57. fea pesadilla.

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Después de todo, Sam estaba muy segura con Fred, no necesito mucho para ser convencida.

—no creas que por estar embarazada vaa a separarme de ti eh. Siempre te ves hermosa.— susurro en su oído.— ¿Ahora si me vas a acompañar por helado?

—¡Si!

—también llevaremos a la casa, así podemos ver una película algún día de estos.

—me encanta la idea.— susurro apoyándose en su brazo.

—¿De que quieres tu helado?— preguntó llegando a la heladería.— adivino, chocolate.

—mmm, sabes que es mi favorito.

—siempre lo pides.— sonrió pidiendolos para esperar en la fila.— mañana empezamos a preparar el cuarto del bebé.

—si. Ahora solo quiero ir donde Molly y luego irnos a descansar a nuestro hogar.

—eso haremos entonces mi amor.— recibió los helados para ir caminando hacia el auto. Fred guardo todo en la maleta y luego se sentó en el auto junto a Sam.

—¿Sabes que te amo?

—mjm...

—pues... ¿Crees que hoy podamos...?— agarró su muslo. Cuando Sam lo miro vio su rostro rojo y no pudo evitar reír.

—si quieres si.— Fred rodó los ojos mientras masajeaba su muslo.

—obviamente quiero, el problema es si tú quieres.— comenzó a manejar en dirección a la casa de su madre. Cuando llegaron almorzaron en medio de risas. Fred amaba la mirada de su madre llena de ilusión, miraba con tanta ternura a Sam y como ella hablaba de su embarazo y entusiasmo con Fred.

—...espero que salga con el color de cabello de Fred, es que es hermoso. Me encanta el color de cabello de Freddie.

—bueno, cómo salga será hermoso. Ahora, te comenzaré a mandar comida todos los días, porque debes subir de forma saludable cariño.

—oh no, no Molly. No se preocupe de mi, yo sé cocinar muy bien.— la mayor de los Weasley frunció el ceño.

—¡Que no, niña! Te enviaré almuerzo día por medio, y pobre de ti que Fred me diga que no comiste.— Sam se puso roja y asintió.— ahora, Freddie, tienes que aprovechar harto el dormir. Cuando Sam tenga al bebé necesita descansar y tú tienes que ser servicial. Una vez que nacen los bebés no duermen al menos en cuatro años.— la pareja se miró horrorizada.— pero luego se van a acostumbrar, solo disfruten mucho casa etapa del embarazo.— Fred asintió y comenzó a acariciar el vientre de su esposa.

—eso es lo que haremos, mamá.— Sam se apoyo en el pecho de Fred feliz.

Luego de unas horas se fueron, y se despidieron de Molly entre besos y abrazos. Fred guio a su esposa hacia el auto y le abrió la puerta.

—uy, pero que caballero, me gusta.— beso su mejilla para meterse al auto. Fred sonrió y cerro la puerta para tocar sus mejillas, solo quería comprobar que tan calientes estaban sus mejillas.

Sam no pudo evitar seguir a Fred con la mirada, e incluso su aire se atasco en su garganta contado rodeo su cuerpo y tomo el cinturón para abrocharlo por ella. Fred dejo un beso en su cuello para mirarla.

—para tu seguridad, cielo.— se volteo para tambien abrochar el suyo. Ella lo miraba fascinada, porque Merlin, era un hombre que desprendía sensualidad, aparte su altura y porte la prendían, era tan guapo y... Suyo. Suspiro al desearlo y a la vez no estaba tan cómoda con su abdomen hinchado.

No se sentía sensual, al menos no tanto como antes. Se acomolejaba ella sola, y odiaba no sentirse deseada.

—es una lastima... No te podré dar tan duro cuando llegaran.— Sam abrió los ojos y lo miro hacia el lado, no podía creerlo. Cuando terminó de asimilarlo miró sus manos.

𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐀 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐫𝐦𝐞 - 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora