Yo nunca me fuí. Volkacio.

.14.

Sin duda nuestros protagonistas siempre están en un tira y afloja, el rencor de Horacio es mayor que su amor, el miedo a que vuelva a irse le supera tanto que teme verle de nuevo y caer ante sus pies. En cambio Volkov quería, sin siquiera el mismo saberlo, tener de nuevo en sus brazos a cierto chico estrafalario e hiperactivo.

No sabe lo que uno tiene hasta que lo pierde.

Aún que siendo sinceros no apoyo mucho esa frase, en realidad si sabemos lo que tenemos, pero tenemos la confianza ciega de que no nos "traicionara" o simplemente  se marchara.

Volkov si sabía lo que tenia, pero estaba seguro que Horacio jamás soltaría su mano a pesar de lo intentase soltar.

Pero el destino es caprichoso, y los seres humanos aún más.

El rencor está en nuestros instintos, el miedo, el amor...

A los humanos no nos gusta ser pisados por otro, la mayoria claramente, nos gusta controlar las situaciones.

--Hasta en la sopa --hablo aborrecido el chico que tenia a su lado --. Te veo hasta en la puta sopa

--Deja tu drama, me enviaron a recogerte.

El ruso siempre habia sido un ser implacable, serio, y nada le hacia cambiar de opinion... Bueno siempre siempre... no. Cuando el de la cresta aparecio en su vida la seriedad pasaba a las risas furtivas, y la decision siempre quedaba en duda ante una mirada suplicante del otro.

Sin duda Horacio tenia la capacidad de hacer que los mas poderosos de la ciudad velaran por el.

--Prefiero caminar --murmuro con desden cruzandose de brazos.

El ruso fue bajando la velocidad --. ¿Quiéres bajar? --pregunto con enfado, Horacio le miro unos segundos --. ¿A que no verdad? Pues calladito.

Miles de preguntas pasaran por tu cabeza, ¿Que habia pasado? ¿Por que parecia que la presencia de ambos se molestaban entre si? Sencillo...

Horas antes:

--Yo me niego a patruyar con la traicion personificada --se cruzo de brazos, el ruso rodo los ojos --. No hagas como que exagero.

--Horacio madure, estamos trabajando, si tiene problemas personales los habla con quien quiera, pero trabaje y deje trabajar.

Ese día era mas tenso que nunca, era justo cuando volkov desaparecio.

Horacio recordaba aquella fecha como si fuera aun mas inportante que su propio cumpleaños.

--¿Ya has vuelto a tu mierda de caracter a cuando nos conocimos? --pregunto con falsa amabilidad, sin duda Horacio hechaba chispas.

--¿Cuando nos conocimos? --pregunto con voz extrañada sin mirarle --. Si ya no le reconozco, ya no se quien es usted, me lo demostro hace un par de horas.

La frialdad del comisario azoto de lleno su corazon.

--¿Estas intentando dejarme como el malo de la pelicula? --pregunto enfurecido.

El ruso sonrio apretando el volante --. ¿¡Yo intento eso!? --pregunto, seguia sin mirarle --. De eso te has encargado tu desde que llegue.

--¡Y lo eres! ¿Acaso no fuiste tu el cabron que me habandono? --le reprocho.

--Si, pero yo admito lo que soy, tu te recubres en una puta manta de egocentrismo y victimismo excesivo --grito arto el ruso --. Se que fui un capullo ¿¡Vale!? Pero basta, enserio basta, deja de castigarme de una vez, ya lo hice yo cuando compre el puto billete, ya basta Horacio.

Sus ojos empezaron a picar, mordio su labio apartando la mirada, obserbava por la ventanilla --. Viktor --susurro Horacio sin mirarle, mas el ruso le conocida, y sabia que la voz del otro temblaba al borde del llanto por su culpa.

--Comisario Volk...

Horacio le interrumpio sin apartar la mirada del cristal --. Quiero dejar mis dudas tranquilas, quiero... necesito saber algo --tomo una pausa, chasqueo la lengua seguido de suspirar --. ¿Me amabas? --sus ojos estaban llenos de lagrimas dispuestas a caer.

--Como nunca he amado a nadie --aseguro con su voz helada.

Horacio cerro los ojos dejando que sus lagrimas cayesen, se ocultaba del comisario, pero ambos sabian como se encontraba el inspector --. ¿Entonces por que te fuiste? --murmuro con un hilo en su voz.