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—¿Segura que no estás olvidando nada?— preguntó mi madre por cuarta vez consecutiva en los diez minutos que llevábamos en la estación, esperando a que llegase nuestro tren.

—Muy segura. Además, en caso contrario, LeeNi me puede hacer el favor de traer mis cosas la próxima semana, cuando esté de regreso.

Supe que fue mala idea mencionar eso cuando su rostro se llenó de preocupación, a mi madre no le gustaba estar separada de sus hijas, para ella, el mundo era un completo peligro.

—Estará bien mamá, la casa quedó bastante reforzada en cuestión de seguridad y recuerda que tenemos un par de ojos extra sobre ella aparte del cuidado de mi abuela, SangYeon estará al pendiente.

Estaba inconforme con lo que le acababa de decir pero no tuvo tiempo de demostrarlo, pues papá llegó corriendo a nuestro lado informándonos que el tren ya estaba aquí. Mi maleta fue quitada de mis manos por él, la llevaría a guardar en el apartado especial del transporte, mientras me daba la indicación de irme a formar junto a KiHyun para poder subir al tren.

—¿Seremos compañeros de asiento?— me preguntó mi primo cuando me notó a su lado, enseñándome su ticket.

Revisé el mío solo para cerciorarme.

—Eso parece— corroboré, sin sentir la necesidad de mostrárselo.

—¿Babearás mi hombro si te quedas dormida?— procuró bromear conmigo, como lo había estado haciendo los anteriores días para recalcarme el hecho de que no estaba enojado. Pero por más que hiciera eso yo no podía creerle, sabía que existía al menos un pequeño porcentaje de resentimiento, y así sería hasta que no lográramos encontrar una solución que cerrara el caso por completo.

—No te preocupes, dudo que si quiera vaya a recargarme en ti por comodidad. Siempre viajo al lado de LeeNi, estoy acostumbrada a mantenerme recta en mi lugar.

Mi hermana no es una persona que se caracterice por disfrutar del contacto físico, es un poco huraña en ese sentido, por lo que solo basta con que dejes caer unos segundos tu cabeza en su hombro para que ya estés siendo alejado por ella, empujándote con su mismo hombro.

Presté atención al frente al percatarme de que era nuestro turno de entrar, enseñamos los tickets y enseguida nos permitieron el ingreso. Iba detrás de KiHyun por lo que él fue el encargado de buscar nuestros asientos, me señaló con su mano los designados como nuestros, cediéndome el asiento de la ventana aunque ese fuese el que señalaba su ticket.

Saqué mis audífonos de mi bolso de mano para hacer más ameno el camino escuchando música, cuando estaba por ponerme el primero su mano tomó la mía.

—Espera, hablemos de algo.

—Ya te prometí contarle la verdad a Lee HoSeok en cuanto lo tenga al frente— sin quererlo mi voz sonaba fastidiada. Mi humor no había estado siendo el mejor por más que de vacaciones se trataran, vacaciones que por cierto ya habían llegado a su fin para nosotros los universitarios.

—No es sobre eso, quería hablarte de mí.

Desconcertada volví a meter los auriculares en su caja, sus palabras me habían tomado por sorpresa.

—¿Te refieres a hablar acerca de lo que ocurre dentro de tu cabeza? Ya sabes, sobre tus pensamientos, emociones y preocupaciones— pregunté sin ocultar mi incredulidad, enumerando con mi mano derecha los aspectos mencionados.

—Sí, TaeRi, hablar sobre esa clase de cosas.

Contestó un tanto avergonzado por la rareza con la que yo estaba tratando la situación.

SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora