Cap VII: El nuevo mundo

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Sentía el sonido de un motor, retumbar en su cabeza. Intentaba abrir los ojos, pero sus párpados eran pesados, dejo de insistir y se durmió.
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- Así se siente morir-. Se levantó del asiento lentamente, mirando su alrededor sin hacer movimientos brusco.- Espera en el otro mundo también hay coches-. Se giró para mirar por la ventana.- Auchh-. Se quejó la rubia tocando rápidamente su cabeza.- Este no parece se ser el paraíso-. Miró su mano llena de sangre y se asustó.- Mierda debo salir de aquí-. Continúa con su ruido la rubia intentando salir del coche.

- Te recomiendo no hacer eso y mucho menos hacer ruido-. Una voz obstinada murmuró desde el asiento del conductor.

-¿Quién eres?-. Se puso más pálida aún de lo que era la jovencita.

- Me gustan las rubias, por eso te secuestre-.

- ¿Cómo?-. Se tornaron de color rosado los cachetes de la chica.» Me encanta los libros de mafiosos que secuestran chicas indefensas y las mmmmm. ¡Ino que coño estás pensando!«. -Acaso eres un mafioso-. Pregunto curiosa.

- Supongamos-. Dejó salir una sonrisa la voz misteriosa.

- ¡Oh, dios!. De verdad está pasando-. » ¿Qué era lo que iba ahora?. Así debo fingir que no me gusta.- ¡Ayudenme!. Comenzó a gritar como una loca mientras golpeaba el cristal del coche.

- No hagas eso, solo te traerá problemas-. Replicó nuevamente la voz haciendo énfasis en que no se exaltará.

- Pero me harás cosas extrañas, que no deseo. Debo escapar, además no me puedo casar contigo-. Formó un berrinche en la parte trasera del coche.

- Lamento romper tu cliché pero no soy un mafioso-. La miró desde el asiento del conductor con una sonrisa.- Hola, nuevamente soy Sai-. Por fin tomo una imagen en su cabeza aquella voz extraña pero que le sonaba familiar.

- Eres el policía de esta mañana-. Miró sus pies intentando no mantener contacto visual.-¿Por qué me secuestraste?-. » Mierda. No es mafioso pero es un policía sexy, no necesito nada más en esta vida. Hazme tuya, no puedo luchar contra tí por qué tú eres la justicia «. Con un millón de pensamientos retorcidos su cara volvió a sonrojarse.

- Duele-. Pregunto Sai.

- No, no, duele-. » No jodas qué. Tan lejos llegó. Cuando Sakura se enteré de esto estaré hasta casado«. Agachó nuevamente la cabeza dando a ver su cabello ensangrentado.

- Uhmm, no sé que te refieres, pero yo me refiero a tu cabeza. Te golpeaste fuertemente hoy-. Sonrió el chico de rostro pálido acomodándose nuevamente en el asiento.

- Ah. No duele-. Se topó la cabeza.-Auch-.» Me olvidaba de esto y si duele. Por qué me lo dijiste si estaba bien sin darme cuenta«. Los pies le temblar y una que otra lágrima brotó de su ojo.» Ino no puedes llorar. Si no pensará que eres una niña.......¡Qué coño soy entonces!. Ah, duelo no pienses tanto joder, estoy loca. Lo peor es que soy conciente......

- Mmmm, estas bien te estás poniendo pálida-. Los ojos del peligro miraban a la chica a través de la franja negra en el parabrisas.- Por cierto, ya se muchas cosas sobre tí-. Sonrió.

- Por ejemplo-. Respondió la rubia.

- Eres algo tonta y desorientada-.

- ¿Por qué dices eso?-.

- En todo el tiempo que llevamos aquí no te has dado cuenta que estabas en un coche de policía-.

- Es verdad-. Sonrió la rubia forzadamente.» Así que estos los coches de policía, tan anhelados en los libro eróticos«. Pensó.

