Cuando sus miradas se encontraron, Seokjin levantó su dedo pulgar incentivando a Jungkook para que recorriera los últimos metros que lo separaban del jardín donde Yoongi y Taehyung parecían estudiar ensimismados.
Y era curioso. El ahora pelinegro tenía esa misma expresión tímida con la cual se había acercado a él, cuando se abrazaron por primera vez. Sólo que esta vez los papeles estaban invertidos y Jin era quien le daba ánimos a la distancia, bajo el árbol favorito de JK, mientras éste mantenía la cabeza agachada al charlar con sus viejos amigos.
La calma y el cariño con el que Yoongi y Taehyung escuchaban a Jungkook, tranquilizó a Seokjin. Inhaló y exhaló reconfortándose ante el fresco viento de finales de septiembre, e inevitablemente dejó caer su cabeza atrás.
Estaba en la recta final, antes de graduarse en Diciembre.
Se odiaba un poquito por no ser el adulto maduro que se suponía debía ser; esos últimos meses habían cambiado completamente su manera de ver y vivir la vida, pues ahora no sólo pensaba en incógnitas psicológicas, o en graduarse con honores, o continuar indagando la rama a la que buscaría dedicarse una vez fuera de la universidad... a tan sólo diez semanas de que eso sucediera.
Pero es que al haber pasado la barrera de los hogares con Jungkook, ya no tenían que usar como pretexto el reunirse en casa de Yoongi y simplemente se trasladaban del moderno piso del menor hasta el viejo edificio de habitaciones compartidas en el que Jin vivía. El glorioso desempeño escolar del rubio jamás presentó problema, por ello, ayudar a Jungkook en algunas materias (sobre todo moralmente) los últimos días, había sido su principal rutina. Sin mencionar que dio bastantes empujones a JK para finalmente hacerlo recuperar su preciada relación con sus amigos.
Taehyung tenía razón, eran uña y carne.
¿Cómo se despegaría ahora de su otra mitad?
(...)
Era primero de octubre. Lo sabía porque la cafetería obsequiaba sus panquecitos de mora favoritos a las personas que preguntasen por ellos cada primer día del mes en curso.
Una lluvia eléctrica mantenía a los estudiantes resguardados en lugares secos y cálidos, por ello los jardines se encontraban especialmente vacíos aquella tarde.
Si alguien los hubiese visto refugiándose pobremente bajo el seco árbol que Jungkook amaba (y últimamente Seokjin también), usando las gorras para aficionados del equipo de béisbol y un par de hoodies oscuros, compartiendo el último panquecito en medio de manotazos por quién comía pedazos más grandes... hubiese creído que estaban dementes.
Dementes pero enamorados.
Porque tras las dos ultimas mordidas al panqué, casi por inercia terminaron abrazándose en un acto común de ellos. ¿Hacía frío, no? Jungkook rodeó su cintura y recargó la mejilla sobre las clavículas de Seokjin, mientras éste envolvía su espalda y posaba su barbilla encima de la gorra empapada de JK, sin importarle mojarse en lo absoluto.
Quizás habían descubierto su manera favorita para estar entre los brazos del otro.
—Hyung... no quiero que Yoongi y tú se marchen.
—Faltan dos meses para eso, no te preocupes ahora, JK.
—Los días parecen volar en las últimas evaluaciones. –Cerró un momento los ojos. —Cuando llegue diciembre, dudo siquiera tener tiempo para verte.
—Encontraremos espacios. Vivimos prácticamente juntos. –Rió con ánimo, recordando una corta charla con su compañero de piso. —Cada vez que entro a casa sin ti, Jongseong-ah se preocupa de que posiblemente hayamos peleado o algo por el estilo.
—Me agrada Jay. –Admitió volviendo a abrir los ojos para observar las entradas de los edificios que quedaban más cerca del lugar en el que estaban, tendrían que ser cuidadosos de no ser vistos tan juntos o las personas podrían pensar...
—A él también le agradas. No es como que lleve a muchos amigos a casa, lo sabes. –Se rió levemente.
