𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐀 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐫𝐦𝐞 - 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

26. el secreto de Draco.

Estábamos casi terminando el desayuno, seguía en las piernas de Fred y no demore en sentir un apretón en mi cintura, al voltearme el solo beso mis labios y se separó con una sonrisa.

Comencé a servirme y al moverme Fred se tenso antes de acercarse a mi oído y susurrar.

—no te muevas tanto Sam, es díficil tenerte encima de mi y con esa falda.— mi piel se erizo completamente sintiendo un calor recorrerme antes dejar ir mi aire. No podía quedarme quieta, era casi imposible porqué quería sacar una que otra cosa y al flexionarme me movía, tome un jugo y me servi, me iba a levantar a dejarlo en su lugar pero el agarre a mis caderas de Fred no me dejó.

—que no te muevas, Sam.— gruñó en mi hombro, pude sentir lo excitado que estaba por su miembro palpitante en mi trasero.

—Fred...

—mierda, te dije que no te movieras.— siseo y dejé el jugo a un lado, no podía concentrarme en otra cosa que no fuera Fred y su agarre en mi cadera presionandome contra el, su respiración agitada estaba en mi pecho, comí un bocado y trague fuerte.

—¿Quieres jugo?— me di vuelta.— está rico.— lo acerque a sus labios y el bebió un sorbo con dificultad.

—rico... ¿Sabes que más sería rico?— su mano tomo mi muslo y acercó su mano de forma peligrosa a mi intimidad.— vamos, pregunta.

—¿Que más sería rico?...

—tocarte... Meter mis dedos en ti y sentir lo mojada que estás.— su aliento en mi oído más me gustaba, me moví de forma intencional haciéndolo abrir más sus piernas.

—¡Hey Fred!— George lo llamo.— ¿Me prestas tu polera verde musgo?

—¿L-la verde?— George asintió y lo sentí tragar, me moví nuevamente sintiendo lo nervioso que estaba.— umh... Bueno, t-te la presto en...— se quedó callado y presione más mis caderas.— en la última clase.

—esta bien, gracias Fred.— miró a Sandra nuevamente y siguió hablando animadamente con ella.

—Sam...— mi concentración volvió a él.— ya basta, o te mueves bien o te quedas quieta.

¿Estaba insinuando que me muevo mal? Le mostraré que es moverse.

Moví mi trasero disimuladamente sobre Fred, lo sentía palpitar y me animaba aún más, mi centro estaba mojado y mi respiración igual de agitada que la de el, estaba tan sumergidas en esto que no me di cuenta que dos personas me observaban.

—¡Merlín Sam! ¿Estás bien?— me quedé roja de la vergüenza y por esta misma me atore con el jugo que quedaba en mi boca.

No podía parar de toser.

—¡Mierda! ¿Samy?— me tomo el rostro.— creo que es una reacción alérgica, carajo.— se levantó y en un segundo me levanto con el, sin más caminamos fuera del comedor y comenzamos a reír mientras Fred daba palmadas a mi espalda.— soy un gran actor, ¿No lo crees?— susurró antes de robarme un beso. Sin más jalo mi mano para meterme en una habitación más pequeña que un aula, ¿Podría ser el cuarto de limpieza?

Sin más Fred agarró mi trasero para tomarme, mis piernas enrollaron su cintura y pronto me sentó en una repisa haciendo que nuestras intimidades quedarán perfectamente juntas haciéndome gemir ante el contacto.

—mierda Fred, casi me descubren.— acaricié su rostro.— es que se sentía tan bien... Fue una lástima que nos pillaran.

—oh amor... Yo haré que esto valga la pena.— susurró con voz ronca en mi oído haciendo que mi interior se apretara.— ¿Que quieres que haga ahora Sam?.— no pude responder y solo apreté el agarre a su cintura con mis piernas. El contacto y fricción de mi zona sensible hacia que mi cuerpo ardiera, estaba demasiado caliente para pensar con claridad o formular palabras coherentes.— vamos, dímelo.— ordenó llevando sus largos dedos a los lados de mi cara para mirarme serio.