𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐀 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐫𝐦𝐞 - 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

47. seguir adelante.

[Fred Weasley]

Ella se había ido, Sam se había ido. Me senté en el callejón destrozado, porque ella se fue, y con ella mi vida.

George llegó hasta mi, y pronto me abrazo.

—la cagaste...— acarició mi espalda y volví a sollozar sabiendo que era cierto.

Zara se adentro al baño, y fue como si en un parpadeo se acercará a mi arrodillándose. Cuando tenía los ojos cerrados juré que era Sam, mi Sam. Nada era justificativo.

¿A donde me iría ahora? No me podía esconder de mis propios recuerdos. En nuestra habitación dormíamos y nos jurabamos amor eterno, en mi piso era lo mismo... Cualquier lugar en este momento me recordaría a ella, y es que todo giraba entorno a ella, al menos todo mi mundo. La había perdido, y eso me desesperaba.

Había pasado tan solo un minuto y ya me dolía.

No la podía perder. ¿Donde se supone que la buscaría? Porque no sabía dónde se había ido. Ni siquiera sabía en qué momento había llegado a nuestra casa. Vi el baño, el puto y asqueroso baño donde mande todo a la mierda.

—no puedo...— llore llegando a nuestra cama. Me dolía el ver ropa desordenada de ella, y más pena me dio ver sus cajones vacíos.— no puede ser... No puedo, no puedo perderla George.

—¿Por qué hiciste eso Fred? Sam estaba abajo... Y aunque no estuviera. No le haces eso a quien amas.— se notaba que hasta él estaba molesto conmigo, y vaya que lo entendía.

—¡Estaba borracho! Estaba confundido y... Y por un momento pensé que era ella.— bufé.— no justifica nada.

—claro que no, le rompiste el corazón.

—no lo digas más...— suplique.

—Sam me dijo donde va a estar.— Sandra sonrió y al verme dejó de hacerlo.

—dime.— me levanté.— dime dónde, déjame ir a verla.

—no.— se alejo y me dio una mirada fría.— no lo haré, porque ella no quiere. Entre tú y ella... No dudes que apoyaré más a Sam, porque créeme que yo le tendré lealtad como un perro fiel.

—Sandra...

—no George, se que es tu hermano... Pero Sam es mi única amiga, básicamente a la única chica que tengo en mi vida, más cercana a una hermana... Y Fred la destrozó, como si no fuera nada. Estoy realmente molesta con él, ni siquiera puedo mirarlo.— confesó frente a George para salir de la habitación.

Y pude ver cómo George no pudo defenderme, pero estaba bien, porque Sandra tenía razón.

Yo, Fred Weasley, había roto el corazón que más me importaba.

Y era curioso lo rápido y lento que puede pasar el tiempo, es algo que no puedo explicar, pero en un abrir y cerrar de ojos me encontraba después de una semana. No quería ver a nadie, había estado encerrado sin siquiera bañarme. Ella estaba mal, y yo no podría estar un poco de bien sabiendo esto.

Sentí golpes en mi puerta.

—¡Fred, ábreme!— era mamá. Mire la puerta con atención, y a pesar de que quería abrirle, o moverme... No podía.— ¡Fred!

—ya lo he intentado, no lo hará.— dijo George de afuera.

—Fred, hijo... Por favor, ábreme.— las lágrimas nuevamente caían por mi rostro.— se que estás mal... Y se que necesitas consuelo.

—¡Yo tuve la culpa mamá!— cubrí por completo mi rostro.

—lo sé... Sam también está mal, y no es la idea que este así... Que esten así.