—LeeNi LeeNi bella LeeNi, es hora de irnos—hice un cantito mientras me acercaba a su habitación.
Me asomé por su puerta, no parecía haberme escuchado porque seguía tranquilamente sentada en su cama, mientras analizaba con detalle la corona hecha de flores que había recibido anoche cuando fue nombrada con el título de 'Reina del baile de primavera'. En un inicio creí que tenía puestos sus audífonos, mas no era así, simplemente era ella ensimismada en sus pensamientos.
—LeeNi— di dos toques en su puerta en busca de su atención.
Movió su cabeza espabilándose y me mostró una sonrisa.
—Ahora bajo, guardaré la corona— me informó.
—¿Todo está bien?— pregunté en voz baja, para que no se cohibiera por temor de que nuestros padres oyeran.
—Todo está excelente, ¿por qué no estaría bien cuando al fin podré distraerme del estresante semestre de clases?
Se levantó para poder meter la corona en su armario. Su respuesta no me dejó convencida pero para no hacerle pasar un mal rato opté por ya no insistir.
—No te tardes, papá ya encendió el auto.
[...]
—¿No les trae recuerdos?— preguntó KiHyun.
Me encogí de hombros.
—Nunca fui del todo feliz en este lugar, cuando nos mudamos a Seúl sentí que finalmente lograría empezar una nueva vida— contesté.
Habíamos llegado a Daegu cerca del medio día, el clima era tan agradable que LeeNi nos propuso salir a caminar antes de que se llegara la hora de la comida familiar, destinada a celebrar mi cumpleaños.
—No hiciste nada malo como para querer reiniciar.
—Ya lo sé, pero aquí no me sentía completamente yo. Era como si algo me reprimiera haciéndome sentir como una diminuta partícula de polvo.
—Es difícil cuando tienes que fingir una personalidad para poder encajar en la sociedad.
—Sí, bueno, por lo menos siempre tuve a SangYeon a mi lado.
Volteé a ver a mi hermana, venía bastante callada.
—Yo perdí la única amistad que verdaderamente valía la pena en este lugar, si no fuera por nuestra abuela tampoco tendría motivos para querer regresar— habló por primera vez después de tanto rato.
—Lamentablemente no heredamos la habilidad de sociabilidad que tienen nuestros padres— comentó KiHyun con humor, aunque a mi parecer eso dio bastante pena, ser introvertidos era complicado.
Nos detuvimos frente a una papelería, era parte de nuestro trayecto cada vez que visitábamos Daegu, desde hace años había dejado de pertenecerle a la familia de Na GoEun, pero LeeNi siempre mantenía intacta la ilusión de volvérsela a encontrar. Esperamos unos segundos en los que mi hermana inspeccionó la entrada del lugar, al observar al mismo dueño que llevábamos viendo los últimos 7 años, continuó caminando, diciéndonos de manera no verbal que podíamos seguir con nuestro recorrido.
—LeeNi— la alcancé, tomando su mano.
—Pensé que no dolería mucho, después de todo no era la primera vez que me sucedía. Me mantuve llena de actividades y preocupaciones para no tener tiempo de pensar en ello, pero ahora que vuelvo a respirar en paz, ahora que ya no me quedan pendientes y que el baile ya pasó, resiento demasiado el ya no tener su amistad.
Confesó, haciéndome saber aquello que la había tenido tan cabizbaja y desanimada toda la mañana. Se trataba de Minho.
—Él no debería ser indispensable en mi vida, pero se siente justo como si me hubiesen arrancado una extremidad de mi cuerpo.
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SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/
Fanfiction"Está bien encontrar un porcentaje de maldad dentro de miles de acciones de bondad, porque eso significa que estás viviendo por y para tu bienestar, no para el bienestar ajeno". Dar una vida inocente a cambio de la propia... Un reto que Min TaeRi se...