--¿Nos amabamos? ¿O solo creiamos que lo haciamos? --le sonrio el chico cruzandose de brazos. El ruso le miro unos segundos --. Ya nada es igual, ya no soy igual de ingenuo, mi hermano ha perdido la cordura, y a mi no me queda mucho para alcanzarle...
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Exactamente una semana habia trascurrido, que rapido pasa el tiempo, muchos preguntaran, pero en la caotica ciudad de Los Santos todo sucedia con gran agilidad, e incluso a veces desorientado preguntabas que habia ocurrido,robos, peleas, muerte, tiroteos... Todo podia ocurir en tan solo ¿10 minutos? Sin duda la ciudad nunca descansaba.
La cabeza del ruso parecia estar a punto de estallar, habia llegado de una sesion de copas que el mismo se monto en soledad y habia ido con resaca, y para colmo el dia no se puso de su parte, dos atracos, multas, patrullar... Solo de pensarlo le causaba una jaqueca.
Viktor salio al fin de la ruidosa comisaría, el sol daba de lleno en su rostro, daba gracias al tener las gafas, puso una mano en su bolsillo y camino direccion al parking de la comisaría, bajo de manera lenta las escaleras, mas al llegar al ultimo peldaño se detubo, quito sus gafas con lentitud, ciertamente anonadado de la situación --. ¡Estas mamadisimo! --grito el mayor de los hermanos dandole una fuerte palmada en la espalda desnuda del inspector --. Ahora si te puedo a prostituir.
Frente sus ojos ambos hermanos estaban sin sus camisetas, Horacio tenia una "gran" tirita blanca por la zona de su abdomen, cubriendo donde hacia, relativamente poco, habia recibido una bala.
--¿Sesenta, cuarenta?
Gustabo le miro con indignacion --. ¿¡Y tu mas!? --grito como si fuera la mayor estafa del mundo.
--Yo pongo el culo --exclamo igual de indignado.
Incomodo, asi se encontraba Volkov, parecia que no habian querido notar la presencia del ruso, mas eso no pudo seguir, alguien empujo al ruso haciendo que las gafas de sol que se encontraban en sus manos cayesen de manera estrepitosa al asfalto, Viktor se giro viendo al barbudo --. Perdon comisario, no le vi, creo a verme resbalado con un charco, ¿Habra llovido? --pregunto con "inocencia".
Viktor le observo de manera asesina, volvio la mirada al frente, encontrandose con el de cresta, este caminaba en direccion el ruso, lucia con una enorme sonrisa, una vez llego hasta el ruso se agacho sin dejar de mirarle tomando sus gafas, se levanto lentamente --. Mientas me admiraba y se daba cuenta de lo que ha perdido se le ha caido esto --dijo observando las gafas, se las puso cruzandose de brazos, sonrio --. Las sigues teniendo.
--¿¡Unas gafas!? --exclamo con una sonrisa Viktor.
--Las tuyas se ropieron en el ultimo atraco, ademas, te quedan demasiado bien --le guiño el ojo.
--Demelas --dijo con seriedad tendiendo su mano, Horacio rodo los ojos, apesar de no ser visto, ecidentemente por las gafas, y se las quitó, las dejo sobre la palma de este.
--No hagas como si le tubieras un gran afecto a esto --dijo con recelo --. A ti te da igual todo.
Viktor se puso las gafas --. No sabes muchas cosas querido --dijo caminando a su lujoso vehiculo.
--Ese era el problema --dijo obvio el de cresta.
--Buen servicio --dijo sin mirarle subiendo a su coche, una vez entro en este y coloco la llave el motor rugio, sonrio.
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