- Aún no termino. Te gusta mucho leer, tu imaginación es fértil-. Estaba vez soltó una carcajada, volvió apoyar su espalda en el asiento.- Por cierto, muy linda tu ropa interior. Me encanta el rosa en la chicas y si tienen un osito delante aún mejor-. Volvió a sonreír.

- Me tocaste toda. ¡Pervertido!-. Gritó la rubia.

- No tengo culpa de que te pases el día con los pies abiertos pensando cosas raras-.

- A mí no me engañas-. Se paró del asiento y se colo para los asientos del frente.- ¡Oh dios!-. Llevo las manos a su boca la joven.

- No te preocupes no es nada-. Sonrió el pelinegro.

- No te habías atendido esa heridas. ¿Qué te pasó?-. Pregunto curiosa la rubia.

- Cuando regresé a la sala de espera. Estabas tirada en el suelo. Y simplemente te cargue hasta aquí-.

- No podías llevarme a una consulta-. Levanto una ceja la chica.- O es que querías quedar como el héroe para luego sacar provecho de mí-. Sonrió con picardía en sus ojos.- Lamento informarte que no obtendrás nada-.

- ¿Qué mente más pervertida tienes?-.

- Entonces que es lo que deseas de alguien tan hermosa como yo-.

- Nada. O tal vez si una pequeña cosa. Has silencio-.

- Uhm, que te crees por qué eres poli, puedes controlarme ahora-.

- Me parece bien, si quieres andar a tus anchas. Sal del coche y arreglátelas como puedas-.

- Me parece bien-. Abrió la puerta delantera del coche, caminó enfada hasta el hospital.-Al final no estaba ni lejos del hospital-.

- La puerta está cerrada-. Miró a través del cristal. Las manillas de la puerta estaban bloqueadas con unas esposas.- Ayyy, maldito poli-. Sintió unos pasos en el interior del edificio.

- ¡Holaaaa!-. Gritó y el eco rebotó en todo el edificio.- Pueden alcanzar mi cartera-. Volvió a gritar. Pero está vez sintió varios pasos que se dirigían hacia la entrada y sintió alivio. Miró por el cristal de la puerta, se acercaban unas personas que no parecían muy contentas más bien parecían cansadas.- Pueden traerme mi cartera-. Pero su voz parecía inútil ante aquellas mujeres.»¿Dónde quedó la educación de las personas?. Aunque se están acercando así que déjame esperar a ver qué dicen«.

Las mujeres se acercaron a la puerta, como por instinto y con calma una de ellas sacó su mano por la puerta. Dió varios manotazos intentando coger a Ino.

- Se encuentra bien-. Se acercó un poco he intentado mirar a las mujeres, la mano entró nuevamente y se estuvo todo en la calma. Ino algo asustada miró por el espacio entre las puertas.

- Están ahí-. Sus ojos miraron curiosamente cuando en un abrir y cerrar de ojos salió la mano. Y agarró fuertemente el cuello de la muchacha, y arrastró contra la pared.

- ¡Aaahhh!.¡Suéltame!-. Dejó salir desesperadamente gritos de terror.

Sintió la presencia cálida detrás de ella que pasó el arma entre las aberturas de la puerta y disparó. El ruido retumbó nuevamente en el lugar. Volvió a disparar y la fuerza de la mano se debilitó, hasta soltarla.

- Vamos-. Tomo la mano de Ino, se la llevó hasta el coche.

- Estas satisfecha-. Agregó Sai.

- Has matado una persona-.

- No son personas ya y si no te haces a la idea, terminarás mal. Mi pregunta ahora es. ¿Te vienes conmigo o no?.

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Me gustó este capítulo me cae muy bien la pareja de Ino y Sai, bueno disculpen si hubo errores ortográficos.

Si lees gusto dejen una ⭐ que nada les cuesta y nos leemos en la próxima actualización.

HunterZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora