Capítulo 21

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Hampshire, Inglaterra

La boda entre Jhonathan y Samantha se había celebrado al día siguiente en la mañana. Georgia había preparado todo en la capilla y el resultado fue el esperado.
En la noche ella y Charlie tuvieron una larga charla hasta la madrugada, ambas se sinceraron la una con la otra y se contaron todo lo que había pasado en estos once años. Charlie debía aceptar que todo lo que le dijo su amiga le sorprendió sobre manera, haber tenido un romance con Lady Catherine y que Darleen se haya enterado fue una catástrofe y en parte se sentía culpable de ello; si ella no se fuese ido, quizás Georgia no se hubiese sentido de esa manera. La puso sobre aviso con los cónyuges de sus hermanos y se rió a carcajadas; era consciente que tan arrogantes eran ellos así que se alegraba que todo no haya salido como esperaban.

En la mañana muy temprano había llegado Marsias, este la había abrazado durante cinco minutos y la apretó fuerte; la había hecho llorar. Ella hace once años era más alta que él y ahora este la pasaba; le sorprendió ver que Becky no era como se la imaginaba, aquella mujer estaba llena de bondad y nobleza; el hecho de que fuese una gran belleza solo aumentaba sus encantos.

Todos se encontraban en el jardín. La cocinera había preparado un gran almuerzo para los novios. Samantha se encontraba ataviada con un vestido que le había regalado Georgia de tarde, por más que la modista fuese la mejor no podía tener un vestido de novia del agrado de Georgia en menos de un día.
Jhonathan se había negado en recibir un atuendo adecuado así que se limitó a colocarse una camisa blanca que le había prestado Marco, su saco marrón y los pantalones negros del viaje.
Marsias y Robert se encontraban entablando una conversación agradable con él y Samantha con Marco. Victoria no se había apartado de Georgia ni un solo segundo.
Becky le había dicho que Iuola y Uriel tardarían más en llegar, pero que estarían allí en unos días.
—Tú y Victoria son muy buenas amigas—le dijo Becky—Acompañar a un hombre enamorado a pedir la mano de su amada, es un gesto encomiable
—En realidad no sólo vinimos por eso—informó Victoria—¿Cueto Charlie?
Esta le arrojó una mirada asesina.
—Cierto—añadió Jhonantan—Cuéntales la razón por la que estás aquí
Todos la miraron en silencio y ella suspiró.
—Bueno... conocí al administrador de Westhampton Terrace en las festividades de West Oxfordshire y... este me propuso matrimonio
Georgia emitió un grito ahogado y Becky le regaló una amplia sonrisa, los demás aplaudieron.
—¿Quién es?—quiso saber Marsias—No lo conozco
—Se llama Tyler Breedlove—le dijo
—¿Que tipo de persona es Marco?—le preguntó Becky
Él no tardó en responder—Sin duda un excelente partido, mi lady
Georgia la tomó de las manos—Debemos celebrar tu matrimonio aquí, cuando ya estemos todos
Ella le sonrió—Aún no he dicho que si, y si ese fuera el caso, lo siento pero, no puedo hacer mi boda aquí. No en el lugar donde me echaron como un perro
Todos guardaron silencio.
—Charlie...—comenzó a decir Marsias
—No tengo nada contra ustedes—lo interrumpió—pero no puedo perdonar a Westhampton y esta es su casa, así que...
—¡Pero también es nuestra!—insistió Georgia
—Si decido casarme, lo haré en West Oxfordshire—le dijo con firmeza—Y no trates de convencerme de lo contrario Georgia, por favor
Becky le sonrió—Se hará como tú lo desees, no le arruinemos la felicidad a los nuevos novios. Más bien hay que pensar en la nueva cuñada ¿no creen?
—Amor mío—le dijo Marsias—Westhampton es demasiado estirado como para casarse con una divorciada
—Yo dije que tendría que verlo—añadió Robert—tú hermana armo todo este embrollo y quizás Westhampton no tiene ni idea de nada
