Un heroe...
Era feliz, realmente lo era... me gustaba el trabajo que ejercía, me gustaba hacer el bien, me encantaba ser alguien que, por una vez, fuera alguien bueno.
Me encantaba ya no ser el malo del cuento, me fascinaba haberme vuelto el héroe que salvaba vidas arriesgando la suya sin titubear.
Queria hacer tanto siendo tan poco.
Deje de lado mis raices, lo hice para ser alguien que yo, jamas, podria ser, tal vez me exigi demasiado, tal vez fui muy manipulado, tal vez deje de ser yo mismo por ese porcion de tiempo donde me centraba mas en ser alguien "bueno" que ser alguien que realmente valiera la pena.
Que hipocresia...
Prometi salvar a todo el mundo, pero deje que mi hermano se ahogara en un mar de enfermedad y locura...
Asi que yo, decido que es el momento de que me vaya, de que vuelva al lugar en el que pertenezco, que vuelva a ser yo mismo y que me centre en salvar a quien realmente lo necesite.
Podeís llamarme criminal, traidor, un villano...
Pero soy demasiado egoista como para ser un heroe.
No puedo ver morir a mi hermano mientras me encuentro de brazos cruzados, por que de ser asi, realmente seria un villano.
Gracias por todo Conway, siempre fue un padre para mí.
Volkov, siempre te ame y recordaré cada centimetro de ti.
Gracias por confiar y ayudarme tanto Greco, eres un gran amigo y persona.
El heroe de la ciudad;
Horacio Pérez.
El de pelos platinos dio un fuerte golpe en la mesa asustando un poco al barbudo y atrayendo la mirada llena de indiferencia del superior de los comisarios --. ¡Hemos leido esto diecisiete veces!
--Dieciocho --corrigio el barbudo por lo bajo sin apartar la mirada aun de la mesa, en esta se encontraba una carta un tanto arrugada y llena de polvo cubierta por un forro plastico para no llenarla de huellas externas; y un telefono, de igual manera cubierto en un plastico, ese era el telefono de Horacio con el que contesto la llamada del ruso de manera intencionada para encontrar dicha carta y obtener una distraccion solida.
--No hay nada en eso que nos diga donde estan --continuo bramando colerico dicho comisario con acento remarcado --. Solo un puñado de palabras explicando lo que queria y no quiso conseguir.
--Tranquila muñeca, entiendo que ansies ver a tu noviecita, pero como es evidente, ¡No hay una puta prueba ni nada relacionado donde coño pueden o no estar esas putitas malagradecidas! --cada palabra aumentaba su tono, terminando con un feroz grito, indicando que estaba igual o aun mas frustrado que el ruso.
Conway sabia que de Gustabo no tendria mucha confianza, y que su fidelidad no seria eterna, esperaba ver a Gustabo como lo iba a ver. Arrestado a punto de morir.
Lo que jamas se espero fuera aquello que habia hecho Horacio, saltarse todo tipo de leyes y amenazar alumnos seguido de escapar junto con su hermano volviendose un fugitivo mas, jamas espero una traicion de aquel calibre viniendo de Horacio.
--Oh Conway, el bueno el de los sentimientos --hizo voz infantil.
--Callate Gustabo --le grito el intendente viendo como Horacio se sentia peor y peor a cada palabra que su hermano decia con odio.
--¡Me veis como un asesino! ¡Alguien sediento de sangre! --dio un fuerte golpe a la mesa con ambas manos inclinandose a su superior --. Pero por muy sorprendente que sea, ¡Él tiene mas sangre en sus manos de las que tendre yo! El bueno nunca le temio apretar el gatillo, mientras que el malo fue el que jamás lo apreto.
Jack sabia que los hermanos estaban mas desatados que nunca, y que Horacio llegaba a su limite, pronto volveria a ser lo que fue, un chico amante de las ilegalidades, uno que si su hermano le pedia algo, por muy descabellado que fuera, lo haría sin dudarlo dos veces.
Se sentia traicionado, si lo hacia.
No confiaria en el como antes, lo sabia.
También sabia que los hermanos, desde la primera partida debian sacarles del juego.
Por que a uno le faltaba cordura.
y al otro le faltaba miedo.
Un duo que podia hacer, tranquilamente, que la ciudad les temiera.
El unico "contratiempo" del por que no lo hicieron fue unica y exclusivamente lo fiel que era Horacio con el superintendente Jack Conway.
Y ahora que eso se habia esfumado cual arena en tus manos, corria el gran riesgo de que los hermanos decidieran crear un caos mayor...
Sin duda se venias turbulencias. Se venia algo tan grande, que hasta el propio "dueño" de la ciudad, dudaba en poder controlarlo.
(NO esta nada corregido, tampoco hay imagenes (ya
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Yo nunca me fuí. Volkacio.
Fanfiction--¿Nos amabamos? ¿O solo creiamos que lo haciamos? --le sonrio el chico cruzandose de brazos. El ruso le miro unos segundos --. Ya nada es igual, ya no soy igual de ingenuo, mi hermano ha perdido la cordura, y a mi no me queda mucho para alcanzarle...