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—Dice mamá que ya coció la falda, que te la midas para ver si te queda bien así o si tiene que cocerle más.

Le dije a LeeNi entrando a su habitación, dejé la falda sobre su cama y me encaminé a su armario, lugar donde se encontraba ella.

—¿Cuál de estos dos piensas que luce más elegante?— me preguntó enseñándome dos vestidos, uno color negro con algunos detalles en piedrecitas plateadas y el otro rojo de lentejuelas.

—Los dos son bonitos, puedes usar uno para las fotos y el otro usarlo el día del baile.

Al verla tan indecisa, volví a dar mi opinión.

—Yo pienso que dejes el rojo para el baile, destacarás más.

Asintió, siguiendo mi asesoría.

—¿Y qué te pondrías con esa falda?— señaló la prenda que recién le había traído, le quedaba algo grande de la cintura y por eso mamá había tenido que arreglársela.

—¿No acordaste con SunWoo que utilizarían ropa combinada?— pregunté, hace unos días habían ido de compras juntos.

—¡Cierto! La blusa azul.

Corrió hacia su tocador en busca de la bolsa donde permanecían empacadas las compras de ese día.

—Con tantas cosas en mi cabeza se me había olvidado por completo que la tenía que colgar para que no se arrugara.

LeeNi se veía estresada, toda esta semana había sido de constante ajetreo para ella. Clases por las mañanas, entrenamiento y tareas por las tardes, además de dedicar su poco tiempo libre en la campaña de elección como reina del baile de primavera. Esta tarde irá con SunWoo a tomarse las fotografías que usarán para promoción.

—¿Qué te parece si yo plancho la ropa en lo que tú escoges los zapatos y accesorios que llevarás?— sugerí, quitándole con delicadeza la blusa de las manos.—Tranquila, todo saldrá increíble hoy.

Acaricié su cabeza con cuidado de no despeinar su cabello recién ondulado.

—Gracias.

Me abrazó brevemente y después se dirigió nuevamente a su armario.

Bajé a la habitación de lavandería para ponerme a planchar la prenda, cuando terminé con mi buena acción del día volví a subir para hacerle entrega a mi hermana de su blusa.

—Me avisas cuando te vayas a ir— le pedí a ella.

Me adentré a mi cuarto y me senté frente a la computadora para regresar a lo que hacía hace unas horas, tarea. Estuve un gran rato siendo productiva hasta que la canción que tenía como tono de llamada me sacó de concentración.

—Hola Mimi— atendí, soltando un bostezo de manera involuntaria.

Escuché su risa.

Ni siquiera he hablado ¿y ya te aburrí?— me dijo con gracia.

—Perdón, estoy algo cansada.

—¿Demasiado cansada como para no tener ganas de escuchar un chisme?

—Mmh, ¿involucra a personas que conozco?— me interesé.

SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora