin - a Harry le había empezado a gustar la creación de las pociones, pero tener esa clase con Snape y Slytherin desde luego que no le iba a gustar. El profesor Snape siempre actuaba a favor de Slytherin y, por si fuera poco, tenía un odio especial hacia Harry - luego un pequeño descanso y a continuación Herbología con Ravenclaw. Al menos después de Pociones podremos descansar con una clase más práctica - pero Fred le escuchó y se encargó de quitarle la ilusión.

- De eso nada enano. A partir de cuarto año en Herbología se empieza a dar teoría en la misma cantidad que práctica - le dijo riéndose. Harry miró desilusionado a Neville, pero a éste no pareció afectarle la noticia. Para Neville, Herbología seguía siendo su asignatura favorita, aunque dieran teoría.

- A ver, después de comer tenemos... Runas Antiguas - dijo Harry, pero no pudo seguir leyendo porque Neville habló.

- Pero Harry, ni tú ni yo hacemos Runas Antiguas - le señaló.

- Yo este año sí. He cambiado Adivinación por Runas Antiguas. Bastó con que lo solicitara e hiciera un examen para demostrar que tenía los conocimientos necesarios para poder seguir las clases sin problemas. Siento dejarte solo en Adivinación, pero lo dos sabemos que esa asignatura con esa profesora realmente no sirve para nada - le dijo Harry y Neville asintió. Además, aparte de que la profesora Trelawney no era realmente una adivina, estaba el hecho de que aprovechaba cada clase para pronosticar la horrible muerte de Harry - Oye ¿Por qué el próximo curso no dejas Adivinación y tomas Runas Antiguas? Si tienes algún problema con ellas puedo ayudarte, se me dan bastante bien.

- Lo pensaré. Por cierto ¿Qué hay a última hora? A ver si tengo suerte y tengo toda la tarde libre...

- Lo siento Neville, pero la suerte no está de tu lado. A última hay Adivinación.

- Bueno ¿Qué le vamos a hacer? Lo mejor será que vayamos yendo hacia Transformaciones, no creo que a McGonagall le guste que lleguemos tarde el primer día - dijo Neville y Harry asintió mientras se levantaba para dirigirse al salón de clase.

Cuando la clase de Transformaciones terminó, ni Harry ni Neville, que estaba sentado al lado de él, se fueron de la clase. Simplemente se levantaron de sus asientos y se acercaron a la mesa de la profesora McGonagall. En el camino, Harry vio la roja cabellera de Bones y la llamó.

- ¡Eh Bones! - dijo mientras se acercaba a ella. La joven Heredera se despidió de sus amigas con la mano y se giró hacia donde venía la voz - Neville y yo vamos a preguntarle ahora a McGonagall que tenemos que hacer para acudir a la reunión del Wizengamont ¿Vienes?

La Noble y Antigua Casa de los Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora