HunterZ

Cap II: Disturbios

-Por Dios, me dejaron nuevamente.
Creo que Sasuke me da mala suerte-.

-¡¡Naruto!!. ¡Ven a desayunar!-. Gritó Jiraiya

-Ya voy-. Salió corriendo del baño, cogió la mochila y la chaqueta.

-¿Limpiaste los zapatos ayer?-. Encendió la pipa, el hombre de cabello largo blanco y aspecto robusto. Ya se venía reflejando en él, el paso del tiempo.

-Se me olvidó anoche, así que lo hice hoy temprano-. Contestó el rubio con la boca llena.

-Hoy trabajaré hasta tarde, te dejaré la comida en el refrigerador, también hay algo de dinero en la mesa; digo, por si quieres salir con alguna chica-.

-Ojalá, porque terminé con mi novia ayer-.

-No te preocupes, si se fue es porque no era la mujer ideal para tí-.

-¿Y la tuya dónde está?-.

-¿La mía?, creo que no existe-. Soltó una risa traviesa para disimular la pregunta y le echó una ojeada al reloj.

-Naruto apúrate que vas tarde-.

-Pero si faltan como 20 minutos-.

-No importa, siempre es bueno llegar temprano-.

-Está bien-. Tomó sus cosas y acabo de ponerse su chaqueta, aúnque le pesaba en el alma debía ir a la escuela.

-¡Adiós!-. Respondió aquel hombre que veía y admiraba como un padre. Con el cual no tenía ningún vínculo de sangre pero era la única familia que conocía hasta ahora.
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Jiraiya caminó hasta el portal de la casa y tomó la pequeña radio del estante y una botella de sake.

-Minato , Kushina pueden estar en paz. Su hijo se ha convertido en una persona de bien-. Sintió el peso nostálgico del momento cuando se sorprendió por el anuncio en la radio.

-Somos unos jóvenes del distrito de Osaka por favor envíen ayuda, los muertos se están levantand.......-. La señal se cortó, pero el anciano decidió ignorar aquella ya que no era la primera vez que unos jóvenes montaban una broma telefónica.

••••••

Por otra parte Naruto estaba en la parada del bus, esperando que llegarán Sakura y Sasuke. Cuando de repente paso por delante de él una chica de ojos un tanto pálido y el cabello azul fuerte, e instintivamente le tomó la mano.

-Hooo....laa...hola-. Agregó el rubio que ni el mismo sabía que estaba haciendo.

-Ho.....-.

»Hola«. Recalcó la joven algo asustada.

-Ahhh, lo siento sujete tu mano sin querer-. Agito sus manos algo desorientado.-Te parecias a alguien que comozco-. Era la escusa más rápida que se le había ocurrido para justificar su actitud.

-No te preocupes-.Sonrió gentilmente la chica de cabello azul.

»Puedes darme una indicaciones«. Pregunto la joven que parecía bastante desorientada.

-Claro, que necesitas-.

-¿Dónde queda la estación de esta ciudad?-.

-Ves esa calle de ahí, cuenta seis más en esa dirección luego doblas dos veces a la izquierda y una a la derecho. Verás un restaurante de ramen, pues luego verás la entrada de la estación-.

-Este...No podré llegar ahí nunca. Crees poder acompañarme, se que es mucho pedir pero; por favor si no perderé el tren-.

-Está bien-. »Entiéndeme Jiraiya se que prometí que hoy no iba a holgazanear, pero que hubieras echo tú«. Sus pensamientos lo asediaban pero era la única manera de ayudar aquella hermosa chica.