—Georgia eres demasiado impulsiva—la riñó su hermano—Debiste esperar a que Camelia te diera más detalles
Esta resopló y le tiró una mirada asesina a su esposo.
—Esperen...—comenzó a decir Charlie—Westhampton no puede casarse con una mujer así, él lo sabe
—Es por eso que quiero esperar a que venga Camelia y nos explique qué demonios pasa por la cabeza de ese infeliz—comentó Marsias —Wolframio merece que lo amen con locura—sentenció Becky—Y si ustedes saldrán con todas esas sátiras del decoro, les advierto que me tendrán de enemiga
Marsias tomó su mano le dio un beso en la palma.
—No es eso mi amor, estamos hablando de Wolfram—le explicó su esposo—Siempre hace lo correcto o manipula la realidad de tal manera que lo que él haga sea lo correcto y lo demás no
—Creo que no debemos de meternos en sus asuntos por más que él disfrute de meterse en los nuestros—aconsejó Robert.
—Por supuesto que nos vamos a meter en sus asuntos
Todos miraron hacia la voz y vieron a Iuola junto con Altaír y el pequeño Wolfry en la entrada del jardín. El niño corrió hacia sus tías y depositó un beso en la mejilla de estas y luego fue a abrazar a sus dos tíos; para el resto de invitados fue un "Buenas tardes a todos" y luego se adentró a la casa.
—¡Cuidado al subir las escaleras!—le gritó Iuola
—¡Si tía!—respondió este mientras se alejaba.
Ya Georgia le había puesto al corriente sobre Iuola. A pesar de estar encinta, aquel vestido color amarillo de satén, con mangas largas y cuello alto le sentaba muy bien. Tenía un collar precioso de una vara de Asclepio y unos pendientes de perlas.
—No me digan que están celebrando el compromiso del monóculo loco sin nosotros—dijo el esposo de ella.
"Lord Altair Bridgerton, Duque de Leithold" recordó. Este era muy guapo, en la descripción Georgia se había quedado corta. Era alto y delgado; sus ojos eran de un intenso azul cielo y su cabello castaño oscuro; tenía un pequeño lunar en forma de un punto en sus labios color rosa, que no hacía sino resaltar su belleza.
Los ojos de Iuola se cruzaron con los suyos y frunció el ceño. Estos se acercaron a la mesa y todos los hombres se levantaron.
—Iuola y Altair, él es el señor Jhonathan Pearson y su esposa la señora Samantha Pearson. Él es hijo de Marco, acaban de recibir las nupcias.—los presentó—ellos son los duques de Leithold
La pareja hizo una reverencia—Excelencias—dijeron
—Felicidades—dijeron ambos
—Marco no sólo es un mayordomo—comenzó a decir Iuola—siempre lo hemos tenido en alta estima y su familia siempre será bienvenida
Él aludido hizo una reverencia—Gracias excelencia
Charlie tenía los ojos llenos de lágrimas. Ella había dejado a Iuola de ocho años y ya era toda una mujer, se sentía demasiado vieja.
—Ella es Victoria, amiga de la pareja—continuó Georgia con las presentaciones y ambos asistieron. Su amiga les hizo una reverencia.
—Y ella...—continuó Georgia mientras suspiraba—es tu antigua institutriz, Charlie ¿La recuerdas?
Ella vio la confusión de la joven al percatarse de cómo fruncía el ceño.
—¿Charlie?—se preguntó—¿Mi niñera de hace muchos años? Por Dios ¿Eres tú?
Ella asintió y Iuola cruzó la distancia que las separaban y la abrazó.
—¡No puedo creer que seas tú!—exclamó La benjamina
—Mi pequeña Iuola ¡Ya eres toda una mujer!
Ambas se separaron y se tomaron de las manos.
—No te imaginas el infierno que pase luego de que te fueras—le dijo—todas aquellas institutrices eran despiadadas
—Lo siento tanto cariño
Ella le hizo señas a su marido para que se acercara y esté así lo hizo.
—Al quiero presentarte a la mejor niñera del mundo—dijo mientras contenía las lágrimas
Él le hizo una reverencia—Es un placer, puedes llamarme Altair
—Charliene Magnus y no podría excelencia; pero usted puede llamarme Charlie
