Llamas [RenMin] -II

II

Renjun

Finalmente, simplemente ignoré al irritante, pero bastante atractivo, guerrero dragón y miré a Mark en su lugar. El príncipe se quedó allí, con una sonrisa tonta, extendiendo el replicador de corazón cantante.

Poniendo mis ojos en blanco, se lo quité con un gruñido de agradecimiento. Necesitaba procesar todo lo que el tipo grande me había dicho, pero eso sería luego.

En este momento, tenía un trabajo que hacer. Mark contaba conmigo. Además, cuanto más rápido lo hiciera, más rápido podría volver a donde estaba seguro. No confiaba en esta cueva más de lo que lo hacía en los espacios abiertos. O las multitudes. O la mayoría de las empresas públicas. O... o cualquier cosa, en verdad.

El señor siempre estaba mirando, y como a nadie más le interesaba hacerlo, era mi responsabilidad mirar hacia atrás.

La linterna para acampar que había instalado cuando llegamos, estaba haciendo un buen trabajo al iluminar la caverna, pero necesitaba algo más brillante. Y mis herramientas. Apartando de mi mente a Jaemin, me arrodillé y metí la mano en mi bolsa de herramientas. Primero coloqué mi faro LED para poder ver las partes finas que necesitaba ajustar, luego saqué un mini destornillador plano para hacer el ajuste necesario a la máquina.

Por mucho que no estuviera listo para admitirlo, si es que alguna vez lo haría, había escuchado claramente el corazón de Jaemin, la música en el pecho de un dragón que resonaba cuando se acercaban a la persona predestinada a ser su amada. Jisung, el corazón cantante de Mark, me lo contó todo... después de que lo interrogué ampliamente, por supuesto. El hecho de que me atrajera y me hiciera añorar a la bestia desagradable que ahora estaba de pie, no muy lejos de mi codo izquierdo, era otro asunto completamente diferente.

Pero había una ventaja de haber escuchado la canción: ahora sabía exactamente qué era lo que necesitaba para replicar con mi pequeño dispositivo. Hizo mi trabajo mucho más fácil. Vibrando mi garganta y zumbando junto con la frecuencia que había escuchado en mi cabeza, finalmente pude sintonizar el replicador a mi satisfacción.

Tan irritante como era, despertar a Jaemin había sido beneficioso. Mirando mi dispositivo, me di cuenta ahora de que nunca habría funcionado si no hubiera escuchado yo mismo la canción del corazón.

Levanté los ojos, cuando sentí que una cálida mano se posaba en mi hombro. Una sensación de hormigueo se extendió por mi omóplato y mi espalda. Era Jaemin, y dejo su mano allí, mientras se arrodillaba a mi lado. Me miró con una gran y tonta sonrisa que me hizo sentir cosas extrañas y maravillosas en mi corazón.

—Estabas tarareando nuestra canción del corazón, ¿cómo estabas haciendo eso? —su voz estaba llena de asombro, sus grandes ojos cafés me miraban atentamente, mientras esperaba mi respuesta.

Me encogí de hombros tímidamente, agachando la cabeza, mientras volvía mi atención al dispositivo replicador. Sin pensarlo, me encontré respondiendo sinceramente a su pregunta.