45. eres un insensible, Fred.

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Por fin era viernes, el día de la inauguración. Fred estaba emocionado, porque sabía que este día sería una inauguración oficial, y está vez vendrían diarios y más.

Habían puesto un gran lazo rojo y George tenía en manos unas tijeras gigantes. Cuando Fred y el las tomaron todo el mundo grito. Ahora no solo habían estudiantes. Suspiraron cortando el lazo, y al hacerlo entraron junto a grandes masas.

Sortilegios Weasley estaba causando furor.

Sandra estaba trabajando en caja, y George se acercó a besarla y la dejó continuar. La fila era larga, pero Sandra era rápida atendiendo por suerte.

Fred envidiaba el que George y Sandra pudieran estar juntos en el día, porque él y Sam estaban separados y solo se podían ver a las 13:00 hrs, cuando era su hora de almuerzo. Fred ansiaba todos los días que llegara esta hora para poder ir a verla y almorzar juntos. Sam había estado toda la semana probando recetas nuevas, e incluso en más de una ocasión le dio a su esposo.

Fred miró su reloj, eran las 12:58 y esto lo hizo emocionarse. Bajo corriendo.

—¡Me voy George!— grito saliendo por la puerta. Abrió la pastelería y al hacerlo vio algo que no le gusto. Sam estaba abrochado el delantal de Tom, el nuevo mesero, el mismo que les hizo el pastel y le coqueteó.

—¡Mi amor!— chillo Sam corriendo hasta él para abrazarlo y dejar que la tomará en sus brazos.— te extrañe tanto.— beso todo el rostro de su esposo. Fred sabía que Sam no sería capaz de dejar que otro hombre le coqueteara en su ausencia, y le gustaba tener esa confianza.

—yo igual linda. Estaba tan ansioso por verte.— vio que Tom y Zara entraban en la cocina y apretó su trasero.— y hacer esto. ¿Que haces hoy?— Sam hizo una mueca, sin embargo la cambio en un segundo por una sonrisa.

—en realidad nada. El domingo haremos las cosas que faltan. ¿Vendrás el lunes?

—voy a venir todos los días, para que almorcemos juntos.

—esta bien. Espero no estés cansado para la noche, de ser así me tocará el trabajo.— le dio un beso corto.— ven, siéntate. Prepare guiso.— Fred sonrió enamorado viendo cómo ella traía dos platos.— vamos a almorzar siempre juntos, y cuando abra tendremos que almorzar arriba.

Almorzaron entre risas y besos.

—oh Merlín, estaba delicioso.— miró su reloj impresionado, porque su hora de almuerzo ya estaba por terminar.— me tengo que ir.— se quejó.— ¿Por qué no vienes?

—esta bien, déjame avisarle a los chicos.— se llevó los platos y volvió hasta donde estaba él pelirrojo.

—listo, Tom va a cerrar.— agarró el brazo de Fred y cruzaron hasta la tienda.— ¡Sandra!— corrió a los brazos de ella para abrazarla. Por suerte era hora de almuerzo y habían a lo más siete personas.

—¡Samy!— la abrazo.

—hola George.— él se acercó para besar su mejilla.

—hola Sam.— estaban en caja cuando se vieron interrumpidos por una chica. La alta chica era rubia y curvilínea, con un abdomen plano y al parecer demasiado coqueta.

—hola.— lamió sus labios mirando a los dos pelirrojos.— ¿Me puedes atender?— los dos se miraron al igual que las chicas, porque las dos notaron lo coqueta de la rubia.

—claro, ¿Que necesitas?— pregunto Sandra con una sonrisa y cordialidad. A la rubia se le borro la sonrisa.

—quería preguntar sobre pociones, sabes de eso, ¿No?— Sandra tomo un tono rojo por vergüenza.

𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐀 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐫𝐦𝐞 - 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora