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—Te mando el documento cuando llegue a casa— me dijo MiYoung, cerrando su laptop para poder guardarla.

—Sí, no te preocupes, todavía tenemos tiempo para entregarlo.

Pausó lo que hacía para girar a verme, extrañada al parecer por mi actitud.

—Discúlpame por sospechar que no seas tú y se trate de un clon tuyo de mala imitación, pero... ¿desde cuándo eres tan despreocupada respecto a la universidad?

Negué sonriente, metiendo mi carpeta a la mochila.

—No creo que tus teorías de conspiración apliquen en esta ocasión— le dije.

—No es exageración, la tarea se entrega mañana y a ti siempre te da ansiedad entregar las cosas en la fecha límite.

—No tuvimos elección, no cuando la profesora la encargó de un día para otro.

—Aún así me parece raro que no me estés presionando de manera sutil para que mandemos el documento hoy, antes de la media noche.

Cerré el zíper de su mochila y a como pude se la colgué en el hombro.

—Ya vámonos, solo quedamos nosotras dos aquí.

Miró a nuestro alrededor para confirmar mis palabras, nos pusimos de pie y abandonamos el salón.

—¿Verás a Lee HoSeok?— me preguntó.

Tuve que frenar mis pasos al no sentirla junto a mí bajando las escaleras. Di media vuelta topándome con ella tres escalones más arriba.

—¿Es relevante?— le pregunté, manteniendo el misterio.

Una sonrisa burlona se adueñó de sus labios y volvió a caminar hasta quedar en el mismo escalón que yo.

—¿Así que es por un hombre que descuidas tus estudios? Me decepcionas TaeRi, tú no eres así. ¡Woah! Hasta te pones roja y todo— me señaló sin poder retener la risa.

—No me puse roja MiYoung— hablé avergonzada, bajando las escaleras con más rapidez.

—¡Espérame, no te adelantes así!

Me agarró del brazo en cuanto pudo alcanzarme.

—Te aprovechas de que tengo piernas cortas, estás siendo discriminatoria.

—Y tú estás haciendo alegaciones infundadas.

—Claro, dime algo rimbombante para demeritar mi punto.

Ahora fui yo la que rió, con su hombro empujó el mío y seguimos bajando el último piso que nos hacía falta.

—Solo me llevará a casa— le aclaré.

—¿Esperas que yo me crea eso? No se han visto en una semana entera exceptuando el almuerzo de hace rato, y que yo recuerde tu casa estará sola hasta las diez.

—Lee MiYoung, ¿qué insinúas?— alcé una ceja.

—Nada— suspiró—Eres demasiado inocente.

—No me estarás diciendo todo esto por experiencia personal, ¿o sí?— sonreí con satisfacción al ver cómo de repente se ruborizaba.

SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora