La rubia caminaba lentamente mirando sus zapatos, aún tenía tiempo suficiente para llegar al hospital. Se entretenía con facilidad y le costaba mucho concentrarse en el camino. Creó que la principal causa de esto es que odiaba los exámenes médicos.
- ¿Qué podía tener de bueno un exámen médico?-. Suspiró.-Aún es temprano así que puedo darme el lujo de pasear por el lugar.
Miraba aquellas tiendas llenas de artículos para parejas, se emocionaba con solo pensar en la llegada el hombre destinado para ella. Algo que pensaba que jamás conseguiría en el hospital.
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.- ¡Ino, para ya de holgazanear!-. Se dió una pequeña palmada en la frente.
Llegó al hospital que se encontraba con más personas que nunca. Dirigiéndose al mostrador, sacó la cita de su cartera.
- Buenos días-. Agregó la rubia con una sonrisa.
- Buenos días-. Respondió la señora encargada de la recepción.
- Tengo una cita para las 8:30-. Le enseñó el papel a la señora.
- Uhmm, tendrás que esperar un poco señorita. Han ocurrido muchos accidentes el día de hoy y estamos un poco atareados. Espera un poco en cuanto la doctora tenga un momento te llamó-. Suspiró amablemente la señora que parecía bastante cansada.
-No se preocupe, esperaré-. Sonrió Ino dirigiéndose a la sala de espera.
A su lado se encontraba un hombre un tanto extrañó de unos veinte y tantos años aproximadamente, tenía lo ojos alargados como gato y le sonrió. Tenía una chaqueta de policía, su torso estaba lleno de vendas y la joven con temor le preguntó.
- Se encuentra bien-.
- Ah, esto-. Apartó su chaqueta.- Estoy bien-. Le sonrió como si esas heridas no fueran nada.
-¿No te duele?-. Reiteró la rubia algo curiosa.
- Más o menos, solamente si me muevo-. Volvió a sonreír el joven.
- Pobrecito-. Murmuró la chica algo triste. A lo cuál el joven soltó una carcajada para luego retorcerse del dolor.
- Lo siento-. Dijo Ino asustada sujetando del hombro a el pelinegro para que no se moviera.
- Por cierto mi nombre es Sai-. Volvió a sonreír.
- ¡Ah!...Ino, el mío es Ino-. Gritó nuevamente.
- Lindo nombre-. Agregó el pelinegro con una sonrisa.
- El tuyo también-. Tartamudeo la chica algo nerviosa.-Sai-san...mmm, tu.....¿tienes novia?-. Preguntó atrevidamente la jovencita poniéndose colorada.
- No-. La miró de reojo dándose cuenta de las intenciones de la chica.
Se puso de pie y acercándose a Ino le susurró al oído.
- Me gustan las rubias-. El pelinegro entro a la consulta con una sonrisa. Mientras la chica toda roja quedó asfixiada de tanta felicidad.
»Sakura no va a creerme lo que me pasó«. Pensó la muchacha.
Entraron corriendo varias enfermeras acompañadas de los paramédicos con un hombre grave sobre un camilla. La chica se dió cuenta de que era su turno y entro en su consulta.
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Al salir el joven de cabello negro aún estaba sentado en la sala y dispuesta a pedirle su número.- Eee, Hola soy la chica de ahorita-. Tocaba mutuamente la punta de sus dedos índices para evitar el contacto visual.- ¿Puedes darme tu número de teléfono?-.
-Me parece bi.....-. Fue interrumpido el joven cuando se sintió un ruido dentro de la consulta.
- Dame un momento señorita-. Se puso de pie y caminó hacia la puerta y miró atraves del cristal.
Abrió lentamente la puerta, nada parecía andar mal pero:
- ¿Dónde estaba el médico?-. Fue el pensamiento que vino instantáneamente a su cabeza, vió sangre en el piso, así que siguió el rastro. Llevó su mano a la faja y buscando su pistola. Dió varios pasos para salir al pasillo donde se encontraba el personal más vulnerable del hospital todas las puertas estaban cerradas menos la del final. El camino de gotas de sangre llevaba hasta dicho puerta abierta que en su interior estaba oscuro. Sacó su linterna y fue alumbrando poco a poco.
-¿Hay alguien aquí?-. Alzó la voz por todo el lugar.
El rastro de sangre llegó hasta detrás de una gran cortina, pero como nadie respondía la apartó. Sus ojos se abrieron como platos y su rostro cambió de seriedad a terror. Una enfermera con los brazos llenos de mordidas estaba tirada encima del cadáver de un médico que parece ella misma haber asesinado. Devoraba con su carne con gusto como si fuese un animal.
- ¡Ponga las manos en alto y dese la vuelta lentamente!-. Gritó el pelinegro apuntadola con la pistola, lo cuál fue completamente ignorado.
- ¡No pienso repetirlo!-. Sacó las esposas y se acercó lentamente colocó su mano en el hombro de la mujer y tomo uno de sus brazos.
-¡Cómo carajos puede andar con semejantes heridas!-.A su brazo solamente le quedaba del codo hacia arriba parecía haber sido arrancado violentamente.
La mujer se puso de pie, y el jóven la apuntó nuevamente con su pistola. Comenzó lentamente a darse la vuelta con aquel vestido de enfermera completamente rasgado y que alguna vez fue blanco que se encontraba teñido de sangre.
-Arrrgg-. Fue el único gesto de parte de la mujer que se abalanzó sobre el joven oficial.
Este para defenderse disparó el rodilla de la mujer que continuaba caminando hacia él.
- Está muerta-. Murmuró horrorizado el joven ante la escena.
Sus barriga estaba completamente abierta y desgarrada, con el rostro lleno de mordidas. Para más sorpresa para Sai, el médico que hace unos momentos estaba completamente muerto. Se estaba poniendo de pie.
-¡Joder!. Dime qué estoy en un sueño-. Dejó salir un risa.
Soltó varios disparos y efectivamente la única manera de acabar con un zombie era disparando a la cabeza.
-Estamos en un hospital, tenía que pasar algo como esto aquí-.
-La chica de cabello rubio está esperando en la sala de espera-. Penso Sai después de lo que habían observado sus ojos, no tenía ni idea del que le había pasado aquella joven.
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.Pasa al mismo tiempo que va ocurriendo lo anteriormente narrado.
Ino se sentió un poco confusa con la actitud del oficial, le molestaba un poco que la hubiera dejado sola pero debía hacer su trabajo. La confusión de la tercera sala era enorme, las personas estaba como discutiendo y echaron a correr.
Intentando salir sin el mínimo sentido de orientación, la salida a la sala número uno estaba abarrotada. Ino se puso de pie para mirar a ver qué pasaba pero su estatura no le permitió así que abrió la puerta. La confusión de las personas las llevó a empujar a la joven contra los asientos dándose un golpe en la cabeza. Perdió el conocimiento......
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Aquí les dejo el cuarto capítulo espero que lo disfruten y si es posible que voten. Sin más que decir leemos en la próxima actualización.
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HunterZ
FanfictionTres jóvenes de 16 años Naruto, Sasuke, Sakura y un agente de las fuerzas especiales Kakashi Hatake intentando sobrevivir aun hecho catastrófico que ha llevado casi al punto de la extinsión de la humanidad. Guiados por un sueño reflejado en un peque...