--Tu problema es que has venido por algo que te "pertenecia", y te has llevado la gran sorpresa que ha encontrado la manera de no amarte --el barbudo se encogio de hombros --. Lo has perdido por tu estupidez, asumelo. Fin.
El ruso bebio el liquido restante de la copa de Vodka --. Joder, menos mal que me habia traido como una noche de amigos --dijo con sarcasmo.
--Te fuiste por un año y medio --le recordo con voz algo acida --. Tu no estuviste cuando el chico de la cresta risueño se iba muriendo poco a poco, era como arena, se escurria por los dedos cayendose casi al completo, dejando un par de miseros granos.
El silencio se poso sobre ambos, la camarera dejo dos copas de vodka, el de barba observaba al contenido de esta, suspiro --. Me alegro de tenerte de nuevo amigo, pero deja al chico --dijo levantandose del taburete, palmeo su hombro --. No bebas mucho.
El barbudo se macho dejando solo al ruso, bebio de un trago rapido el contenido de su copa, se giro para agarrar la otra copa que le pertenecia al que se acababa de ir...
--Hola bombon, ¿Me invitas a una copa? --dijo una voz risueña, este se giro viendo al de cresta, le sonrio.
--Horacio --llamo algo sorprendido, este se sento el el taburete de alado, observo al ruso --. Claro, ¿Qué quiere?
--A usted --dijo con tranquilidad observando el estante de enfrente lleno de botellas alcholicas, un jadeo sorprendido salio de los labios del ruso, Horacio se giro a mirarle, acerco una mano a la mandibula del mas alto y, la acaricio con la llema de los dedos --. Vodka, quiero bodka y despues a usted, bombon --le guiño el ojo sonriendole, mostrandole sus preciosos hoyuelos.
La mano del ruso quedo tendida a escasos centimetros de la copa, respiraba agitadamente, estaba harto de los recuerdos que le golpeaban. Una mano tatuada agarro la copa que el ruso iba a tomar, este alzo la mirada encontrando con cierto doctor tatuado, este sin decir nada se sento junto él.
--¿Quiére una copa? Le invito --dijo con amabilidad.
El ruso sarcastico sonrio --. Quiero que se aleje de mi, no le di el permiso de sentarse.
El doctor removio con su meñique los hielos de la bebida, observaba al ruso --. Ojos azules y casi dos metros --penso en alto, nego con la cabeza sonriendo --. Es evidente que cayo rendido por esos ojos, ojalá ocurriera eso. Los mios los evita por que se les hacen parecidos a otros, ya veo a quien le pertenece la mirada de sus recuerdos.
Viktor giro un poco el taburete, apoyo su codo en la barra, le miro con malos ojos --. ¿Qué coño quiere? --la rabia en cada palabra delataba lo poco que le interesaba que aquel hombre compartiera el mismo local.
Bufo mirando hacia el techo, volvio a bajar la mirada a la copa, saco el dedo meñique y lo chupo --. Quiero que se vaya de aqui, ¿Para que ha vuelto? --dijo con tranquilidad, parecia estar hablando con algun paciente con la tranquilidad que manejaba el asunto.
--¿¡Por que todos me hablan del seños Horacio!? --se pregunto a si mismo.
--¿Para que volvería si no, comisario? --pregunto con falsa inocencia --. Aqui ya no tiene nada mas que sus pistolitas, por que yo le arrebate su puesto.
--Ya se de que va esto, viene aqui con au falsa inocencia, con su puta pasiva agresividad viene para intentar joderme, eso hace usted --le encaro el ruso --. Para su mala suerte no me pienso ir de aqui, por que hay cosas que me pertenecen.
—Yo le lleve a las estrellas, pero usted a un mundo nuevo --dijo derrepente --. Parece que no puedo competir contra usted --murmuro con falsa pena --. Oh espera, si puedo, por que le bajaste un mundo, si, ¿Pero de que servia? Usted despues lo rompio de manera egoista.
--¿Perdone? --exclamo levantandose, su enfado habia crecido.
--Es mas deberia de agredecerle, al destrozarle su mundo le deje quedarse en el mio, al parecer le encanta --sonrio sin inmutarse.
Corto y NO esta corregido.
ESTÁS LEYENDO
Yo nunca me fuí. Volkacio.
Fanfic--¿Nos amabamos? ¿O solo creiamos que lo haciamos? --le sonrio el chico cruzandose de brazos. El ruso le miro unos segundos --. Ya nada es igual, ya no soy igual de ingenuo, mi hermano ha perdido la cordura, y a mi no me queda mucho para alcanzarle...