SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/

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—Tengo hambre TaeRi.

Con sus brazos cruzados y su mirada seria quería imponer autoridad sobre mí.

—Yo no te estoy deteniendo, eres libre de ir a buscar comida.

—¿Por qué no quieres salir de aquí? EunSeo y YiSeul nos están esperando en la cafetería.

Su expresión pasó de rudeza a suavidad, me lo preguntaba con algo de preocupación.

—Comí antes de venir, almuercen ustedes.

—Sabes que no es solamente el hecho de comer, sino la convivencia. Desde que empezó el semestre nos hemos visto únicamente dos veces.

Era cierto, no podía ser tan mala amiga.

—¿Podemos reunirnos aquí? Les contaré lo que pasó ayer.

MiYoung asintió conforme al ver que después de varios minutos de insistencia al fin conseguía algo.

No fue hasta que llegaron todas que mi explicación comenzó.

—¿Entonces casi muerdes a Lee HoSeok?— preguntó YiSeul para reafirmar la información.

—Sí.

—¿Y ahora quiere hablar contigo sobre lo que ocurrió?— volvió a cuestionar de la misma forma.

—Sí— repetí.

—Pues habla con él— me dijo EunSeo con simpleza, metiendo un pedazo de carne a su boca.

—Estoy asustada, ¿qué haré si descubre lo que soy?— cubrí mi rostro.

—No te adelantes a los hechos, no creo que él haya podido deducirlo, no es una explicación lógica que a cualquiera se le ocurriría— me tranquilizó EunSeo.

—Además, es demasiado cruel que huyas de él, después de todo le debes una— me dijo MiYoung.

—¿De qué hablas?— pregunté.

—MinHyuk me dijo que la participación de ayer era obligatoria para su clase, forma parte de la calificación final, iban a presentar una canción que han estado componiendo y produciendo ellos mismos desde el semestre pasado. HoSeok no se presentó por quedarse contigo.

Lo que me dijo KiHyun en el auto cobró sentido, el remordimiento y la culpa me invadieron.

—Soy una horrible persona— me lamenté.

—No lo eres, créeme que él estaba consciente de las consecuencias que conllevaba el quedarse a tu lado, lo hizo porque verdaderamente le importas— opinó YiSeul.

—Ese es precisamente el problema, ¿por qué tuvo que entrometerse? Mi vida estaba bastante tranquila antes de eso.

—Al menos escúchalo— me dijo EunSeo.
—Es un buen hombre, yo lo apruebo.

—Sí, yo también lo apruebo.

Las cuatro pegamos un brinco del susto al escuchar la repentina voz masculina, el grito de YiSeul hizo reír al susodicho.

—¿Qué haces aquí Im?— mi amiga golpeó el hombro del chico quién seguía riéndose de ella.

—¿Qué haces aquí tú, morita? Este es mi salón.

Apoyó sus manos en los hombros de Seul.

—Deja de llamarme morita.

—Morita es adorable— reconoció Mimi.
—¿Es por el cabello azul?— le preguntó a Kyun y éste asintió.

—Si lo dices tú es adorable, pero si lo dice él es sinónimo de burla.

Golpeó las manos del chico para que dejara de tocarla, aunque su acción lo único que provocó fue que él la abrazara, rodeando su cuello y recargando su cabeza encima de la de ella.