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—¡Min LeeNi, si no bajas en menos de dos minutos nos iremos sin ti!— le grité a mi hermana.

Ni siquiera entendí lo que me gritó de vuelta. Colgué mi mochila sobre mis hombros y la esperé frente a las escaleras.

—Lo siento, no encontraba el cargador de mi celular.

Pasó por mi lado con prisa y recogió el bolso que llevaba a sus entrenamientos.

—Ya nos vamos mamá— le informé desde la sala.

—Vayan con cuidado— respondió ella desde la cocina.

KiHyun nos esperaba recargado en su auto con la mirada perdida en su celular.

—Estamos aquí— pronuncié, el castaño nos miró con alivio, aunque los tres sabíamos perfectamente que llegaríamos tarde, eso era seguro.

Nos montamos en el auto y el mayor emprendió camino.

Oppa, ¿sabías que MiYoung unnie no me agradaba al principio?— LeeNi rompió el silencio— Que fuera amiga de TaeRi estaba bien porque eso no me obligaba a convivir directamente con ella, pero cuando comenzaron a salir fue una noticia que sin duda tuve que aprender a aceptar, porque en ese momento supe que se convertiría en parte de la familia. Lo que intento decir es que si regresáramos en el tiempo, aún sabiendo que mi relación con MiYoung en el presente cambió y ahora es muy buena, le diría que no salga contigo.

El auto se estacionó enfrente de su compañía.

—¿Por qué?— le preguntó KiHyun.

—Porque la lastimaste y eso significa que no eres bueno para ella, de hecho si yo fuese MiYoung tampoco regresaría contigo en este presente. Eres mi primo y no me gusta verte sufrir, menos si a su paso estás hiriendo a alguien más, sé que no soy la persona más indicada para decírtelo pero deberías tomar una decisión, si de verdad la amas tanto demuéstraselo y empieza a luchar para recuperarla, en lugar de seguir creando recuerdos que ella en un futuro los verá como memorias rotas junto a su primer amor.

Abrió la puerta.

—Nos vemos después— se despidió para después salir del auto.

Min LeeNi no es de decir este tipo de cosas a la ligera, suele hacerlo en situaciones muy particulares y regularmente sus palabras siempre tienen el efecto que ella busca crear en las personas a las que se las dice. Aunque al tratarse en esta ocasión de Yoo KiHyun, era complicado predecir si saldría invicta.

Tan sólo unas calles más y llegaríamos a nuestra Universidad.

—¿Tú no me dirás nada?— me preguntó.

Negué en silencio con un movimiento de cabeza.

—Considero que ya tienes suficiente con lo que te dijo LeeNi y tu cargo de conciencia, no hace falta que yo diga más.

—Esa no eres tú, por supuesto que quieres decir algo más, nunca te quedas callada.

Era inútil negar que gran parte de mi vida fui esa clase de persona, pero conforme fui creciendo me di cuenta que mis palabras a veces pueden ser muy crueles por la excesiva dosis de sinceridad que cargan. La vida me enseñó a distinguir cómo tratar a cada persona según su personalidad y características, por lo que ahora siempre que quiero intervenir en algo que puede resultar bastante delicado, contemplo antes si es correcto continuar o quedarme callada.

SACRIFICE || Wonho || / REESCRITA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora