𝗜𝗻𝗲𝗳𝗮𝗯𝗹𝗲 (𝗚)

『 𝗖𝗮𝗽 𝟴 』

•••

Me había despertado mi mamá, la mire extrañada ya que ella nunca me a despertado, bueno si lo a hecho pero es raro que lo haga.

—Buenos días hija -deja un casto beso en mi frente-

—Buenos días tambien -el sueño me estaba ganando-

—Ya me voy al trabajo -estaba confundida ya que ella nunca me avisa eso- te quería recordar que te ibas con los González.

—Si si, está bien -casi dormida-

Me estaba recortando nuevamente en la cama, pero así como me acostada me pare de la cama como si estuviera en llamas, se me había olvidado ese PEQUEÑO detalle.

Maldita sea, no se como se me olvida todo tan rapido.

No se que le diré a Alessandro , el y yo desde que nos hicimos amigos siempre nos hemos ido juntos al colegio, y ahora que me tendré que ir todos los días al liceo con los chicos, me va a matar.

Hize todas mis necesidades a la velocidad de la luz para avisarle a Alesito que no me voy a poder ir con el.

Mire la hora y eran las 6:10am así que me daba tiempo de poder hablar con el.

Le iba a mandar un mensajes, pero después decidí y era mejor llamarlo.

Llamada

Ale♡
holaa linda buenos días

Me
buenos días a ti también

Ale♡
gracias, ya te estoy esperando

Me
eeh te llamaba era para hablar de eso

Ale♡
de qué quieres hablar?

Me

bueno es que... Ahora me voy a tener que ir todos los días con los González

Ale♡
que?

Me
te juro yo me negué pero no tuve de otra y me tendré que ir con ellos

Ale♡
Hablamos cuando llegues -corto-

•••

Están nerviosa y sabía muy bien que Alessandro estaba molesto, estaba en mi cuarto dando vueltas hasta que mi mamá me saca de mis pensamientos.

—Hija ven a comer -desde la sala-

Baje lo más rápido que pude y hablé con mi mamá.

—Mamá no tengo hambre, comeré después, se me hace tarde ya me voy, adiós.

Salí lo más rápido de mi casa para evitar las preguntas de mi mamá del porque no quiero comer y bla bla bla.

Llegué a la casa de los chicos y iba a tocar el timbre, pero después comenze a dudar, yo quería salir corriendo pero no podía, mi cabeza decía que me fuera, pero mi corazón me decía que me quedara, justamente cuando iba a tocar el timbre alguien se me adelantó y me abrió.