La Bruja Original

| Epílogo |

Un aliento tembloroso salió de mis labios mientras me miraba en el espejo. Finalmente era el día de mi boda.

Me puse de pie con mi vestido blanco, mirando por encima de mi figura. Llevaba el pelo suelto pero ondulado, con pequeños mechones enmarcando mi rostro. Mis ojos verdes saltaron a través de su maquillaje mínimo y sonrió al verme en el espejo; Me veía hermosa.

Desde la habitación en la que me encontraba, podía ver el lugar. Me di cuenta de la presencia de familia Denali, así como de Benjamín y algunos otros vampiros que no había visto desde la batalla con los Vulturi. Mis ojos recorrieron numerosas caras, pero no vi a Carlisle. Mire detrás de mi hombro y vi a Caroline, Elena y Bonnie terminando de maquillarse.

Mis hijas estaban dando vueltas con sus vestiditos mientras que mi hijo estaba con Ric.

Mire como aparecía Klaus mirándome con una sonrisa típica de él. Me sentía segura con él aquí dentro. Sabía que en este momento sería inolvidable.

—¿Estás bien amor?

—Sí —sonreí suavemente— estoy algo nerviosa

—No lo estes amor – tomó mis manos

—Siento que debería estarlo, pero no lo demuestro. Estoy más emocionada que otra cosa.

—¿Ni siquiera te preocupa decir algo incorrecto o tropezar en el pasillo?—preguntó Alice apareciendo junto con Rose

Ni siquiera había pensado en ninguna de las cosas que podrían salir mal. Ahora que Alice había puesto los pensamientos en mi cabeza, comencé a retorcerme las manos.

—No pensé en eso – dije nerviosa moviendo mis manos

—Eso no va a suceder Amor —dijo Klaus besando mis manos— Todos piensan que esas cosas van a suceder, pero no lo hacen. Recuerda nuestra boda, estas segura y tranquila – lo mire

—Tienes razón – dije mirándolo – estoy más tranquila

—Bueno pongamos el velo – dijo Caroline – Alice – mire como Alice sacaba el velo y me lo ponían en mi cabeza – ahora algo nuevo

—Espero que te guste, con Damon pensamos que si – mire como me ponían una tiara en la cabeza

—Es hermoso – dije sonriendo

—Algo viejo – mire Klaus – esto te traerá muchos recuerdo – mire como sacaba un collar símbolo de mi familia – el logo de nuestra familia

—La familia Mikaelson– dije riendo – por siempre

—Y para siempre amor – beso mi frente – siempre seremos familia

—¡Bueno! ¿Estás lista, Diana? – dijo Alice

—Sí —sonreí. Las palmas de mis manos se pusieron sudorosas y pude sentir un pozo de emoción en mi vientre. Aquí iba. Me iba a casar con el amor de su vida.

Elena y Bonnie me dieron un apretón rápido antes de seguir a Alice fuera de la habitación para prepararse para caminar junto con las niñas que estaban felices. Klaus me extendió su brazo.

—Estas lista amor – asentí

—Me siento feliz – dije mientras trataba de no llorar

—No llores amor o Alice te matara – asentí –¡Vamos! No queremos que Carlisle espere.

—Correcto, correcto —me reí, agarrando el ramo con fuerza—. ¡Vamos!

Los dos comenzamos a bajar las conocidas escaleras. Me asegure de dar pasos cuidadosos, todavía no completamente acostumbrada a los tacones. Ni siquiera quería usar tacones, pero Alice y Caroline, por supuesto, insistieron.