One

2.1K 223 22
                                    





Ya hacia tiempo que se encerró en su camerino privado, dejando afuera al resto de los integrantes que conformaban su banda "Bangtan" sin importar que cada cierto tiempo viniera alguien a golpear la puerta. Estaba cansado pero no lo iba a admitir en voz alta, entendía que tal vez sus comportamientos en el último mes eran preocupantes pero en ese punto ya no había algo que importara. Estaba cansado de las prácticas, de llevar su voz a lo más alto, de desgastar sus dedos sobre las cuerdas de su guitarra y escupir palabras de odio y amor al público, siendo que solo sentía lo primero.

¿En qué momento ser una estrella de rock se vuelve agotador?

Giras, promociones, desgaste emocional. Y lo que era más patético, que le confundieran con un "idol". No, Kim Taehyung no quería ser un idol, él quería gritar con un buen ritmo de fondo. Algo estruendoso que callara las críticas.

"El vocalista de Bangtan es homosexual."

"Se le ha visto en citas."

"Tiene comportamientos extraños."

"Es demasiado apegado a sus compañeros, ¿quién de ellos será su acompañante en las noches."

Y lo peor era que todo giraba en base a su orientación sexual, estaba harto de los medios que llenaban sus trabajos por sobre el suyo, de aquellos que lo señalaban con un dedo durante las entrevistas, de cartas de odio por parte de ex fans. Hacia tan solo un mes que se había declarado abiertamente gay, quizá perdió algunos fans pero se quedaron aquellos que estaban con él por la música y puede que haya ganado algunos.

Como el reciente chico de las cartas que no dejaba de recibir todos los días.

No escribía su nombre en ninguna de ellas, pero siempre le recordaba que se sentía seguro con él atraves de las letras que pasaba horas escribiendo en la madrugada. Le comentó que vivió reprimido toda su vida, y que junto a él había dado el paso de "salir del clóset" frente a su familia y amigos.

Taehyung sonrió en esa carta, murmurando un "al menos a ti te aceptaron" demasiado crudo que llegó a rasparle en la garganta.

Tenía entendido que asistía a todos sus shows y que trabaja muy duro para pagar cada disco o entrada. Lo sabía así porque "Yoon" hasta donde había podido saber, le escribía sobre sus partes favoritas de la noche, lo que cada vez incluían sus saltos y notas más altas en el escenario.

Jura haber mirado hacia todos lados dentro del público intentando adivinar quién de ellos sería el chico de las cartas interminables que le escribía con una extraña admiración que podía confundirse con amor sino estuviera demasiado loco. Una vez creyó verlo, pero lo descartó inmediatamente cuando otro chico le sujetó por los hombros. No, el Yoon que le escribía parecía verlo solo a él como para tener a alguien.

Dios, ¿no se habría vuelto extraño celar a alguien que no conoces? No, estaba seguro que esa no era la razón. Simplemente, no quería imaginar a ese chico con alguien más, no luego de que le transmitiera tantas palabras.

Taehyung, de ser posible, querría abrazar a Yoon en ese preciso momento, antes de romperse en miles de pedazos por la carga que aumentaba cada vez más.

Unos nuevos golpes se escucharon en la puerta, seguido de la voz de su guitarrista estrella.

-Taehyung, ¿estás despierto? Saldremos en diez minutos, por favor ¿puedes salir en este momento? Namjoon esta preocupado.

Detestaba esa palabra, no quería que sus amigos se sintieran mal por él porque vamos, todos pasamos malos momentos. A Namjoon le gustaba estar sobre ellos como un padre superior, entendía que era el líder pero también necesitaba respirar.

Se levantó del sofá y avanzó hacia la puerta, en cuanto vio a Jungkook le sonrió recibiendo una mirada de alivio.

Joder, él no pensaba suicidarse por una mala nota periodística. Estaba más que acostumbrado.

¿Por qué querían arruinar tanto su vida? No era la única figura pública declarada homosexual, tenía veinticinco años así que podía hacer lo que quisiera y nadie tendría que juzgarlo por eso.

-Jungkook, sabes que me gusta dormir hasta último minuto.

Mentira, apenas podía dormir.

Jungkook le miró con desconfianza.

-Deja de ser tan holgazán, hyung. Incluso Hoseok se presentó una hora antes para probar el escenario, y ya habían un par de fans.

-Hoseok-ssi siempre me hace ver mal.

Hoseok era una máquina maestra en el escenario, se mezclaba tan bien, irradiaba, sonreía y se ganaba el corazón de todos.

En su banda habían muchos excelentes artistas, pero por supuesto que el vocalista gay sería el centro de atención. Aveces se veía a sí mismo como una carga para ellos, pero las cartas de Yoon le decían lo contrario, ¿a quién debía creer?



Cuando estuvieron saliendo por los pasillos antes de subir al escenario ya habían algunos fans siendo retenidos por los guardias de seguridad. Jungkook como siempre saludó a todos y entregó sonrisas armando un escándalo de gritos.

Él miró por coincidencia, cayendo hacia un chico peliazul que le miraba fijamente y que, al darse cuenta que también era observado, se sonrojó un poco, pero no se pudo detener a verlo más tiempo.


Pararse frente al micrófono solía ser una tarea difícil, hasta que comenzaba a cantar y podía olvidarse de todo. Se decía a sí mismo que quería entregarle un gran show a sus fans, pero se mentía porque solo quería que Yoon gritara su nombre entre la multitud para luego llegar a casa y escribir sobre la manera en la que había acelerado su corazón.

Taehyung deseaba mucho conocer a Yoon, así que después del concierto le respondió una de sus cartas.

Rockstar | TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora