SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/

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—¿Por qué no te veo feliz? Sé que te aburre quedarte sentada mientras te peino, pero esta vez es diferente, te ves preocupada. ¿Es por el baile?

Analicé su expresión a través del espejo, su ceño ligeramente fruncido que enmarcaba una mirada perdida enseguida se suavizó. LeeNi giró levemente su cabeza para poder verme.

—En gran parte sí, pero no es solo eso. Tengo miedo TaeRi.

—Ya te dije que si no te sientes segura con las zapatillas plateadas mejor uses las que te compró ayer mamá. A veces vale la pena perder un poco de glamour para prevenir una humillante caída en la pista de baile.

Solté de la tenaza el último mechón de cabello que hacía falta por ondular, oficialmente podía decir que sabía peinar ondas y todo gracias a la paciente enseñanza de Seul.

—No es por las zapatillas, Yuna me entrenó bien estos últimos días para poder usarlas sin correr riesgo alguno.

Se levantó de la silla y se inclinó frente al espejo para poder observar mejor su cabello. Acomodó su flequillo sutilmente con las yemas de los dedos y sonrió complacida por el resultado final.

—Me veo deslumbrante— se auto elogió, aunque no lo hubiese dicho esperando algún respaldo de mi parte corroboré su opinión.

—Sensacionalmente divina.

—Gracias por toda tu ayuda— se encaminó a abrazarme.

—No hay de qué, solo no esperes que yo limpie este desastre— señalé el desorden que había en su habitación, ropa, accesorios de joyería, zapatos y maquillaje.

Con disconformidad agarró su celular que había estado cargándose desde hace un buen rato y tecleó en él, supuse que estaba respondiendo un mensaje.

—Siento mucha inquietud— escuché que me decía, regresando su atención a nuestra conversación.

Desconecté la tenaza y me senté en su cama para descansar mis pies, llevaba parada y caminando de un lado a otro por la habitación de LeeNi  durante las casi tres horas que duró arreglándose para el baile de primavera.

—¿Inquietud con respecto a qué?— indagué de a poco.

—Me preocupa que nuestra situación esté tan tranquila. No se ha aparecido ningún otro demonio desde la última vez, cuando hablamos con KiHyun acerca del sacrificio; tampoco he tenido más pesadillas ni visiones en relación a ello.

No me agradaba mentirle a mi hermana, nunca antes lo había hecho; no obstante, esta era la excepción a la regla.

—¿No debería ser eso bueno?

—No pienso que sea así, están tramando algo fuerte y cuando menos lo esperemos impactará contra nosotros de manera destructiva, fatal.

No pude sostenerle la mirada por más tiempo, la culpabilidad me lo impedía. Ella estaba en lo correcto, había un atroz plan detrás de tanto silencio y la peor parte era que yo misma formaba parte de este.

—Dijiste que me ayudarías a encontrar respuestas pero no hemos hecho más que enfocarnos en todo menos en eso. Deberíamos aprovechar estas vacaciones, toda la familia viajará a Daegu lo cual significa que estaremos más unidos que nunca. ¿Te parece?