—Hm, incluso si es algo serio y callado, ha sido muy amable conmigo. Algo extraño en alguien tan joven como él. Tienes suerte de tener un roommate así.
—Más suerte el no tener que compartir piso, ¿No crees?
Pero Jungkook no estaba de acuerdo, así que negó con la cabeza. —A veces me siento muy solo, por eso estaba tanto en casa de Yoongi. Aunque teniéndote a ti ahora, es mucho menos aburrido llegar a ese sitio.
Jin sonrió con vergüenza. —Gracias, niño.
—¿Niño? –Frunciendo el ceño, se separó de él lo suficiente como para verlo a la cara. —Siempre me llamas niño. No soy un niño. ¡No soy un niño, hyung! Estoy seguro de que ni siquiera a Jay le llamas así y es bastante menor que yo.
El puchero bromista a continuación, resaltó el lunar bajo el labio de Jungkook y Seokjin no pudo evitar mirarlo, así como no logró controlar las palabras saliendo de su boca. —Tienes razón, nunca le he llamado así... Eres mi único niño.
—¿Tu... tu niño? –Murmuró atropelladamente, pero el sonido de charcos siendo pisados con fuerza a algunos metros de ellos los separó de inmediato.
—¿Ah? –Preguntó el mayor a la nada, viendo cómo un par de "cautelosos" Yoongi y Taehyung corrían detrás de los edificios más cercanos.
Tomados de la mano.
Jungkook pasó saliva antes de, ¿por qué no? imitar la acción de sus amigos, tomar la mano de Seokjin y arrastrarlo hacia ese mismo lugar.
—¿JK? No creo que debamos... –Quiso poner su parte cuerda, pero la curiosidad mantenía su mano aferrada a la de Jungkook mientras seguían avanzando a la par que asegurándose de no ser vistos.
Al ingresar al callejón entre ambos lugares, Jungkook se detuvo de golpe. —Ellos ocultan algo. Lo sé y tú lo sabes. ¿Recuerdas cuando te dije que lo sospechaba y por eso me negué a acompañarlos a Nueva Zelanda el verano pasado?
El rubio suspiró pesadamente y se rascó la nuca con su mano libre. —Podemos... ¿Y si estamos malinterpretado todo?
Jungkook alzó una ceja, incrédulo. —No creas, hyung indiscreto, que no sé cuál es la principal razón de haber querido hacerte amigo de Yoongi y Taehyung tan repentinamente después de conocernos y descubrir que son como uña y carne.
—¿Uña y carne? –Preguntó ido. Jungkook y él también eran como uña y carne, y todo mundo lo sabía.
—Si ocurre algo detrás de ese edificio y por una razón no nos los quieren decir, guardaremos silencio. Pero yo también necesito saciar la curiosidad que siempre he tenido. Vamos, Jan, sólo una miradita.
Y "Jan" se recriminó el no poder negarle nada a su niño.
Entonces, algunos truenos provenientes de la tormenta contrarrestaron el inevitable grito de Jungkook al asomar su cabeza junto al contenedor de basura y, con Seokjin, ser testigos del beso desesperado entre sus amigos... y de cómo Yoongi sostenía una pierna de Taehyung contra su cadera... y de cómo las manos de Taehyung amasaban el trasero de Yoongi... y de cómo los roces que parecían disfrutar estaban siendo espiados.
n/a: tenemos 2k leídas 😭 muchísimas gracias por todo el apoyo y sus comentarios tan lindos siempre 🙇🏻 (btw- la historia en efecto tendrá 15 partes, por lo que estamos en la recta final 👀)
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Excusas para abrazar a Seokjin [jinkookjin]
Fanfiction¿Jungkook parecería un demente si sólo salta sobre Seokjin, lo rodea con sus brazos en busca de ese calor y un muy agradable aroma, con la excusa de que él vio primero aquel panquecito? 📌Fluffy. #5 jinkook (abr,2021) MUCHAS GRACIAS ❤️ #53 kookjin...