Cap X: El Médico de los sapos

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Jiraiya caminaba lentamente aquel perturbante anuncio de los jóvenes, decidió no ignorarlo. Tomó el coche y se dirigió algo desesperado a la casa de Tsunade, algún mal presentimiento había en su cabeza. O tal vez solamente un mal recuerdo. Tocó el timbre varias veces y nadie respondió, optó por sacar el móvil y, continuó llamando.

-¿Qué pasa?-. Respondió la mujer un poco exhaltada.

- Tengo que hablar urgentemente contigo-. Fue la respuesta oportuna de Jiraiya, a la cuál Tsunade no dudo dos veces en responder.

- Estaré en tu casa en unos minutos-. Trago en seco, conocía a Jiraiya y era de las personas que les gustaba jugar bromas. Pero cuando era algo serio su voz sonaba en un tono diferente.

- Estoy en la tuya-. Respondió el anciano de cabellos blanco.

- No demoraré mucho-. Asintió volviendo a dar otro amarga trago.
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La muchacha se bajo del auto asustada, busco con la mirada el sujeto de la llamada. Jiraiya se encontraba sentado en las escaleras de su casa con la cabeza baja, algo bastante preocupante.

- ¿Qué pasó?-. Gritó Tsunade acercándose aún con la bata de médico puesta.

- No es algo que debamos hablar en frente de todos-. Respondió Jiraiya poniéndose de pie, la mujer pudo apreciar el miedo a través de las pupilas de Jiraiya y esto la asusto aún más.

Entraron en la casa, una vez más calmados en la sala Jiraiya dijo.

- Te acuerdas por qué me llamaron el médico sapo-. Sonrió un poco forzadamente.

- No me digas que me hiciste ver aquí para contarme tu parte de la historia-. Frunció el ceño la mujer y cruzo las piernas algo disgustada.

- Me dejarás continuar-. Volvió a recalcar.

- Te escucharé-. Asintió Tsunade incómoda.

- La vez que fuimos enviados por el gobierno a uno de los países de África, juntos con varios países de América-. Rascó su barba blanca y continuó.- Nos dieron un equipo a cada uno, tú y Orochimaru terminaron sus tareas mucho antes que yo e incluso recibieron sus apodos muy convenientes. Aunque el mío no está nada mal-. Sonrió nuevamente.

- Si soy la Doctora de las Babosas y Orochimaru el de las Serpientes, pero a qué se debe todo este misterio-. Añadió la rubia que no le veía nada gracioso a situación.

- Me pusieron el Doctor de los Sapos, por qué perdí a todo mi equipo en un pantano y volví solo al mes, no pude salvar a nadie. Pero cumplí la tarea, en ese pueblo no quedó nadie solamente sapos-. Estas vez no dejó salir ni una pequeña sonrisa, ni siquiera un gesto de que era una broma.

- Entonces-. Afirmó Tsunade.

- Los pacientes presentaron síntomas graves, no tenía el material adecuado para atenderlos, pero lo peor de todo fue el surgimiento de la llamada "la fiebre del muerto"-. Agitó su cabeza mientras sonreía.- El cuerpo de médicos que dirigía, fue asesinados por los aldeanos, después que la daba la fiebre se ponían de pie e intentaban morderte al costó que fuera necesario-. Tomó una pausa.- Y el gobierno cerró el pueblo nos echaron con la escusa de que estaban malditos, así que continuamos con la tarea al siguiente pueblo y volvió a ocurrir lo mismo-.

- Me estás diciendo que habían pueblos malditos en esos lugares-. Trago en seco Tsunade, algo nerviosa.

- Suena tonto pero luego descubrimos, que uno de nuestros compañeros había sido mordido en el tobillo por un niño, le dió lo mismo y lo amarramos, amordazamos e hicimos lo imposible para salvarlo, incluso recurrimos a buscar sacerdotes y chamanes.

- ¿Por qué nunca me dijiste eso?-. Dijo sorprendida Tsunade ante semejante noticia, había escuchado los rumores pero jamás pensó que algo así pasaría de verdad.

- Fuimos atacados por los aldeanos hasta ser masacrados, solamente quedé yo y use a mis compañeros para estudiar en el antiguo laboratorio. Tuve la oportunidad de aprender mucho, llegué a pensar que podía encontrar a hasta la cura-. Soltó una gran carcajada.- A la conclusión a la que quiero llegar es necesito que vengas conmigo antes que todo comience, Orochimaru nos está esperando. Solo nosotros tres podemos hacer la cura-. Puso serio su rostro, con una mirada desafiante.

- Me estás diciendo que habrán muertos vivientes caminando por ahí-. Soltó unas carcajadas y continuó riéndose sin parar esperando que desenmascarará la broma.

- Lo digo en serio-. Con estas palabras dió un cambio en el ambiente, se puso de pie dandole la espalda. - No se tú pero yo quiero salvar personas o acaso eso no es lo que hace un médico-. Replicó el peliblanco.

El sonido lleno la sala de impaciencia, dar el pequeño paso de abandonar todo lo que te importa por un supuesto bien mayor.

-¡Iré!-. Gritó poniéndose de pie. En su interior su dolor más grande era abandonar a su hija pero Shizune se encargaría de ella mientras no estuviera.

Tardó varios minutos en recoger sus cosas, además de otros artículos necesarios, tomó una hoja de papel y escribió el motivo de su ausencia, la dejo sobre la mesa.

- Toma-. Sacó de un maletín una chaqueta, la cuál llevaba en su bolsillo unas letras rojas.

• HZ

Jiraiya abandonado al chico que había criado como su hijo al igual que Tsunade su hija. Por otra parte Orochimaru tenía otros planes pero igualmente abandonaba todo.
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Para estos momentos se tomó acuerdo entre todos lo gobiernos se había creado un ejército especial, preparado para estos momentos.

- General, todo está listo para la inflitración en Osaka-. Gritó un joven soldado alzando su mano para saludar.

- Pongamos en marcha los escuadrones-. Esbozó una sonrisa en el rostro.- Mandaremos a los mejores está vez-. Se moto en un vehículo para ir a la cede.
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- Kakashi Hatake, serás el encargado de esta misión. Esperamos que lo hagas como siempre-. Agregó el general con una sonrisa.- Te acompañarán Gay, Asuma, Kurenai y Yamato cada uno irá con un escuadrón de diez anbus-. Volvió a gritar el hombre lleno de medallas.

- Cumpliremos con la misión-. Una respuesta prácticamente robótica del soldado más importante. Su nombre es Kakashi Hatake con unos cabellos cenizos y una máscara que cubría prácticamente toda su cara.

- Confío en que así será-. Dijo el jefe de la organización, conocido por todos como Hiruzen.

- No se preocupe señor así será-. Replicó Kakashi.

- Está vez se que algo bueno pasará-. Dejó salir una sonrisa el viejo vestido con una bata y un sombrero rojo.

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Este capítulo es más como una pequeña reseña de lo que pasa con Jiraiya. Espero y les guste.

Ya saben lo de la ⭐ y cuando nos leemos🤨.

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