Charlie emitió un largo suspiro de placer y abrazó a su esposo. Habían hecho el amor por segunda vez esa noche. Pero como siempre, luego de cada acto se tensaba.
Él se dio cuenta y le comenzó a masajear la espalda.
―Ya lo hemos hablado mil veces amor mío―le recordó él―Erling será un magnífico sucesor. Yo estoy feliz así contigo.
Charlie se puso de pie, la sábana acarició su cuerpo desnudo.
―¿Mi amor?
Ella lo miró mientras se tocaba el vientre.
―Tengo catorce días retrasada―le confesó mientras tragaba saliva. Wolfram se sentó lentamente en la cama.
―Iuola dice que hay varios factores, puede ser el estrés o no sé... también dice que mi edad es muy avanzada para tener un bebé, pero que hay posibilidades.
Ella le dio la espalda―No me quiero hacer ilusiones.
Wolfram se acercó a ella y la abrazó por detrás.
―Esperaremos, esperaremos a estar seguros.
―Me siento ansiosa.
Hizo que lo mirara―Esperaremos y si no es así, seguirás teniendo mi amor para ti sola.
Ella sonrió―Bueno.
Varios meses después...
―¡Ya es la hora! ¡Lo siento! ¡Lo estoy sintiendo!―gritó Charlie.
Estaba acostada en la cama con solo la camisola puesta. Su frente estaba llena de sudor.
Becky le pasó un paño húmedo y Georgia le sostuvo la mano.
Iuola se encontraba haciéndole el trabajo de parto y Camelia era su ayudante.
Aitasis y Agnes se mantuvieron se mantuvieron al margen y sólo le daban palabras de consuelo. La primera ya había vomitado.
―¡Iuola!―le gritó una vez más.
―Charlie necesito que dejes de gritar y me escuches―le dijo―cuando sientas el dolor, vas a colocar tu barbilla en el pecho y luego vas a pujar. No vas a gritar, eso no ayuda en nada, solo te desgasta.
Ella asintió―Bien.
―Por esa misma razón no pasaré por eso de nuevo―comentó Aitasis.
―Aitasis por favor―le dijo Becky―esta es la experiencia más hermosa del mundo.
―Habla por ti, yo casi muero.
―¡Silencio!―ordenó Iuola y miró a Charlie―¿Estás lista?
―Ahí viene―informó en un susurro.
―¡Puja! ¡Puja! ¡Puja!
Charlie cerró los ojos y lo hizo.
―Vamos Charls un poco más
En ese momento la puerta se abrió y entró Uriel.
―¿Está todo bién? ―preguntó.
―¡¡Largo!!―le gritaron todas y este se fue huyendo.
―Vamos Charls―continuó Iuola―Lo estás haciendo muy bien.
Ella negó con la cabeza―No puedo.
―Vamos, una vez más cariño―la alentó Becky.
ESTÁS LEYENDO
La Ley Del Lobo © ( Saga Westhampton Libro #5 )
Historical FictionInglaterra 1873. Tras ser una de las familias más antiguas y respetadas, Los Westhampton compuesto por cinco hermanos: Lord Wolfram el duque, Lord Marsias el Marqués, Lord Uriel el Conde, lady Georgia y Lady Iuola. Han decidido no mezclarse con...