SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/

« 26 »

—¿Solo te invitó a ti?— le pregunté a mi hermana.

Convencerla de regresar a Seúl, hoy viernes, y que me acompañara mañana a la dichosa fiesta, fue por mucho la vez que más trabajo me costó convencerle de algo. Por poco y me daba por vencida, parecía imposible persuadirla, hasta que repentinamente cedió ante mí, y no, no lo hizo por resignación o por haberse dado cuenta de que la idea no era tan pésima, como se había encargado de repetirme una y otra vez por mensajes la noche anterior. Al final, mi argumento ganador no fue en sí un argumento, sino una oferta, la ayudaría en lo que me fuese posible con sus tareas de la próxima semana, lo cual implicaba no solo explicarle aquellos temas que se le complicaban, no, la conocía y sabía que iba mucho más allá, terminaría haciendo yo misma una que otra de sus tareas de Matemáticas o Español, sus asignaturas más odiadas por excelencia.

Escuchar mi voz la espabiló, había llegado hace un par de horas y en este momento se encontraba sentada en el sillón de la sala junto a mí, ella leía un Webtoon en su celular mientras yo recorría con desinterés los canales de la televisión en busca de algo bueno para ver. LeeNi "leía", entre comillas, porque la realidad era que llevaba más de quince minutos sin deslizar su dedo en la pantalla para cambiar la imagen y las burbujas de diálogo. De hecho, me sorprendía que la pantalla siguiera encendida.

—Hablo de Kim SunWoo, ¿de tus amigos solo te invitó a ti?— le pregunté nuevamente al notarla tan perdida.

—Ah, no, sí los invitó mas no sé si irán, quieren ir pero no estarán libres, ya tienen cosas qué hacer para ese día. Aunque aún están viendo si existe la posibilidad de poder desocuparse más temprano para acompañarme por lo menos un rato y que no me sienta tan sola allá.

Me resultaba algo cómico que si tú veías a los cuatro chicos parecían ser un grupo de amigos conformado de puras personas extrovertidas; sin embargo, por lo individual, convivir con gente nueva los volvía totalmente tímidos, dificultándoles el relacionarse fácilmente en ámbitos sociales.

—Son buenos amigos.

—Lo son.

Se quedó en silencio y dirigió su mirada otra vez a su celular. Cambié el canal que había tenido fijo durante este corto tiempo y decidí poner uno de música, discretamente miré de reojo a LeeNi, prestando atención a sus acciones y dándome cuenta en segunda ocasión que no estaba concentrada en su lectura.

—TaeRi— me habló con voz dudosa, fingí haber estado atenta al video musical que había en el televisor y después volteé a verle.

—¿Sí?

—Tú escribes novelas de romance.

—Bueno, lo intento— le dije con una sonrisa.

Apagó el celular y lo dejó a un lado, agarrando un cojín para abrazarse de este.

—Imagina que la protagonista de la historia que estás escribiendo tuvo un primer amor.

—Ajá.

—Ese primer amor no resultó como ella hubiese querido, por lo que ahora desea olvidarlo.

—¿Olvidar al chico del que se enamoró?

—Sí, ¿cómo harías eso? ¿Qué escribirías para que la protagonista consiga olvidarse de él?

—¿Ese es verdaderamente su deseo, sacarlo de su vida y hacer parecer como que jamás existió? Porque si ella no está realmente dispuesta a deshacerse de todos aquellos recuerdos, tanto felices y lindos como dolorosos y tristes, déjame decirte que no lo logrará por más que lo intente.