Él borró la sonrisa de su rostro y frunció el ceño. A continuación se quedó mirándola.
—¿Al?—lo llamó Iuola
—¿Charliene Magnus?—preguntó él
Ella asintió—¿Sucede algo excelencia?
Él se quedó callado un momento y luego negó con la cabeza.
—No es nada
Ellos tomaron asiento y Iuola decidió sentarse junto a Charlie.
—Íbamos a quitarnos el polvo del viaje—les informó ella—pero creo que lo haremos más tarde. Encontrarnos con una boda, Charlie de regreso y que Wolfram vaya a cometer la estupidez de casarse con una mujer divorciada, sin duda alguna despierta mi curiosidad
—¿No estás de acuerdo con que él se case?—quiso saber Charlie
—No hay nada más que desee en este mundo que ver a mi hermano casado y feliz; pero sé cuánto ha trabajado para llegar a donde está y que todo lo lo arroje a la basura, me parece que no es propio de él
—En eso Iuola tiene razón—convino Georgia—tampoco conocemos a esa mujer ¿Y si es una trepadora?
—Wolfram la hubiese olfateado a kilómetros—agregó Marsias
Charlie sentía la mirada del duque de Leithold. Este no dejaba de repararla y de fruncir el ceño y eso la estaba incomodando un poco.
—También existe el caso de que esté enamorado y no vea los defectos de la dama—agregó Robert
—¿Por qué todos deben ser tan pesimistas?—les espetó Becky—¿Por qué no pueden pensar que es una mujer que le fue mal en un matrimonio y merece una segunda oportunidad?
—No puedo pensar eso cuando se trata de mi hermano Becky—le dijo Iuola—Lo lamento
—¿Es usted casada Charlie?—le preguntó Altair, ocasionando que todos lo miraran.
—¿Qué?—dijo este sonriendo—no me interesa hablar de Wolfram mientras no esté y no pueda hacerlo sentir incómodo
Marsias se echó a reír—¿Alguna vez Wolf ha sentido eso?
—En respuesta a su pregunta excelencia—le dijo Charlie—soy viuda
Él asintió—Lo siento mucho ¿De qué murió su esposo?
Todos lo miraron estupefactos. Por más duque que Altair fuera, estaba pasando los límites del decoro.
—En una plantación de labor—respondió por fin
—Ya veo—le dijo sin mirarla.
Charlie no comprendía por qué aquel hombre la miraba de manera sospechosa, pero sin duda él sabía algo. Lo decía su expresión.
Iuola bebió un sorbo de té—Altair y Cameron fueron a donde estaba el esposo de aquella mujer para conseguir el divorcio
Todos la miraron estupefactos.
—Como bien explicó Camelia—continuó—la mujer aún seguía casada
—¿A qué se dedicaba su esposo?—le preguntó Altair a Charlie y se hizo el silencio.
—¿Por qué tanto interés en el difunto esposo de Charlie, Al?—quiso saber Georgia.
—Porque el tema de Westhampton me tiene hasta la coronilla—les dijo—Dejen al hombre en paz, Dios sabe que no ha tenido ni un minuto de paz a lo largo de su vida. Quiero conocer más a la dama que cuidó de mi mujer.
El silencio que siguió fue más largo que el anterior.
—Mi esposo era científico—explicó Charlie
—¿Cómo se llamaba?
—Charles, Charles Newton
Ella vio cómo este se quedaba de piedra y sonreía lentamente. Luego prosiguió una carcajada y todos lo miraban confundidos.
—¿Se puede saber qué te pasa Altair?—le preguntó su esposa
Él sonrió pero no le dijo nada.
"Vaya, vaya, no cabe duda. Es ella"

¡Hola gente! Espero todos se encuentren sanos y salvos en sus casas, he tardado más de lo esperado en actualizar. Ustedes no me lo van a creer pero ayer mande mi tesis y hoy de nuevo me mandaron correcciones y más cosas que debo hacerle, estoy exhausta de ella.
Tengo una agradable noticia que darles, he conseguido una editora y vamos muy bien editando a Marsias y agregando escenas extras para el libro en físico. ¡Está quedando bellísimo! Gracias a ustedes, gracias por apoyarme. ¡Los quiero!

La Ley Del Lobo © ( Saga Westhampton Libro #5 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora